Capítulo 10

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Liquir esperaba pacientemente a que el resto de los dioses destructores hicieran acto de presencia en aquella sala de reuniones que había convocado.

Poco a poco fueron llegando los dioses, dando inicio a la reunión de urgencia, como la había nombrado el zorro.

-Espero que sí sea importante, estaba muy ocupado- con un tono irritado habló Quitela, aunque en su rostro amarillento se notaba un ligero nerviosismo.

-Yo también tengo asuntos pendientes- de igual modo se quejó Champa, aunque él sonaba auténticamente irritado.

-Habla de una vez, ¿para qué nos llamaste?- de forma casi grosera le exigió Bills, quien parecía cansado y aburrido.

Liquir suspiró con decepción, mas no con sorpresa, tomó un poco de aire y empezó a hablar -Los convoqué a esta reunión para poder comentarles un poco respecto al raro comportamiento de nuestros supremos Kaiosamas- al terminar su oración pudo notar que al fin tenía la atención total de los dioses.

-¿A qué te refieres con "comportamiento raro"?- el primero en preguntar fué Geen, pues el no habia notado un comportamiento diferente al usual en su Kaioshin.

-El comportamiento varía dependiendo al Kaioshin, sin embargo es importante que sepan que esto es algo prácticamente común en ellos y no hay porque alarmarnos- con simpleza resumió todo lo que pretendía decir, quedando en silencio nuevamente, esperando las preguntas que seguramente le caerían.

-Debes ser más claro Liquir, así no te puedo entender nada- tras unos segundos de silencio, Sidra se animó a exigir una mejor explicación.

Pasaron otros cuantos segundos de silencio absoluto, silencio que empezaba a poner nerviosos a los Hakaishines, quienes con odio miraban a Liquir, creyendo que este sólo quería molestar.

-Están en su época de galanteo y si mi ángel no me dió mal la información, está época no tendría que durar más que unos días- con tranquilidad explicó lo mejor que pudo, intentando ser delicado con el frágil tema.

-No tiene sentido- Geen habló de pronto, logrando que el resto de dioses lo mirase -Se supone que esa época se había perdido en su totalidad.

-Geen tiene razón, pasaron más de mil eones sin que los Kaioshines pasen por esa época- con la misma confusión mencionó Iwen.

El resto de dioses escuchaba la conversación que tenían ellos tres, sintiéndose estúpidos al no poder opinar respecto al tema, pues reconocían que no habían el hecho el mínimo esfuerzo en conocer un poco sobre la historia de sus compañeros.

Tras unos minutos en los que sólo ellos tres hablaban, Arak también se unió a dar sus opiniones, tratando de encontrar una buena solución a la delicada situación por la que estaban pasando los Kaioshines, sin embargo su conversación fue interrumpida por un grito furioso.

-¡Maldición! Dejen de hablar tanto, ya nos quedó claro que debemos hacer con nuestros supremos Kaiosamas- el grito colérico de Quitela logró que los cuatro dioses guardaran silencio, mirando confundidos a la rata.

-Me retiro- con un extraño rostro avergonzado se fué Bills, logrando que gradualmente el resto de dioses abandonara la reunión.

-Me retiro- con un extraño rostro avergonzado se fué Bills, logrando que gradualmente el resto de dioses abandonara la reunión

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Casados por un capricho Donde viven las historias. Descúbrelo ahora