❁ 𝐎 𝟑 ❁

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𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐎 𝟑

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𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐎 𝟑


━━ AIDA SAINT VANGELIST ━━

El vestido que estaba tendido sobre la cama al lado de mis botas negras con tacón es uno que todavía no me he probado y que según mi estilista Brooke me va a quedar como un guante. Es uno negro corto y un poco ajustado a mi figura con efecto suelto y que tiene el escote un poco caído. El frío de Mónaco en inicios de febrero es bastante notable, así que decido coger una chaqueta formal de cuero de color marrón. El bolso lo he dejado a la elección de Char y ella ha elegido uno negro de Prada. De accesorios me he puesto unos pendientes plateados y un collar también plateado. Me he colocado las gafas negras como diadema en el inicio de mi pelo, que he decidido dejarlo suelto y lo he peinado un poco por lo que se ha quedado ondulado después de que lo haya secado.

Tengo clarísimo que el club va a ser el Luxury, ya que hoy es lunes y los lunes el casino Monte-Carlo le deja el edificio a la empresa de este club para que lo utilicen una noche por semana. Es el club más caro para entrar ya que van muchísimos famosos de todo el mundo y se pasan para firmar autógrafos y de más, y porque hay un ambientazo flipante. Yo había estado ahí una vez, de pequeña. Mi prima tres años mayor que yo, Matilda, me coló cuando yo tenía trece y me cayó una bronca infernal ya que me tomaron fotos besándome con un chico de diecisiete por una apuesta de veinte euros. Me los llevé junto con una bronca de mi padre sobre los chicos y pienso tatuarme la frase que soltó en la frente: "No pienso volver a verte la cara si un día de estos te deja preñada un plebeyo". Bienvenidos a la vida de una infanta.

Princesa Aida y señorita Charlotte, ¿necesitan que las lleve a algún lado? — pregunta Byron, el chófer del palacio y uno de mis aliados a la hora de escaparme de las garras abusivas de mi padre, el rey. Su acento marcado local al hablar francés siempre me ha encantado.

Sí, al casino Monte-Carlo, porfa. — le informo sonriendo. Me devuelve la sonrisa sin pensarlo dos veces y nos abre la puerta trasera como un caballero. Nos lleva a nuestro destino y cuando veo la gigantesca cola para entrar en la gran edificación me entra un mareo con una fuerza impresionante.

Nos despedimos de Byron y le digo que le llamaré para la hora de recogerme, ya que, injustamente, el trabaja las veinticuatro horas del día. Aunque su sueldo es bastante bueno con casi cinco cifras al mes. Nos acercamos a la entrada y los guardaespaldas matones que están custodiando la puerta nos miran impasibles. Les mostramos nuestros tickets y los DNIs y nos dejan pasar. Nada más pasar el largo pasillo de luces que lleva a la zona de la discoteca y entrar, la fuerte música retumba en nuestros oídos. Es increíble lo insonorizado que está el casino. Está todo lleno de gente y el ambiente es super fiestero con un DJ muy famoso de Los Ángeles. Subimos a la planta de arriba después de mostrarle los pases VIP al guardia que custodia la escalera principal para subir y solo localizo a un grupo de chicos en una mesa, todos sentados en los sillones.

Princess || 𝗖𝗵𝗮𝗿𝗹𝗲𝘀 𝗟𝗲𝗰𝗹𝗲𝗿𝗰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora