-¡Mierda Jeongin!- Bufó con molestía, atinando a arrojar el teléfono por la ventana del auto. Jisung lo observaba desde el asiento del conductor, nunca antes pudo haber imaginado el dolor que las madres tenían que sufrir para dar a luz, pero ahora lo encontraba viviendo en carne propia -¡Este niño-
-Ya...calma- Le susurró el menor sujetandole el brazo. Con la otra mano la mantenía en su vientre abultado, intentando pobremente de aguantar al menos hasta que pudiesen llegar al hospital -C-Con cuidado- Murmuró con algo de dificultad, pero realmente tenía un poco de miedo por el hecho de que Minho estuviese manejando casi con el pedal a fondo.
-Lo siento, ya voy a calmarme- ¡Dios!- Tiró el movil a los asientos traseros cuando notó lo cerca que se encontraban de casi estampar con otro vehiculo al frente. Tenía varios intentos ya de llamar a Jeongin, pero al parecer este había decidido apagar su movil o simplemente ignorarlo.
Minho pasó su gran mano por sus cabellos, intentando relajarse un poco, bajo la atenta mirada de Jisung, no podía mentir, se veía realmente atractivo de esa manera.
Al cabo de unos minutos y ya un poco más calmados que antes, en parte porque el mayor había dejado de intentar llamar a su hermano y puesto completa atención al camino, llegaron al hospital. Las piernas de Jisung parecían ya muy debiles en ese momento, las contracciones comenzaban a ser cada menos tiempo y el dolor se iba extendiendo con el pasar de los minutos. Minho hizo lo posible por ayudarlo hasta llegar a la puerta, donde dos enfermeras muy amablemente le tendieron una silla de ruedas para así poder preguntar que estaba ocurriendo.
-¡Rápido, a la sala de partos!- Avisó una vez les pudieron explicar con pocas palabras la situación.
Toda la habitación se encontraba en calma, una calma que jamáz espero sentir y una felicidad que nunca penso admirar. No recordaba la última vez que su rostro había reflejado tanta alegría, pero se sentía bien con eso, con sus oscuros ojos brillantes que solo se dedicaban a observar al pequeño con suma ternura, quien hubiese creido que era su hijo.
"Su hijo"
Luego de haberle dicho a su madre que nunca tendría descendencia porque los niños no eran los suyo, que con el simple hecho de cuidar y luchar con Jeongin tenía suficiente, se sentía algo tonto en este momento, pero claro que ahora ya no pensaba así.
Había esperado al rededor de 3 horas para al fin poder pasar a la habitación, entre los muchos sonidos que lograba escuchar desde un asiento afuera, podía jurar que el bombeo de su propio corazón los opacaba, estaba sumamente nervioso y con las manos temblorosas. No eran muchas las veces en donde las operaciones de cesaria tuviesen problemas, pero el riesgo estaba, tanto para Jisung como para el bebé al ser un caso muy especial.
En el fondo de su cabeza se sentía culpable, ya que de no ser por su manía de beber demasiado y follar con personas al azár no estando en sus 5 sentidos, claramente nada de esto hubiese pasado. El menor seguiría sus estudios con normalidad y él, seguiría estancado en su terrible faceta de "Hombre empresario perfecto".
¿Eso era lo que quería?
Ahora, viendo a Jisung descansando con una bata de hospital puesta y al pequeño bebé, de igual modo descansando al poco tiempo de haber nacido, agradecía un poco al destino de haberlos cruzado.
De un momento a otro sus pensamientos se vieron opacados totalmente al escuchar movimiento proviniente de la cuna, al parecer el pequeño había abierto sus ojos, unos grandes y brillantes con un toque gatuno muy sutíl. Era claro el parecido que tenía con Minho.
-Hola, pequeño- Saludó en un susurro, asomó su mano para que este tomara uno de sus dedos mientras le daba una cálida sonrisa. Todo parecía tan mágico, pasar de ser una persona que nisiquiera podía estar con un bebé más de 5 minutos, a no querer separarse de uno ahora que lo tenía sujeto con firmeza a sus manos.
-Nunca te había visto sonreir así- Dijo una voz somnolienta a sus espaldas.
Al girar Minho pudo apreciar la cosa más hermosa que alguna vez había visto, Jisung tenía sus ojos ligeramente hinchados dado el sueño, el cabello, que ya estaba algo crecido, todo despeinado y una sonrisa tan sincera, de esas que le hacían creer que el amor verdadero era real como en los cuentos de hadas.
Sin importar la manera y las circustancias en las que se hayan conocido, con aquellos momentos, tan efímeros, que hacían sus estomagos revolverse como unos totales adolescentes, la extraña conexion que solo ellos poseían les daba la certeza de que su cariño podía viajar de aqui a la luna y de vuelta a pasitos de tortuga.
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𝐌𝐲 𝐤𝐢𝐧𝐝𝐚 𝐨𝐟 𝐩𝐫𝐞𝐭𝐭𝐲 𝐛𝐨𝐲 - 𝐌𝐢𝐧𝐬𝐮𝐧𝐠
Fanfic¿Qué harias si un día de la nada te enteras que estas en espera de un bebé? Además del pequeño dato...eres un chico. Los Lee y Hwang siempre se habían considerado una gran familia poseedora de empresas multimillonarias y reconocidas en todo el paí...