𝗢𝟮𝟮

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Hoy era el día de la tercera cita de seguimiento del embarazo ee Christopher, por fin sabrían el sexo de su bebé y, a decir verdad, aquello lo mantenía realmente emocionado e impaciente.

Llevaban algunos días de haber comenzado oficialmente con los papeleos para el divorcio de Christopher. A pesar de que Sana mantuviera en secreto todo el escándalo que estaba viviendo, se seguía negando a firmar aquella acta, pues ésta ponía innumerables excusas para no hacerlo aún así estando bajo amenaza con una denuncia por maltrato doméstico hacia su esposo. Sin embargo, parecía no tenerle miedo a nada, puesto que, su terca actitud seguía sin cambiar.

Eso mantenía algo estresados a Christopher tanto como a Changbin, así que, para poder presionar más a la contraria, con ayuda de las abogadas que Chaeryeong les había presentado, comenzaron a recolectar una evidencia real sobre el maltrato que Sana había ejercido contra su esposo a lo largo de todos estos años. Changbin se encargó de presentar aquellas evidencias para dar mayor credibilidad a la amenaza sobre la cual ya le habían advertido, era algo sencillo, solo debía firmar esa carta si no quería acabar en la carcel, Seo no podía creer el grado de terquedad en esa mujer al no ceder a firmar, él estaba perdiendo la paciencia con ella, quería mandarla a la cárcel de una vez por todas, aquello sería más sencillo y rápido para librar a Christopher de su esposa, sin embargo, él mismo le había pedido a Changbin ser más paciente con ella y Changbin no podía creer que realmente le estaba regalando más tiempo.

Definitivamente, ese dia sería ajetreado: debían ir a la cita de Christopher, volver a casa para hablar con las abogadas sobre la respuesta más reciente de Sana y posteriormente, Changbin irse a trabajar. Era demasiado para un solo día, pero, el coreano sabía que debía esforzarse por el australiano. Él de verdad lo quería y si debía continuar con esa rutina, lo haría por el tiempo que fuera necesario, todo con tal de darle la libertad que tanto se merecía después de esos cinco años de infierno que había vivido.

Se encontraban en el consultorio de Chaeryeong mirando atentamente a la pantalla en la cual se mostraba el ultrasonido de Christopher mientras esperaban impacientes por la revelación del sexo de su bebé.

—Entonces, ¿están listos para saber el sexo de su bebé? —Chaeryeong preguntó con una sonrisa.

—Que sí, mujer, ya dilo —Changbin exclamó impaciente.

Y Christopher soltó una risita golpeando suavemente el brazo de Changbin en forma de protesta.

—Bueno, bueno —Chaeryeong también rió—. Este bebé es... —hizo una pausa solo para disfrutar un poco más de la frustración de su mejor amigo—. Es una niña —Chaeryeong por fin soltó con una sonrisa.

—¡Sí! —Changbin celebró levantándose de la silla en la que se encontraba a causa de la felicidad, recobrando la compostura y carraspeando para después volver a sentarse—. Es decir, wow, que sorpresa —alegó con una voz más tranquila.

Christopher rió.

—A mí también me emociona, confieso que llegué a pensar en un par de nombres en
caso de que fuese una niña —el menor se sinceró mirando con ternura al ultrasonido en la pantalla.

Ninguna de las dos podía ocultar su emoción en esos momentos y Chaeryeong también se sentía feliz por ellos, era lindo ver a su mejor amigo formar una vida un poco más estable con el chico que amaba.

—Bueno, aprovechando que ahora estás aquí —Chaeryeong habló mirando a Changbin—, sería bueno que te hicieras una prueba de sangre en el laboratorio y trajeras lo más pronto posible una muestra de líquido seminal, es solo un protocolo para descartar alguna posible enfermedad genética en su bebé, aunque no creo que haya probabilidad de que nazca tan tonta como tú —la coreana menor bromeó.

Changbin la miró con indignación, asintiendo resignado.

—Por supuesto —continuó con una pequeña risa.

—Pueden ir con Lily para que les agende su próxima cita y el día de las pruebas para Changbin —Chaeryeong indicó por última vez, despidiendo a la pareja.

La cita prácticamente había terminado, ambos estaban por salir cuando de pronto Christopher se detuvo y miró nuevamente en dirección a Chaeryeong.

Él aún tenía una duda por resolver.

—Yo... Antes de irme quería aclarar una duda —el menor habló algo tímido.

—Por supuesto, dime —Chaeryeong le respondió.

—Es malo hacer, mmh, ¿cómo decirlo? —Christopher intentaba buscar las palabras correctas—. ¿Es peligroso hacer "esas cosas" durante el embarazo? Ya sabes, me refiero a "esas prácticas", las relaciones... ahm... —Christopher realmente se avergonzaba de preguntárselo directamente.

Y Chae rió.

—No es malo tener sexo durante el embarazo —la doctora le respondió con una leve risita—. Al contrario, es algo bueno para ti ya que el líbido suele aumentar cuando una persona está en cinta.

Ahora Changbin entendía a que se debía la constante excitación que Christopher experimentaba últimamente.

—Te lo dije —Christopher susurró golpeando levemente el brazo de Changbin.

—¿Hay algún riesgo que pueda afectar al embarazo por eso? —fue el turno de Changbin en preguntar.

—No, siempre y cuando no intenten posiciones que sean incómodas o requieran demasiado esfuerzo, recuerda que Christopher debe evitar hacer cosas peligrosas que requieran fuerza extra.

—Ooh —ambos asintieron ante las respuestas de Chaeryeong.

—Entonces sería todo, gracias —el menor se despidió para seguidamente salir junto con Changbin del consultorio y de la clínica en general.

Debían darse prisa para llegar a casa y hablar nuevamente con las abogadas que atendían el caso del divorcio de Christopher.

Una vez llegaron a casa, esperaron por el aviso del timbre del hogar, si bien Changbin se estaba encargando de ponerse de acuerdo con ambas abogadas responsables, Christopher no se quedaba sin hacer nada, él había hecho una nueva amistad con la esposa de una de las abogadas, Chaeyoung era una persona bastante simpática para Christopher y le gustaba hablar con ella mientras Changbin se encargaba de los papeleos.

—Sana continúa negándose a firmar, quiere quedarse con los bienes en su totalidad ya que afirma que Christopher nunca trabajó para ayudarla a conseguir lo que tiene —la primera abogada informó.

—Esa bastarda, ella fue quien nunca le permitió trabajar, pero dile que puede quedarse con toda su basura, Christopher no la necesita —Changbin gruñó.

—No podemos decirlo de esa manera, pero le pediremos que firme a cambio de la potestad total de sus bienes —la segunda abogada afirmó.

—Jihyo tiene razón, sería una buena forma de convencerlo —Mina, la principal abogada apoyó la idea.

—Entonces, haganlo de esa manera, confío en ustedes —Changbin aseguró mirando la hora en su teléfono, casi era hora de irse al trabajo.

Ambas abogadas asintieron y salieron del apartamento de Changbin.

—Adiós, Chaeyoung —Christopher se despidió de su amiga al notar que la mujer de ésta salía del lugar.

Y sin más, ellas se fueron dejando a solas a la pareja.

Por desgracia, también Changbin debía irse, era hora de trabajar, así que se despidió del australiano dejando un pequeño beso en su frente y otro en sus labios.

𝗲𝘀𝘁𝗲́𝗿𝗶𝗹  ✧  𝖻𝗂𝗇𝖼𝗁𝖺𝗇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora