Capitulo 16

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Si amas a alguien verdaderamente demuéstralo, no lo dejes o la dejes ir, demuéstrale todo lo que sientes aunque sea complicado, amala o amalo tal y como es, con defectos y sin defectos, pero valora lo que tienes antes de que lo pierdas, antes de que la luz se apague, antes de que la ultima chispa de fuego y pasión se vuelva un precioso y doloroso recuerdo enterrado como una navaja en el corazón y pensamientos.

ISAAC

Un chico transexual, era claro que nunca encontraría al chico ideal que respetara eso, nunca. O eso pensaba, hasta que lo conocí. Conocí a mi Alex, el chico que siempre estuve esperando, del que tenía esperanza, del que apareció en el peor momento de mi vida y me ayudo a salir de esa oscuridad. Al chico que espere día y noche, días y semanas, meses y unos cuantos años.

Si, Alex era mi chico ideal, el chico perfecto, mis sueños e ilusiones en un chico.

— ¿Te duele? —Me pregunto mientras me acariciaba el pecho, no me dolía, pero quería sus manos encima de mi cuerpo todo el tiempo.

—Un poco—Mentí, pero no se dio cuenta por suerte—Quiero que me abraces y me mimes, gatito.

—Como lo ordene mi ardilla—Dijo divertido.

Me abrazo llevando su mano por toda mi columna desnuda, tocando mi piel de tal forma que me hacía sentir que estaba en el cielo. Cerré mis ojos y escondí mi cara en su cálido cuello. Besando con ternura y luego marcando por encima, quería que todos supiesen que Alex era mío, de nadie más, solo mío.

Estaba tan tranquilo, pero no faltaba el maldito que tuviera envidia. Idiota de Jonathan que arruino ese momento tan perfecto. Aunque la música estaba buena así que no le lance al gato a la cabeza igual que en la película de Coraline cuando ella le lanzo el gato a la cabeza de la bruja. Aunque pensé en hacerlo pero Alex se me adelanto lanzándole el despertador, enojado, pero tuve esa buena vista de verle los músculos a Alex.

Que chichotas, ¿De casualidad no sueltan leche?

Está bien, esa canción no salía de mi mente desde que había visto a Alex sin ropa.

— Yo digo que al bar de nuestro amigo—Dijo Alex, pero no entendí nada de la situación.

— ¿Qué cosa de quien y a donde van? —Pregunte, enarcando una ceja y fulminando a Jonathan con la mirada— Dicen y no invitan.

—Habrá una fiesta y Alex y yo somos los anfitriones—Explico Jonathan, sin importancia.

— ¿Puedo ir? —Pregunte al instante—No quiero que una zorra se le acerque a mi novio.

—Lamentablemente aunque Alex te presente como su novio todas van a seguir detrás de él, por algo es que tiene tanta fama—Respondió Jonathan mientras me miraba directamente a los ojos, no entendía por qué todas las mujeres babeaban por él, o tal vez solo era mis gustos, quien sabe.

—Aparte, no estás invitado, las invitaciones se enviaron las semanas pasadas—Dijo Jonathan esta vez con seriedad— ¿Recibiste una invitación o algo parecido? ¿Alex te dio una?

—No. Alex no me dio ninguna—Respondí, volteando a ver a Alex el cual estaba en silencio, callado y con la mirada hacia un rincón— ¿Por qué no me invitaste?

Él no respondió, solo note como tragaba en grueso, en absoluto eso me bajo de ánimos. ¿Por qué no me había invitado? Tal vez era una fiesta de estudiantes, pero de todas formas eso no tenía nada que ver.

—Alex.

— Se me olvido, estaba concentrado en otras cosas—Murmuro en voz baja, como si lo estuvieran regañando—Perdóname.

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