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Al abrir los ojos lo primero que recibe es la luz viniendo del exterior, cargándole un poco. Frota con calma sus ojos, en el proceso su codo choca con algo, a lo que se sobresalta en respuesta y mira a su costado. Se siente más tranquilo al ver que es Yunho, quien está despertando por el reciente golpecito y lo observa un tanto adormilado.

Qué incómodo.

—Buenos días. —Menciona con calma el Golden Retriever, quien le regala una bella sonrisa causante de un extraño cosquilleo en su pecho.

—Buenos días. —No quería hacer tan palpable la incomodidad en su voz, lo disimuló como pudo. Con un tranquilo movimiento se reincorporó, quedó sentado con su cadera un poco inclinado, le dolía. —¿Cómo hemos llegado a mi habitación?

—Te quedaste dormido, así que te traje aquí, limpié el desastre del salón, lavé tus platos y me tumbé un rato a tu lado, solo que me descuidé y me dormí también. —El tono un tanto avergonzado con el que lo dice provoca que la incomodad en el ambiente sea menor. Él también se sienta en la cama.

—¿Qué dices? No deberías haber hecho todo eso, no era necesario. —Le conmueve un poco que Yunho se haya tomado tantas molestias. —Muchas gracias.

—No me las des, al fin y al cabo ambos ensuciamos todo. —El tono juguetón no pasa desapercibido, Wooyoung traga saliva.

No sabe exactamente qué responder, le sabe mal después de todo lo que ha hecho por él pedirle que se vaya sin más.

—¿Quieres quedarte a desayunar? —Inquiere, mucho más fluido que antes.

Esa sensación de incomodidad provino principalmente de despertar junto a alguien, durmiendo en la misma cama, desnudos, como una pareja.

No tenía muy buenos recuerdos de la última vez que sucedió eso, principalmente por la persona con quien sucedió.

Yunho da una rápida mirada a la ventana, para después mirar de vuelta al bello felino.

—Claro, aunque por el sol que hace fuera, diría que más bien sería merendar.

Ambos sueltan una risa sincronizada ante la aportación. El silencio permanece unos segundos.

—Wooyoung...

Oh, no ese tono.

—Entonces vamos. —Interrumpe, se pone de pie, importándole poco su desnudez. Pasa la vista por la habitación y ve la ropa de ambos encima de una silla. Doblada. —Ayer hice la compra, así que tengo un poco de todo, ¿Quieres pancakes? Son mi especialidad.

Sabe que Yunho no ha ignorado la forma en la que ha interrumpido esa muy probable confesión, espera que el mensaje haya quedado claro.

—C-Claro... —Contesta, obviamente nervioso.

Wooyoung se está arrepintiendo de haberle pedido que se quede.

Fuerza una sonrisa amable y le extiende su ropa, la cual Yunho toma y comienza a ponerse. El felino hace lo mismo con la propia.

El silencio que se forma entre ellos dos es abrumador, Yunho tenía claras intenciones de decir algo relacionado con sentimientos, Wooyoung no estaba dispuesto a eso.

Desde luego que no, por Dios, si a él le gusta San. Puede ser que ahora se estén evitando por la tontería que pasó hace unos días, sin embargo eso en algún momento se solucionaría, volverían a ser los mismos de siempre y Wooyoung podría confesarse. No quería nada con nadie más.

O, bueno, nada romántico.

Wooyoung abre la puerta de su cuarto, con un gesto de su cabeza invita a Yunho a salir, el más alto acata la orden y va directo a la cocina, seguido por el felino.

SEX SYMBOL  ·  Wooyoung Harem 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora