Capitulo 19

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Alexander

Dulce mentira...

. —Sentí que me miraba con amor, un amor que seguramente yo me inventé— .

-..Mario Benedetti..-

Isaac estaba de espaldas mirando fijamente la ventana, estaba desnudo. Se veía muy sexy así desnudito, recién despierto, con el pelo desordenado...Pero por alguna razón, por alguna maldita razón me daba la sensación que algo no estaba igual. Últimamente o desde que había recordado a Miguel, sentía un vacío extraño, un vacío que juré que había dejado atrás, o eso pensé. Simplemente me sentía confundido, perdido, desorientado y los diferentes sinónimos de estar en un agujero al que caíste sin darte la mínima cuenta.

Me relamí los labios, pensativo, y suspiré pesadamente, me enderece un poco y recosté mi codo en la almohada mientras recostaba mi cabeza en mi palma y miraba a Isaac. Seguramente sintió mi mirada porque me miró por encima de su hombro, me dio una dulce sonrisa y se la devolví. Mi mirada se concentró en su labio inferior en donde se había hecho su nuevo piercing. Volví mi mirada hacia sus ojos castaños y entrecerré los ojos mirándolo fijamente.

Desvíe mi mirada hacia mi móvil el cual estaba en la mesita de noche, estire mi mano y lo agarré. Prendí la pantalla de un solo movimiento y me mostró la hora 12:30 pm. Suspiré pesadamente y lo apagué, lo deje a un lado y me incorporé, pero un dolor intenso en mi nuca me golpeó y luego subió hacia mi cabeza entera.

Sentí una recarga recorrer todo mi cuerpo causando un dolor intenso en mi espalda ante el recorrido. Suspiré y coloque mis manos juntas detrás de mi espalda y me estire, mi espalda hizo "crack" me sentí libre, pero el dolor persistía en un pequeño piquete en el movimiento del brazo izquierdo.

Mire a Isaac nuevamente y note que tenía la cabeza baja, me acerqué a él lentamente y incline hacia adelante llevando mi mano hacia su muslo y dándole un beso en la mejilla, lo mire y cuando menos me di cuenta ya estaba encima de él entre sus piernas besándolo y tocando sus muslos de arriba a abajo.

Un mañanero no hacía daño, así que no veía problema.

Querrás decir un tardecero.

Subí mis manos hacia la cintura de Isaac y lo jale un poco para pegar un poco más sus labios a los míos. Lamí sus labios suplicando más libertad de explorar su boca y este accedió entreabriendo un poco más sus labios carnosos. Tire ligeramente de su piercing y sentí el metal desprenderse.

Mire confundido a Isaac y este soltó una risita divertida, llevo sus dedos hacia mis dientes los cuales sostenían el aro y lo tomo volviendo a colocarlo en su lugar de alguna forma.

—¿Es falso?—Le pregunté confundido aún.

—Sí, me da miedo hacérmelo en serio, siento que va a doler—Me respondió apretando sus piernas en mi cintura desnuda.

—Pensé que te había arrancado el labio, idiota— Murmuré frunciendo un poco el ceño.

—Ojala— Me respondió dándome una mirada picara.

Fruncí un poco más el ceño y apreté sus caderas, aunque algo me golpeo de la nada, su mirada piara...Era extraño ver esa mirada en alguien al cual consideraba muy inocente para mí, pero era Isaac, el mismo Isaac que tuvo sexo la primera noche que nos conocimos, el mismo chico que se metió en una pelea con uno de su aula solo porque hizo una broma, ese mismo chico que me hacía sentir que mis pantalones eran apretados cuando era dos tallas más grandes.

—Bueno, tengo clase de batería, ¿Me puedes llevar? —Me pregunto, el se incorporo y me empujo hacia el colchón nuevamente antes de pasar una piernas por encima de mí y subirse encima de mí, aplasto su culo en mi abdomen y pasos sus manos por mis brazos y hombros de forma seductora.

Lograremos seguir con esto?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora