Capitulo 20.

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Durante toda mi vida he escuchado hablar sobre el abuso contra la mujer. Y está bien, eso en serio está bien.

Pero...¿Que hay de los hombres?¿Que hay de lo que sienten ellos?¿Que hay de el abuso que sufren ellos?

La realidad es que la sociedad no le hace mucho caso a él hombre. Nosotras las mujeres hemos estado tan involucradas en defender nuestros derechos, que se nos ha olvidado defender los derechos de los demás.

Y se que no todos los hombres son buenos. Un gran ejemplo de ellos, es mi tío.

El es la persona que más aborrezco en el universo, lo odio. Desde que vivo con el lo único que ha hecho es abusar psicológica y físicamente de mí. Me golpea, me trata como una basura.

Pero mi tía tampoco es una santa. Ella también me ha hecho daño. Y tal vez no me allá golpeado, no como lo ha hecho mi tío muchas veces. Pero no lo ha detenido, no ha detenido el maltrato. Más bien lo apoya; apoya que me golpeen, que me grite.

Y se que toda esta explicación contradice todo lo que dije al principio, pero no es así, no contradice nada.

Y el ejemplo de eso, es mi padre. El amaba a mi madre, incluso hasta en su último aliento de vida lo hizo, aún sabiendo que la mísma persona que le daba vida con sus sonrisas y caricias, fue quien se la arrebato.

El cielo está despejado, no hay ninguna nube que está completamente azul y el día se ve resplandeciente. Siento la calma en mi ser, siento como la brisa golpea mi cara refrescandome...

-¿El día está hermoso, verdad?- siento su mirada en mi.

-Esta muy bonito y tranquilo.- susurro sin verlo.

-Si, no es algo muy normal estos últimos días.- giro mi rostro y lo veo.

-No, no es muy normal.- vuelvo a ver el cielo.

Jacob se ríe y se levanta un poco, apoyándose de su brazo.

-Te ves tan bonita así.- murmura, su mirada recorre mi rostro.- Por lo que veo, si estás muy cómoda allí, creo que fue buena idea traer la manta.- susurra viendo la manta debajo de nosotros.

Me siento y lo veo fijamente.

-Claro que funciona, es ley de vida, si vas al parque siempre lleva una manta.- digo con obviedad.

Escucho su risa y río un poco también.

En todo este rato, le conté a Jacob todo lo que pase con mi familia, lo que hizo mi madre, quienes son mis tutores y toda mi historia. Lo hice porque hace dos días cuando me vio con la mejilla roja se preocupó y se lo conté todo.

El me dijo que podía contar con el, lo que me hizo sentir muy bien. Ya que, no suelo contarle mis problemas a todo el mundo. Lo que quiere decir que Jacob, es importante en mi vida.

Eso es lo mejor del mundo colega.

Jacob me invitó a salir, me dijo que me llevaría al parque a un picnic. Cuando salimos de clases, el me busco y me trajo al parque, tiramos la manta, hablamos, reímos comimo y luego simplemente nos acostamos en ella y vimos el cielo. Jacob dijo que tenía algo importante que decirme, la verdad, eso me tiene un poco nerviosa, pero no diré nada y esperaré a que el me lo diga.

Vamos, pregúntale.

No, esperaré a que el se sienta listo.

Morgan, hazme caso, ¿Cuando he tomado una mala decisión?

Hasta los momentos nunca, porque no he seguido ningún consejo de mi desquiciada conciencia.

Morgan, solo haz la maldita pregunta. Y ya, ¿Que puede salir mal?

Tienes razón, no hay nada que pueda salir mal. Le voy a preguntar.

Esa es mi chica. Vamos mamona tu puedes.

Me aclaro la garganta.

-Mm...Jacob, ¿Que era eso que me querías decir?- suelto.

El se queda quieto durante unos minutos cuando
reacciona se sienta y me ve fijamente.

-Bueno, no es algo tan...¿Cómo decirlo?¿Serio?- me ve con el ceño un poco fruncido, hace un movimiento con la mano quitándole importancia.-No importa... Lo que quiero, preguntarte (para ser exactos) es si querías ser mi novia.- sonríe.

Yo entro en un estado de shock completo. No sé que hacer, de hecho no hago nada, solo lo veo.

¿Que acaba de preguntar?

No lo sé...

Jacob, se da cuenta de que no se que decir, ni que hacer y se acerca un poco a mi tomando mis manos.

-Escucha, se que estás pensando...Bueno no se que estas pensando, la verdad.- suelta una pequeña risa.- El punto es que, me gustas mucho Morgan, desde el día uno. Y se que llevamos poco tiempo saliendo, que no me conoces muy bien.- hace un pausa, me ve con ternura, amor y cariño, su sonrisa se ensancha más, mostrándome sus perfectos dientes blancos.- Pero no me importa, porque yo te quiero...- el hace una breve pausa y acerca su rostro al mío.- De hecho, te amo.- susurra cerca de mi rostro.

Mis otros se abren un poco más de lo normal, entre abro mi labios sin emitir ni una sola palabra.

No. Lo puedo. Creer.

El nota mi expresión y se ríe un poco.

-Tranquila, no tienes que darme una respuesta ahora, puedes pensarlo, consultarlo con la almohada o con tus amigos...- una de sus manos se acerca a mi mejilla y la acaricia con ternura.- Lo importante, es que, sepas lo mucho que me importas, lo mucho que te quiero. Y que no pienses que esto es un juego.- su expresión se vuelve seria pero su mirada es suave.- Voy en serio contigo, quiero presumir te ante todos mis amigos... Y restregarle en la cara a Jack que eres mi novia...- lo último lo dice con humor y no puedo evitar reír. El sonríe.- Entonces, ¿Lo pensarás?- pregunta acariciando mi mejilla aún con más suavidad.

Espero y respondas un si, porque si no lo haces yo misma te asesino.

Asiento con la cabeza, sin apartar mi mirada de sus ojos.

-Lo haré, lo prometo.- susurro un poco nerviosa.

Su sonrisa se vuelve más amplia.

-¿Puedo besarte?- su pregunta me deja en un limbo. Siento como mis mejillas comienzan a arder.

Si esto es un sueño por favor despiertate ahora.

No creo que sea un sueño.

-Yo...bueno...he...- aclaro mi garganta.- Si, tu quieres...adelante.- digo por último sintiendo que voy a morir.

Vamos a morir.

El sonríe y se acerca un poco más a mi, aún acariciando mi mejilla, cierro los ojos.

Y luego, siento sus labios contra los mios. Es un beso suave y tierno. Mis labios se mueven torpemente contra los suyos, lo que lo hace sonreír y a mie deja más en ridículo.

Morgan, no respires, no arruines este momento.

A diferencia de mi, sus labios se mueven con firmeza, ternura y suavidad.

Cuando se separa de mi, abro los ojos lentamente. Su respiración está un poco acelerada y la mía también. Jacob tiene una sonrisa en el rostro.

-No sabes durante cuánto tiempo, he aguantado las ganas de besarte, pequeña luciérnaga.- dice antes de darme un corto y tierno beso en los labios.

¡Lo. Amo!

-Eso es bueno, ¿No?- pregunto aún con las mejillas sonrojadas.

El asiente.

-Es muy bueno.- me acerca a el y me abraza.

Correspondo a su abrazo, escondido mi rostro en su cuello, intentando ocultar mi sonrojo.

Nos quedamos un rato más en el parque, hablando sobre cualquier cosa.

Este sin dudas es el día más feliz de mi vida.

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God Nigth 😎🤟🏽

Au Revoir 👋🏽

Crónicas del Engaño: Susurros De Traición.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora