¿Te quedarías conmigo?

Cap.20 Quiero conocer a Disni

– Hey princesita ya despertaste, le extendió los brazos hablando muy bajito...

– No te fuiste papi, dijo con su vocecita aferrándose a su cuello.

– No mi amor te prometí que no me iría nunca más.

– Tengo hambre papi.

– Vamos a la cocina, tu mami está dormida.

Sin hacer ruido se la llevo y le dio fruta. Fue muy conmovedor escucharlos a pesar de haberse conocido hace unas horas Carlita no dejaba estaba de parlanchina y su padre la escucha atenta preguntándole más cosas así que les di su espacio.

– Buenos días bebe... le di un beso en la cabeza a mi niña... – Buenos días mami.

– Buenos días mi amor, tome la cara de Carlos entre mis manos y lo bese, el paso sus manos por mi cintura correspondiendo el beso mi frente se unió a la suya... – Me hacia tanta falta escucharte decir eso, me susurro.

Por supuesto el alboroto que Carlita hizo nos volvió a la realidad, ella estaba tan emocionada de vernos juntos, Carlos me giro sentándome en su regazo – Termina tu fruta hija.

– Le di un poco de fruta, no sabía si le podía dar cereal o galletas y te pedí café no tarda en llegar. Estaba oliendo mi cabello, mi cuello y pasando sus manos por mi espalda.

– Gracias si lo necesito.

Cuando regreso de recibir el café en la puerta – Y bien mis chicas que quieren hacer hoy.

– Quiero conocer a Disni... Carlita de inmediato dijo muy segura de sí misma

– Bebe no podemos, hoy tenemos que buscar una guardería y comprar comida.

– Mami tu dijiste que me llevarías a Disni...

–Si mi amor, pero no hoy a Disney iremos después, primero tenemos cosas importantes que resolver aquí ... además el Trabajo, ¿recuerdas que venimos a trabajar?

– SI mami, dijo haciendo un puchero mirando al piso.

– No estés triste hija si vamos a ir a Disney, pero hoy tenemos que hacer muchas cosas, y te prometo que también te van a gustar y cuando menos esperes estaremos en Disney ok bebe... – SI papi.

– Buena niña le dije guiñando un ojo.

Terminamos el café y nos preparamos para salir en lo que me duchaba... Carlos fue a su camioneta por sus cosas... sí, el muy cabrón traía maleta y todo.

Lo que no me esperaba es que al abrir la camioneta en la cabina de atrás estaba instalada una sillita para niños...

– Y eso... – Mi hija no puede viajar sin asiento de coche... – Pero como sabias que viajaría aquí... – No lo sabía solo tenía la esperanza que me perdonaras.

– No te he perdonado... – Pero no me has corrido eso quiere decir que vamos por buen camino. Me dio un beso mientras colocaba a nuestra hija en su asiento.

Nos llevó a desayunar a un lindo lugar, me entrego una carpeta con información y fotografías de 3 guarderías.

– Esas guarderías me las recomendó la esposa de mi socio, tienen 4 hijos ya tiene experiencia en eso.

El lunes vamos a verlas y si no te convence ninguna buscaremos otras o contratamos una babysister que se quede en casa con Carlita los días que tengas que ir a la oficina... yo tratare de estar lo más posible en casa.

– Me gusta que valla a la guardería sabes, aunque al principio fue muy duro dejarla pero le sirve muchísimo estar con otros niños.

– Me gustaría que conocieras a Mark y su esposa, son buenas personas y bueno Annie se ofreció a ayudarnos con la babysister si no encontramos guardería rápido.

– Les contaste de nosotras... – Mark es mi amigo desde hace años siempre han sabido de ti desde que te conocí, no tiene detalles, pero sí que estoy intentado recuperarte. Cuando estés lista me gustaría que los conocieras sé que te llevaras bien con ellos.

Llevamos a Carlita al parque a jugar, después fuimos a Wal-Mart aquí son enormes y por supuesto su padre le compro ropa y juguetes, aunque no necesita realmente trajimos los necesarios para 2 meses... Pero es una niña pequeña y todo quiere.

Durante las compras hubo un momento en que me sentí cucaracha al darme cuenta de la realidad por la que estaba pasando Carlos cuando me pidió permiso para poner en el carrito un shampoo, si el shampoo que el usaría para bañarse el... A su manera él estaba cediendo completamente no quería hacer nada sin que yo estuviera de acuerdo, pero no quiero eso quiero, somos una pareja tratando de remediar las estupideces que hicieron porque, si el me dejo, pero yo pude haberle dicho que estaba embarazada y no lo hice solo desaparecí justificándome en su abandono...

– Amor mírame, no tienes que pedir permiso no soy tu mama soy tu mujer... Somos una pareja que tiene que aprender a tomar decisiones juntos... y por ahora tú te encargas de ponerle el limites a tu hija que todo quiere, es tu decisión lo que quieras comprar.

(Conciencia: primero le dices que se valla y ahora son una pareja... quien te entiende Emma)