𝗖𝗜𝗡𝗖𝗢

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Lawrie golpeó su puño contra la mesa esperando a que el maleante frente a él soltará la sopa y le dijera el nombre de su líder. Larry tomaba café y agarraba una de las tantas galletas del "surtido rico" que eligió del 3B para compartir con sus compañeros policías.

──Pueden hacerme lo que quieran, pero no les diré nada.

──¿Lo que queramos?──Larry puso una cara maliciosa.

──¿Qué estás pensando?

Larry le entregó una escoba al detenido y lo llevo a los baños de la estación.

──Espero que lo dejes muy limpio.

──¡No! Espera, no me dejes aquí, huele bien gacho, oye. ¡Nooo!

Lawrie cerro la puerta con llave escuchando las súplicas del tipo.

──Bueno, la siguiente persona a la que debemos interrogar es... [N]... ¡[N]!

──No te espantes, deben haber muchísimas personas con el nombre de [N].── Larry palmeó la espalda de su hermano y entró a la sala de interrogatorio, despues de un minuto salió con una cara sonriente pero confundida──creo que no hay muchas personas que se llamen [N] en este pueblo.

──Esta debe ser una mala broma.

La chica de pelo [c/p] se mantenía viendo su reflejo en los espejos de la sala, a su parecer se veía bastante bien a pesar de las fachas con las que salió a comprar bolillo, pues, como era de noche sólo se puso su pijama y una camisa cuatro tallas más grandes que ella, además de un suéter, claro está.

──Hola.

Lawrie arrugó la nariz al verla tan despreocupada cuando ella cometió un crimen, ¡Un crimen, por Dios santo! El de ojos amarillos tomo una silla y se sentó frente a la detenida.

──Así que estabas dañando el exterior de una tienda de abarrotes.──dijo Larry sosteniendo unos papeles mientras entraba a la sala. Él estaba confundido de que [N] estuviera ahí, pues ella estaba vestida con un pijama y cuando sus colegas la arrestaron sólo llevaba una bolsa con pan.

──Les juro por esta, que no hice nada.── [N] besó la cruz de su collar viendo a Lawrie y Larry.──los problemas me persiguen, ¡Que no ven que soy la mejor guerrera de Diosito!

──Eso dicen todos.──respondió el de ojos amarillos.

──Pero, yo soy [N], mírame no sería capaz de hacer tal fechoría.

Los dos hermanos se miraron fijamente compartiendo ideas, como si tuvieran el don de la telepatía.

──Metela a la celda.──dijo Lawrie.

──Lo siento [N], ordenes son ordenes.

──¿¡Qué!? Esperen no entienden , ultimadamente soy una persona diferente, transmute mi odio y mi rencor a un amor y paz más bueno, más benévolo.── [N] luchaba contra los brazos fuertes de Larry, pero pronto se dejó arrastrar por él hasta una celda con olor a humedad y manchas de dudosa procedencia.──Larry, tienes que creerme, soy inocente.

──Tranquila, no estarás mucho tiempo tras la rejas.──Larry se compadeció de ella, pero pronto la dejo ahí junto a su compañera de celda, una mujer mayor que estaba acostada arriba de una litera con cara de mala muerte.

──¡Larry! ¡Larry!

──Ya ni le hables, se fue como alma que lleva el diablo.── le dijo su compañera de celda.──ademas que confianzas son esas para llamar al oficial por su nombre. Ubicate, para ellos solo somos un incremento en su sueldo sucio y corrupto. No porque este guapo le vas a rogar.

𝐓𝐄𝐑𝐂𝐄𝐑𝐌𝐔𝐍𝐃𝐈𝐒𝐓𝐀 ── 𝑙𝑎𝑟𝑟𝑦 𝑦 𝑙𝑎𝑤𝑟𝑖𝑒 𝑥 𝒓𝒆𝒂𝒅𝒆𝒓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora