𝐬𝐢𝐱𝐭𝐞𝐞𝐧

252 25 3
                                    


El día estaba algo lluvioso, a cualquier persona que sepa admirar su entorno, aquellos días eran simplemente magicos y relajantes, pero para Minho parecía ser el día en donde la mala suerte era su mano derecha

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El día estaba algo lluvioso, a cualquier persona que sepa admirar su entorno, aquellos días eran simplemente magicos y relajantes, pero para Minho parecía ser el día en donde la mala suerte era su mano derecha...


La noche anterior había recibido una llamada solicitando su presencia en el edificio, que debido al nacimiento de Jiwoong, había abandonado y decidido mejor trabajar desde casa. Con gusto acepto, claro que preguntandole a Jisung primero, el cual no tuvo mayor problema al respecto. Desde ese momento supo que el día sería diferente al resto.

Se despertó gracias al sonido de su alarma rutinaria, alistó su traje y se metio a duchar, dando comienzo a todo. Al parecer la regadera había presentado algun que otro problema durante la noche, haciendo que temprano en la mañana, el agua que salía de la misma estuviese demasiado fria.

-¡AAAH!- Se escuchó retumbante casi en toda la gran mansion.

Jisung, quien aún se encontraba envuelto entre las sábanas, al escuchar el grito rápidamente se levanto de un salto, cayendo al suelo y maldiciendo por lo bajo dada la cercanía que tenía con el bebé. Debía acostumbrarse a no soltar groserías desde ahora, así no sería un incoveniente en el futuro. Una vez se puso de pie lo primero que vió al abrir sus ojos fue un Minho, tal como un gatito mojado, tembloroso y con los ojos serios.

-¿P-pasó algo, cariño?- Se animó a preguntar, acercandose con cuidado y las cejas alzadas con preocupacion.

-Esta fria, el agua esta fria- Soltó con una ligera risa de labios morados.


Sin darle mucha importancia, luego de secar su cabello con una secadora, intentando que un poco de calor regresara a su cuerpo, tomó todas sus cosas y condució su vehiculo hasta el trabajo. Todo pasaba con normalidad, no podía quejarse mucho del tráfico, ya que era sabido que muchas personas como él tomaban la misma ruta para llegar a sus empleos, fue como solo se dispuso a manejar con tranquilidad al son de algunas canciones que Jisung le había recomendado.


Tras el pasar de las horas, los pequeños accidentes en la oficina lo tenían desconcertado, había golpeado su pie con incontables mesas todo el día y algunos papeles se le escapaban como si sus manos fuesen mantequilla.

-Hannie, lindo, ¿Qué ocurre?- Dijo cerrando la puerta tras si, con algunas carpetas de estadisticas en sus manos y su telefono siendo atrapado entre su oreja y hombro. No había tenido una día tan agotador desde hace mucho tiempo, al parecer la edad le comenzaba a cobrar factura, ¿Sería posible? Pero si aún estaba en sus 20s.

-Solo quería avisarte, ya que no se a que horas llegas, que mamá vendra a la casa un rato, para ver al bebé y convivir un poco- Decía con un tono no muy convencido. Minho cerró los ojos con fuerza, deseaba tanto poder estar ahí con él, pero al parecer con la suerte que tenía hoy, se quedaría hasta tarde -¿Como te ha ido?-

𝐌𝐲 𝐤𝐢𝐧𝐝𝐚 𝐨𝐟 𝐩𝐫𝐞𝐭𝐭𝐲 𝐛𝐨𝐲 - 𝐌𝐢𝐧𝐬𝐮𝐧𝐠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora