Capitulo 14

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¿Qué significa el amor? ¿Podré sentirlo en algún momento? ¿Era lo que estaba sintiendo con Isaac? ¿O solo era una adicción como el montón? No sabía responder eso...No sabía ni siquiera que sentía por Isaac, ¿realmente los "te amo" eran sinceros o solo los decía por qué todas las parejas se lo dicen? —Tal vez solo era un juego para distraernos— Pero, no quería lastimar a Isaac, no quería que él me lastimara, tenía miedo, era la segunda vez que sentía esos miedos, pero está vez eran más fuertes, más dolorosos, peor que una apuñalada o una resaca. Pero volviendo al grano, Isaac y yo ya éramos pareja, si, como leyeron, ya lo éramos, ¿Y cómo se lo dije? Bueno, fui hasta su casa y con una escalera subí hasta su balcón y...

Miente, solo se lo dijo mientras tenían sexo.

¡Cállate maldito! ¡Déjame con mi poca dignidad!

No quiero, y soporta porque soy tu conciencia.

Después de esa pelea con mi conciencia ahí estaba, sentado en la cena familiar sin Isaac, ¿qué esperaba? No podía aparecer siendo novio de un chico cuando mi familia odia todo ese tema de los "maricas" así como los llamaban, excepto mi prima hermana. Las vacaciones de verano habían terminado, pero lo bueno es que Isaac no fue el típico novio de verano. Lo malo era que volvería a ver a los simios de mi clase. Solo faltaba ese año y podría ser libre, mi plan sería comprar un carro e irme a donde ese carro me llevara, o eso creía, porque me había unido a los planes y sueños de Isaac, si, como leyeron, ya estaba en los planes y sueños de Isaac, y Isaac se unió a mis planes y sueños, por fin tendría ese romance de los libros, el final que todos queremos, ¿más feliz puedo estar? Si, ¿Salté de la alegría? Si.

Pero también hay noticias malas.

¡Dije que te calles! ¡Yo cuento tú solo escucha!

Pero te tardas mucho.

Cállate.

Y sí, tal como lo dijo el fastidioso de mi conciencia hay una mala noticia, y si, fue algo relacionado con Isaac. Isaac me obligo a ir al psicólogo, que por suerte no me envió al psiquiatra. ¿Estaba feliz por desahogarme con un psicólogo? No, claro que no. No quería desahogarme con un maldito psicólogo, yo era mi propio psicólogo, yo solito podía afrontar mis problemas, no necesitaba ayuda de nadie, ni siquiera la ayuda de Isaac. Devuelta a la realidad y presente solo suspire y solo intente sentarme mal, pero lo que recibí fue un codazo en la costilla por parte del maldito de mi hermano mayor, ese maldito chico, se hacía el elegante pero en la casa parecía loco de casa. Estaba tranquilo, revisando que Isaac escribiera o enviara un mensaje, pero el maldito se tardaba, digo, mi novio se tardaba.

— ¿Dillan nos estas escuchando? —Pregunto mi madre, al instante guarde mi móvil en mi bolsillo y levante la mirada, me puse recto y me puse serio.

— S-Si... —Tartamudee, ella lo noto pero solo suspiro y siguió hablando sobre temas de negocio y cosas que para mí eran solo tonterías y basura, cosas sin sentido y sin interés.

—Más te vale no hacernos quedar mal está vez, Dillan —Me susurro mi padrastro al oído, oh, maldito bastardo, ¿dijo que los hiciera quedar mal? Con gusto, quería hacerlos quedar mal, pero volver al próximo día donde Isaac con golpes en todo mi cuerpo no era buena idea y muchos menos mentirle que me caía, que fue un accidente, culpa de las prácticas de boxeo o por jugar brusco con mis amigos. Mentiras que siempre le decía a Isaac y él se las tragaba.

— No lo haré —Respondí con la voz más seca que pude sacar. Pero por alguna razón mi voz temblaba y sentía tensión en todo mi cuerpo, esa maldita corbata me estaba ahogando, el aire s eme estaba cortando y mi saliva se secaba. Tenía que tomar un respiro, salir de ahí, irme de ahí, me levante con cuidado y me acerque a mi madre —Iré al baño, ya regreso.

Lograremos seguir con esto?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora