Sana se encontraba tranquila en casa mirando una película al lado de Soobin, el cual, miraba atentamente a la pantalla de su celular mientras sonreía a causa de las ocurrencias que su novio Beomgyu le decía por medio de los mensajes.
Estaban en silencio, el único sonido que había en la sala era el del televisor debido a la película, sin embargo, el ruido de insistentes golpes en la puerta principal llamó la atención de ambos, los cuales, desviaron la mirada hasta dar con la puerta y al percatarse de tal insistencia, Sana se levantó para ir a ver quién era el que interrumpía su tranquila mañana de sábado.
Abrió la puerta de forma brusca a punto de reclamarle a la persona causante de las molestias, sin embargo, no esperó a que tres oficiales entraran sin previo aviso a su casa y la tomaran de los brazos para sacarla del lugar.
—Somos la ley de Sidney, Minatozaki Sana, queda arrestada tras ser acusada por maltrato doméstico contra su ex esposo, tiene derecho a permanecer en silencio o todo lo que usted diga podrá ser usado en su contra —uno de los oficiales informó haciendo una señal para que los otros dos policías la sacaran de su casa—. Tiene derecho a un abogado y en caso de no contar con uno, el tribunal le asignará a alguien que atienda su caso.
—¡No!, ¿de qué mierda hablan? —la japonesa intentaba zafarse del agarre de los oficiales mientras estos la sujetaban con fuerza para esposar sus manos en la espalda.
—¿Qué demonios sucede? —Soobin se acercó al escuchar el alboroto.
—¡Esto es un mal entendido! ¡Suéltenme! ¡Yo no maltraté a nadie!
—Tiene derecho a permanecer en silencio o todo lo que diga será usado en su contra —el oficial le repitió caminando hacia el auto mientras los oficiales que llevaban a Sana lo seguían.
—¿Que mierda? ¿Algúna explicación? —Soobin confundido también los siguió hasta fuera de la casa.
—La señora Minatozaki Sana fue acusada por maltrato doméstico contra su esposo, será llevada a juicio y permanecerá en detención hasta que el caso sea resuelto —el oficial informó.
—¡Ya no es mi maldito esposo, le firmé el divorcio!
—¿Esposo? ¿Qué mierda, Sana? —Soobin lo miró con repudio al escuchar aquello.
—No les creas, amor, ellos mienten.
—¡Cierra la boca, imbécil! —él respondió realmente enojado.
—¡Tú, maldito asqueroso, me mentiste! —Sana se percató de la presencia de las cuatro personas a las que menos quería ver en estos momentos; las dos abogadas, Changbin y Christopher, los cuales yacían parados en su jardín mirando como ella era llevada al auto de policías—. ¡Me dijiste que no levantarías cargos, infeliz! —ésta reclamó con dirección a Jihyo.
—Le recuerdo que todo lo que diga será utilizado en su contra, tiene derecho a
permanecer en silencio —el oficial comenzaba a perder la paciencia.—¡Me las van a pagar! ¡Todos ustedes, y tu amiga también! —Sana amenazó mirando a Changbin—. ¡Esa idiota, me encargaré de que pierda su maldito empleo y su clínica de mierda! —ella seguía gritando mientras lo metían al auto por los oficiales.
Por suerte sus gritos y amenazas ya no se escuchaban desde fuera una vez que fue encerrado en el auto.
—Dios mío, ¿esa mujer es tu esposa? —Soobin se acercó a los cuatro chicos dirigiéndose a Jihyo.
—Por suerte no, fue esposo de Christopher y hace un par de días accedió a firmar el divorcio después de insistirle por meses —la abogada e ojos grandes informó después de señalar quién era Christopher.
—No puede ser, en serio lo lamento tanto, no sabía que él era tu esposo —Soobin hizo una gran reverencia frente al chico pálido.
—Tranquilo, tú lo has dicho, no sabías —Christopher le tomó del brazo para levantarlo de esa reverencia.
—Oh por Dios, ¿ese bebé es de ella? —Soobin preguntó preocupado al ver el embarazo de Christopher.
—Por suerte, no —el menor aseguró.
—Jaja, ella es pito chiquito —Changbin se burló recibiendo un golpe en el brazo por el codo de Christopher.
—Ella no es fértil, creía que yo no podía embarazarme y entonces me lastimaba por eso —el menor dió una rápida explicación.
—No sabes cuanto lo siento —Soobin aún se sentía mal por él.
—Deja de disculparte, fuiste una víctima al igual que yo —Christopher acarició su brazo para calmarlo.
Sin embargo, su plática se vió interrumpida por el oficial que se acercó a ellos para informar que Sana estaba a punto de ser llevado a detención.
—Ya nos vamos, recibirán una llamada cuando el juicio vaya a comenzar, tengan un buen día.
—Muchas gracias, oficial —Changbin agradeció y los demás hicieron una pequeña reverencia al hombre mayor.
El auto policial estaba por irse cuando Sana se las arregló para bajar un poquito la ventana.
—¡Se arrepentirán de haberme mentido! —Sana amenazó.
—Nunca debiste meterte con Christopher, ese fue tu error más grande —Changbin realmente quería ir y golpearla con sus propias manos.
—¡Maldito infeliz, me las vas a pagar!
Los oficiales al percatarse del alboroto corrieron para cerrarle la ventana y evitar más escándalos.
Mina solamente negaba con la cabeza ante todo el escándalo mientras miraba a los demás en silencio.
—¡Ten cuidado con no dejar caer el jabón en prisión, muñeca! —Changbin se burló antes
de que finalmente los oficiales cerraran la ventana de Sana y se fueran de ahí.Christopher solamente se cubrió la cara y negó con la cabeza ante las tonterías que Changbin decía.
Soobin por su parte, no tenía más que hacer en ese lugar, así que simplemente cerró la puerta y se fue a casa al igual que los demás chicos, Mina y Jihyo debían trabajar y Changbin se encargaría de cuidar a Christopher por el resto del día y consentirlo.
Changbin quería desestresarse de alguna manera y la mejor forma de hacerlo era al lado de su familia, así que fueron a casa para pasar una tarde agradable juntos, vieron algunas películas y el coreano se encargó de cuidar con todo su cariño a Christopher. Realmente lo amaba, sin embargo, él no se había atrevido a pedirle ser su novio a pesar de estar esperando un bebé juntos, Changbin primero quería librarse de ese hombre que tanto mal le hacía a su pequeño y así poder ser el oficial de Christopher, quería ser el única en su vida, claro, además de su hija, porque solo había una persona a quien Changbin dejaría que Christopher amara más que a él, y esa era Yeonhee, su pequeña hija de 7 meses de gestación.
Así que esa misma noche, Changbin cocinó la comida favorita de Christopher y a pesar de no poder comprar vino a causa del embarazo de este, eso no fue un impedimento para brindar, lo harían con jugo de uva, todo para cuidar a la pequeña Yeonhee sin dejar de lado la elegancia.
Y con decoraciones de velas y petalos de rosa, Changbin estaba listo para pedirle a Christopher en esa cena romántica que fueran novios.
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𝗲𝘀𝘁𝗲́𝗿𝗶𝗹 ✧ 𝖻𝗂𝗇𝖼𝗁𝖺𝗇
Fanfiction𝐄𝐒𝐓𝐄𝐑𝐈𝐋 ──── Después de cinco años de matrimonio, Christopher comienza a ser víctima de violencia doméstica por parte de su mujer, quien la acusa de ser incapaz de darle descendencia. En medio del caos y la tristeza conoce a Changbin quien...