Las noches parecían más silenciosas que antes, el cielo nublado de esa en especifico le hacía sentír apagado, al parecer llovería en cualquier momento, y el cielo también. Jisung admiraba los colores de las luces, tan calidas y frias, iluminando las calles donde pocos carros pasaban a esas horas. Muchos pensamientos recorrían su cabeza desde ese día en el hospital, no se consideraba ser lo suficiente para criar a nadie, nisiquier a Jeongin, que era tan solo unos meses menor que él.
Y como lo había previsto, el cielo comenzó a soltar sus pesares, al igual que Jisung, en gruesas gotas que parecían nunca detenerse. El sonido blanco de la lluvia ayuda a las personas a calmarse en muchas situaciones, pero esa noche, solo ayudaba a ocultar los fuertes sollozos de un chico confundido.
"Procuren cuidar de él, además de ser un caso especial, es un muchacho joven y o descarta la idea de llegar a tener depresion perinatal" Mencionó su doctor a sus espaldas, mientras hablaba con Jeongin dentro del consultorio como si no pudiese escucharlos.
Decidió que lo mejor era recostarse en su cama, buscando consuelo en sus sueños, buscando el olvido tan solo cerrando los ojos o el sentirse despreocupado por unas cuantas horas. Dormir era su salvación, dormir no lo hacía pensar.
Así fue que su respiración se calmo y las lagrimas dejaron de salir, cubierto hasta arriba con las sabanas, solo la lluvia se hacía escuchar, creando un buen ámbiente para dormir hasta no poder más.
"Iré a la oficina de Minho ya que necesito hablar urgente con él, ¿Puedes quedarte solo unas horas? Volveré lo más pronto posible"
Fueron las palabras que dijo Jeongin antes de salir por esa puerta. Ultimamente Jisung creía que ellos lo cuidaban demasiado, como si fuese una bola de cristal, que ante cualquier resbalón simplemente caería y se rompería; o como una mariposa en peligro de extinción, que al más minimo roce con sus alas acabaría destrozada. ¿Por qué lo hacían? Tal vez al igual que él tenían miedo de lo que estaba por venir, pero, ¿Era así de importante para ellos? Su cabeza solía repetirle constantemente una misma palabra.
"No".
El sonido del timbre fue lo que logró sacarlo casi por completo de aquellos pensamientos que siempre lograban desbordarlo hasta el colapso. ¿Jeongin habría regresado tan rápido? Si no pasó ni media hora, ¿Algún paquete? La curiosidad era claramente visible y por un momento recordó una frase, proveniente de un video que había visto hace unas semanas:
"Cuando lees un libro, es imposible que sepas lo que hay detras de una puerta, a no ser que el protagonista decida abrirla"
Entonces, con cuidado de no hacer ruido, bajó de la alta silla que se encontraba en la mesada de la cocina, donde anteriormente estaba comiendo un cereal, y a paso lento se acercó a la puerta, el timbre volvió a sonar y detrás de esta se podía escuchar unos pies nerviosos resonando con el lubricado piso de su departamento. Tomó la perilla con su mano temblorosa, por poco que podía sentir una gota de sudor corriendo por su cuello y el corazón latirle a mil por hora.
Tras un suspiro su mano accionó, abriendo la puerta unos 10 centimetros, suficiente para que pudiese asomarse y mirar quien estaba del otro lado, pero no tanto para así no ser apreciado en totalidad. Un chico alto, de cabello castaño, traje negro, ojos gatunos y nariz perfilada, estaba parado en su puerta, y aunque su esclerótica fuese naturalmente blanca, se le notaba un tanto rosada, como si no hubiese dormido en días, casi igual a Jisung.
-¿H-Hola?- Habló en un tono bajo, al ver tal presentación que tenía y no visualizar ninguna clase de paquete, no podía simplemente cerrarle la puerta en la cara.
-Lamento las molestias, ¿Tu eres...- Este se quedó unos momentos mirando a Jisung, como si lo estuviese analizando o adorando, de alguna manera, notó como sus cejas de alzaban con alivio por unos momentos y volvía a recuperar su postura -...Han Jisung?-
-Ohm...Si- El menor aún se encontraba escondido tras la madera marrón de la puerta, apenas si se podían ver sus redondos ojos cansados, y parte de su mejilla mostrando su lunar -¿Tú eres...?-
-Minho o Lee Know, n-no se si me recuerdas- El nerviosismo era claro en ambos, todo aparentaba que ambos se conocían, podían sentirlo de una manera bastante fuerte, pero al menos para Jisung, no encontraba una respuesta clara en medio de tantos pensamientos -¿Puedo pasar? Sólo quiero hablar...-
Jisung dudada, pero algo en su interior, al ver esos gatunos ojos en un estado tan lamentable, casi que se podía ver reflejado en los mismos, como aquellas almas gemelas que se encuentran un día y saben que la conexion es inmediata sin siquiera conocerse.
-¡Te juro que voy a matarlo! "Ni si incuintri in isti miminto"- Bufaba abriendo la puerta con rabia, Hyunjin lo seguía por detrás un tanto avergonzado de la situación. El pequeño, no tan pequeño, Jeongin había estado así desde que salieron de la oficina de Minho, luego de que la recepcionista le dijera que "Para verlo, necesita registrar una cita con anterioridad" Dando a entender que el mayor no se encontraba.
-Innie, de seguro tuvo un inconveniente y tuvo que salir, suele pasar- Intentó explicar mientras cerraba la puerta tras ellos, recogía el abrigo anteriormente arrojado con rabia al suelo e iba donde el pelinegro se encontraba. Fue que al momento de dar un paso, chocó con alguien -¿Jeongin? ¿Qué pas- Paró sus palabras al mirar al frente.
Minho se encontraba en su apartamento, sentado junto a Jisung, ambos con las manos unidas, pero este último con algunas lagrimas sobre sus mejillas.
-¿Qué ocurre?- Preguntó Jeongin con algo de preocupación.
Haganme saber que opinan de les está pareciendo, wiii, me ayuda mucho <3
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𝐌𝐲 𝐤𝐢𝐧𝐝𝐚 𝐨𝐟 𝐩𝐫𝐞𝐭𝐭𝐲 𝐛𝐨𝐲 - 𝐌𝐢𝐧𝐬𝐮𝐧𝐠
Fanfiction¿Qué harias si un día de la nada te enteras que estas en espera de un bebé? Además del pequeño dato...eres un chico. Los Lee y Hwang siempre se habían considerado una gran familia poseedora de empresas multimillonarias y reconocidas en todo el paí...