Fire Emblem Sacred Stone X Devil May Cry

Capitulo 1 - El joven Mercenario

Una oleada de seres abominables recorre el continente como una plaga.
El viaje de Eirika para encontrar a su hermano Ephraim se complica cada vez más.
Pero, a pesar del peligro, el grupo avanza gracias a una tenaz fuerza de voluntad la ciudad de Serafew se encuentra en la frontera entre Renais y Grado.

Durante generaciones, los habitantes de una y otra nación han convivido aquí, es un testimonio de la hermandad que les ha unido por un largo tiempo. Ahora, sin embargo, la ciudad está ocupada por los soldados de Grado.

─ Vaya, Vaya. Hay un coliseo en la ciudad. Perfecto, y yo sin dinero. ¿No quieres ir a recordar tus años de gloria? ─

El hombre de cabello Blanco miró a su lado, dirigiéndole una expresión aburrida a su compañero, un estafador pelirrojo con un sombrero, espera a que ambos se unan para ganar dinero fácil, el hombre de cabello blanco se detuvo y dio media vuelta de por donde vena.

─ Lo siento, viejo, no tengo ganas de manchar mi espada, mejor me devuelvo a la Taberna a beber y a dormir un poco. No te metas en problemas. ─

El Pelirrojo se encogió de hombros y siguió su camino, dejando ir a su compañero, ahora tendría que arreglárselas con su suerte para poder ganar en las apuestas. Para cualquier apostador casi en la quiebra como él es un riesgo, pero para él es una enfermiza adicción apostar que le sube la adrenalina.

─ ¿Esa es una clériga?, Vaya... Es un bombón. ─

Se acerco a hablarle a aquella hermosa mujer de cabellos dorados, que parecía un tanto inquieta.

─ ¿Ocurre algo, hermana? Se le ve preocupada. ─


─ ¡Aaah! ─

La clériga se sobresaltó al escuchar aquella voz que la tomo por sorpresa.

─ Perdón... ─

Contestó con cautela al desconocido, percatándose de que no es uno de sus seguidores.

─ No, perdóname tú. No era mi intención asustarte, te pido mis más sinceras disculpas.... ─

Expreso quitándose el sombrero y realizando un pequeño arco a la joven clériga.

La mujer se ruborizó de vergüenza al ver la actitud tan caballerosa de aquel hombre.

─ No hace falta... He sido yo. Perdón... Buenos días. ─

Respondió cabizbaja, dejando al pelirrojo desconcertado mientras la observa irse con prisa.

─ Se ha ido, que mala suerte. Ella era muy guapa. Bueno. Así es la vida no siempre se gana, debo apresurarme a llegar al coliseo antes de cierren. ─

Mientras tanto al otro lado de la ciudad, aquel hombre joven de cabellera blanca caminaba hacia la taberna, algunos soldados de Grado fruncían el seño con desprecio al verlo, debido a que, a ser un mercenario, en respuesta, el peliblanco les sonrió y les guiñó el ojo para provocarlos, luego soltó una pequeña carcajada al ver que detenían a un par que estaban dispuestos a desenfundar su espada en contra del peliblanco.

─ Capitán Saar de la guardia de Serafew. Traigo órdenes del emperador.
Corren rumores de que Eirika de Renais intenta llegar a Grado ─

El peliblanco se detuvo al escuchar al Capitán Saar conversar con un hombre desconocido, por lo cual, cautelosamente miró a su alrededor percatándose que no haya nadie cerca, se dispuso a espiar la conversación del capitán con aquel hombre que no pertenece a la guardia de la ciudad.

─ Tus órdenes son encontrarla y capturarla viva inmediatamente ─

El hombre de casi mediana edad asintió en respuesta a su superior.

─ ¡Si, señor! ─

El mercenario pudo observar que el superior de Saar era el Generar Glen, vino personalmente para darle ordenes al canalla de Saar. Él había visto en algunas ocasiones al General Glen apodado como Granate.
Si él está aquí eso significa que el emperador estima que Eirika y su grupo vendrán a la ciudad, para el mercenario es difícil creer en rumores de que la Princesa de Renais conocida por ser bondadosa e inocente lidera una milicia y busca rescatar a esa rata escurridiza que tiene como hermano.


─ Otra cosa.... Se ha escapado una traidora del castillo de Grado. Sabemos que se esconde en Serafew, no me importa que destroces la ciudad si das con ella ─

─ ¡Sí, general Glen! ¿Tenemos permiso para ejecutarla si opone resistencia? ─

─ Sí. permiso concedido ─

─ ¡Entendido! Así se hará. ¡No se puede traicionar al imperio impunemente! ─

─ El emperador confía en ti, capitán. Asegúrese de ser digno de esa confianza ─