La plática entre Christopher y Changbin fluía con naturalidad a lo largo de esa mañana, era cómodo para ambos el estar juntos.
Aún sentados en la mesa del comedor continuaron hablando y conociéndose mejor.
—¿Entonces sabes tocar el piano? —Changbin preguntó interesado en lo que Christopher le decía.
—Sí, solía hacerlo en mis tiempos libres pero hace unos años que lo dejé —el menor respondió.
—¿Por qué?
—Bueno, no tengo dinero para comprarme uno y no hay algún lugar en donde pueda encontrar un piano para tocarlo.
Changbin lo pensó un momento y recordó que en casa tenía uno.
—Yo compré uno hace poco como decoración, pero no sé tocarlo, deberías ir a casa y mostrarme un poco —el coreano ofreció animado—. ¿Estás ocupado mañana?
—Mañana... —mañana Sana estaría en casa—. Lo siento, pero mi esposa tiene libres los fines de semana y debo quedarme con ella.
—Oh, estás casado —aquel dato tomó a Changbin por sorpresa, le había estado coqueteando a un individuo casado todo este tiempo.
¿Debía alejarse? Christopher le parecía un chico interesante, sin embargo él tenía un esposo y Changbin sabía que no debería interponerse en un matrimonio, eso estaba mal.
—Sí... Pero, ¿qué te parece el lunes? Podemos vernos el lunes en tu casa —Christopher ofreció una solución luciendo bastante animado.
—Claro —sin embargo, Changbin no parecía muy convencido por aquello, después de todo estaría llevando a casa a un sexy hombre casado, ¿qué pasaba si las cosas se salían de control? Christopher era una tentación bastante difícil para él, era lindo y definitivamente no quería solamente una amistad con el contrario, es por eso que intentó mostrarle sus verdaderas intenciones con él desde el primer momento en el que lo invitó a desayunar. ¿Acaso Christopher no había notado su interés? Diablos, los australianos si que eran realmente difíciles.
Por desgracia, la alarma de Christopher interrumpió sus pensamientos. Parecía que su tiempo juntos había acabado.
—Oh, lo siento mucho, pero...
—Debo irme —Changbin le interrumpió y salió de su casa algo apresurado. Parecía como si estuviera huyendo.
—Sí, debes irte —Christopher susurró para sí mismo cuando Changbin prácticamente ya había escapado de su casa.
Nuevamente un pesado fin de semana comenzaría para el menor, esto gracias a los constantes regaños y gritos que se la pasó recibiendo de su esposa, se preguntaba,
¿qué tan diferente sería si él fuera mamá? ¿Su esposa dejaría de odiarlo por eso? ¿O su hijo también recibiría violencia?
Muchas dudas rondaban por la mente del australiano al recibir todo ese maltrato por parte de su mujer.Por suerte el fin de semana acabó, un par de golpes y heridas nuevas quedaron como recuerdo para Christopher de aquel fin de semana, sin embargo eso no fue lo más doloroso sino el hecho de no haber hablado con Changbin por estos dos días, ni siquiera por mensajes, pero de cierta forma eso fue bueno, o de lo contrario se la habría pasado pegado al teléfono y probablemente Sana habría descubierto que se veía con alguien mientras ella no estaba. No podía exponer a Changbin de esa manera, no frente a una mujer así de peligroso.
Changbin por su parte pasó ese fin de semana pensando a dónde llegaría todo esto. Si estuviera en Corea probablemente ahora mismo estuviera saliendo con algún chico, sin embargo estaba en Australia y de todos los chicos que habían se había interesado en un casado, ¿por qué no simplemente le había preguntado antes si tenía una esposa? Oh, por supuesto, no podía llegar como un desconocido y preguntarle: "¿Estás casado?" Menos cuando el chico parecía bastante joven.
Por suerte llevaba poco de conocerlo, aquel chico había llamado su atención, pero estaba a tiempo de frenar todo, después de todo aún no estaba enamorado, solamente le había parecido interesante, así que todavía tenía la oportunidad de alejarse sigilosamente y seguir con su vida normal. Pero, algo en su interior le pedía que se quedara, además sería un poco cruel alejarse sin decir nada, sabía que de cierta forma eso podía lastimar al contrario y Changbin no quería lastimar a nadie, pero no tenía otra excusa para irse.
Entonces, a lo largo del fin de semana no habló absolutamente con Christopher, estaba en un dilema sobre si pasarle su dirección o no, si lo hacía le abriría una puerta más a Christopher y entre más tiempo pasara con él más difícil sería alejarse, él debía hacerlo, debía huír antes de que terminara enamorado de un hombre casado, no podía permitir que eso ocurriera por lo cual creyó haber decidido no pasarle su dirección ni volver a enviarle un mensaje, no iría más a su casa.
Sin embargo, no contaba con que Christopher le mandara un mensaje aquel lunes preguntando por su dirección y con lo que menos contaba era con su debilidad a la hora de llevar a cabo sus decisiones previamente tomadas.
Así que, Christopher tenía la dirección y fue hasta la casa de Changbin una vez que su esposa se fue al trabajo.
Changbin no dejaba de recriminarse que era un tonto por haber hecho eso, diablos, ahora no había vuelta atrás, lo único que podía hacer por el momento era organizar un poco mejor su casa para cuando Christopher llegara.
Y cuando el timbre sonó, Changbin echó un último vistazo al piano antes de abrirle la puerta a Christopher. No esperó sonreir al mirar a la menor parada frente a su puerta.
—Hola —saludó el más joven al ver a Changbin abrirle la puerta.
—Hola, adelante —Changbin saludó moviéndose a un lado para que el chico pudiera entrar.
Christopher parecía un niño pequeño al mirar aquel piano frente a él, la ilusión por volver a tocar uno después de años era increíble.
Y Changbin sonrió con ternura al ver a Christopher correr a la sillita frente al piano.
El menor acarició el piano con la punta de sus dedos antes de mirar a Changbin acercarse.
—¿Alguna vez intentaste tocar? —Christopher preguntó al notar la atención que Changbin ponía a sus movimientos.
—No, nunca —el mayor se sinceró.
—Ven aquí —Christopher hizo un espacio para que Changbin se sentara a su lado.
Y en una acción tan natural, Christopher se quitó las gafas oscuras para mirar bien la partitura.
Entonces, Changbin jadeó asombrado—. ¿Pasa algo? —Christopher le miró.
—¿Qué demonios te sucedió en la cara? —el mayor lo tomó de las mejillas para mirarlo.
Y Christopher abrió los ojos en grande. Había descubierto sus moretones.
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𝗲𝘀𝘁𝗲́𝗿𝗶𝗹 ✧ 𝖻𝗂𝗇𝖼𝗁𝖺𝗇
Fanfiction𝐄𝐒𝐓𝐄𝐑𝐈𝐋 ──── Después de cinco años de matrimonio, Christopher comienza a ser víctima de violencia doméstica por parte de su mujer, quien la acusa de ser incapaz de darle descendencia. En medio del caos y la tristeza conoce a Changbin quien...