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Wooyoung amanece aquel lunes como cualquier otro; sin ganas.

Realiza su rutina matutina de siempre sin inconvenientes, solo es eso, una rutina. Sale de casa con los auriculares puestos y Slipknot sonando a todo volumen, era lo que le apetecía escuchar hoy. Llegar a la universidad fue fácil, volviendo a su ritmo de siempre, perfectamente puntual, perfectamente arreglado y perfectamente atento en clases.

Tuvo alguna que otra charla con Lino, aunque siempre tratándose del tema en clase, explicando entre ellos el tema para comprenderlo mejor. El tiempo transcurrió con rapidez, cuando algo te gusta las cosas siempre parecen ir demasiado rápido, y a él le encanta la arquitectura.

Todo sucedió con calma, o así fue hasta que, nada más sonar la campana del descanso, Lino se fijó en su cuello.

—Los mosquitos en tu edificio deben ser prehistóricos. —Bromeó, con una sonrisita, a lo que Wooyoung no pudo evitar alzar una ceja, confuso.

—¿Qué?

—Tienes un chupetón del tamaño de mi cuarto en el cuello. —Mencionó, en su tono neutral común, sin embargo la reacción del felino no lo fue tanto.

—¿Qué dices? —La sorpresa era clara en su tono, tocó su cuello, como si fuese a notar algo. Acto seguido sacó la cámara de su teléfono para fijarse y confirmar que, efectivamente, Yunho no se había contenido tanto como prometió y le dejo una marca, ya no tan notoria, en el costado del cuello. —Joder.

—¿El modelo ahora es un mosquito? —Inquirió.

—Ah, no. Jeong Yunho sí. —Mencionó, en un tono bajo para ser oído únicamente por su mejor amigo, quien, por cierto, por poco escupe el jugo que acababa de comprar.

—¿Que tú y Yunho qué? ¿El que te pidió el número? Por Dios, Wooyoung. —Minho frotó su entrecejo, un tanto exasperado. —Cambias más de chicod que de ropa interior.

—No es cierto, por una vez que solo lo hago con dos chicos y me tratas así.

—El mes pasado fueron catorce.

—No todo fue sexo, algunos fueron solo besos, otros más que eso. —Restó importancia haciendo gestos con sus manos.

—Tu fama va a pasar de ser "Sex appeal" a "Sexo gratis".

—¡Oye! —Le proporciona un codazo sin fuerza. —No es para tanto, solo aprovecho lo que se me ofrece.

—Seguro. —Finalmente Lino dejó el tema de lado para continuar dando algunos tragos a su zumo.

El camino a la cafetería no se alargó demasiado, en cuanto llegaron, charlaron un poco más a la espera de sus comidas y en cuanto las recibieron, ambos se pararon. Minho mirando a Wooyoung, quien, sin embargo, miraba a San, que repentinamente estaba muy ensimismado en su teléfono. Pasó su mirada con sospecha hasta llegar a Yeosang, para descubrir que, efectivamente, él también estaba entretenido en su móvil. Tomó una longeva inhalación para decirse mentalmente que tan solo eran coincidencias.

—¿Dónde te sientas hoy? —Inquiere su mejor amigo, llamando su atención.

Wooyoung le mira unos segundos, no dura mucho, voltea para ver la mesa en la que suele estar Jongho y se encuentra con la sorpresa de que no está, suspira por lo bajo.

—Prometí a Yunho sentarme con él. —Recuerda, con una sonrisa recta.

—Está bien, entonces ve, yo estaré donde siempre. —Lino se despide con un gesto de su cabeza para dar media vuelta e ir directo a la mesa donde está su pareja y el pelirrojo.

Wooyoung por su parte asiente y, con la bandeja en mano, se acerca a la mesa de Yunho, interrumpiendo la conversación que estaba teniendo con las otras chicas.

SEX SYMBOL  ·  Wooyoung Harem 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora