Zeno Sama se encuentra aburrido y la Tierra parece ser un buen lugar para encontrar algo para entretenerse, después de todo la Tierra tiene una visión peculiar sobre la unión de dos personas.
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No me funen, estaba en un momento de...
Shin se encontraba en medio de la que pronto sería la pista de baile, sosteniendo el ramo con un poco de fuerza, repentinamente tímido al tener tantas miradas puestas en él.
-Invitamos a todos los supremos Kaiosamas a pasar a la pista de baile para poder atrapar el ramo- la animada voz de Wiss logró que los nombrados voltearan en su dirección, caminado con un poco de duda.
-No creo que esto sea muy necesario- la voz tímida del shin-jin causó una pequeña carcajada en el ángel, quien sólo giró el rostro para ver a los pocos Kaioshines que se habían acercado.
-Deberías ir- de forma gentil le sugirió Vermoud a su compañero, quien con atención miraba la pequeña multitud que se iba formando.
-Si así lo desea- Kai suspiró en señal de resignación y caminó unos cuantos pasos hasta estar detrás de los otros Kaioshines.
-El universo siete a veces me sorprende con sus curiosas prácticas- la suave voz de Gowas llamó su atención, logrando que volteara el rostro con duda.
-¿Por qué lo dice?
-¿No te parece curioso que decidan el destino amoroso de una persona que simplemente atrapó un ramo de flores?- con seriedad le preguntó, teniendo la vista fija en el recién casado.
-¿Cómo dijo?- la sorpresa adornó el rostro de Kai, sin embargo, antes de siquiera conseguir una respuesta, la cuenta regresiva empezó.
-Tres... Dos... ¡Uno!- tras haber sido nombrado el último número, el ramo que Shin sostenía fue lanzado al aire con una fuerza moderada.
Los Kaioshines, recordando la corta explicación que habían recibido por parte del ángel, saltaron con los brazos extendidos en un intento por atrapar las flores que volaban en el aire.
Kai miraba expectante el ramo que iba descendiendo con lentitud, el cual inútilmente intentaba ser atrapado por los dioses. Fue entonces que reaccionó, extendiendo uno de sus brazos y con facilidad consiguió agarrarlo.
Pronto, todas las miradas se posaron en él, en especial la de Vermoud, quien parecía analizar la situación con gran seriedad.
-Felicidades supremo Kaiosama del universo once, Zeno Sama esperará ansioso el día de su boda- la voz extrañamente alegre de Daishinkan llamó la atención de todos, sorprendidos por la repentina decisión.
-¿Disculpe?- Vermoud salió de entre la multitud, luciendo un rostro ligeramente pasmado.
El gran sacerdote giró un poco su cabeza, buscando con la mirada al dios -La señora Milk me comentó de esta costumbre- habló en cuando logró visualizar al payaso -a Zeno Sama le pareció perfecto que las siguientes bodas se decidieran de este modo.
-...- Vermoud permaneció en silencio, con el rostro serio.
-Realizaremos nuestra boda lo antes posible- Kai habló de pronto, sosteniendo el ramo con una mano y la otra sobre su pecho, formando una suave sonrisa en su rostro.
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