Mirror Complex

C6

El camino fue algo torpe, por así decirlo, como si ambos quisiéramos decir algo, pero ninguno de los dos se animara.

No ayudaba el curioso espectáculo que éramos uno al lado del otro: una mujer de casi 1.90 vestida como hombre y un hombre de 1.70 a su lado era algo peculiar.

El centro de atención era visible desde unos metros atrás: un pequeño puesto temporal con un gran letrero, "Módulo de Orientación para la Situación Espejo". Nos acercamos y antes de entrar, se nos acerca una amable joven de no más de 26 años, baja de estatura llevando un vestido azul claro. "Buenas tardes, vienen a consulta, ¿cierto? Supongo que tú eres la afectada o afectado", dice mientras me dirige la mirada. "Sí, soy yo", le respondo. "Ok, puedes pasar al consultorio, por favor". Camino en dirección a donde me indicó y Alex me sigue. "Joven, solo afectados, esto es algo muy personal y preferimos que las pláticas sean solo con afectados, puede esperar fuera", dice mientras camina detrás de mí. Volteo a ver a Alex y él me hace una indicación con la mano para que siga adelante.

Al entrar al consultorio, la chica se sienta en una silla detrás de un escritorio. "Permíteme presentarme, soy la psicóloga Fanny. ¿Puedes decirme tu nombre, por favor?" Se lo digo. "Así que tú no eres de los casos que aceptan el cambio, ¿cierto?" "Realmente me siento muy apático con todo lo relacionado a esto, personalmente hablando. Lo que me ha causado muchos problemas es con mi entorno".

Ella parece anotar cada cosa que digo. "Bueno, entiendo y cuando te explique espero puedas entender algunas cosas, pero antes debo hablar de algunas generalidades. Como supongo has notado, el cambio no te transforma completamente en una persona diferente, sino que, como se dice, es tu espejo. Hay cosas en ti que no se verán alteradas al inicio de la transformación. ¿Supongo que desde el inicio eras alto?", asiento. "Pues el mejor ejemplo que te puedo dar es que sigues siendo alto a pesar del cambio. ¿El color de tu piel, cabello y ojos sigue siendo el mismo de antes de tu cambio?" "Sí, en todas esas cosas no he notado cambios más que el cabello largo".

"Bueno, eso es en primer lugar. Solo eres una versión espejo tuya al inicio del cambio. Como se ha dicho, el proyecto nace con el afán de volver a las personas la versión de sí mismos que quieren ser. Con el fallo de esto, hay algunos defectos en esta transformación en personas que no querían el cambio y fueron afectados por esa brecha emocional. ¿Me sigues?" "Creo que sí", le digo.

"Déjame darte un ejemplo de cada caso. Primero, de alguien que quería un cambio. Tal vez en su mente ya lo había premeditado o había adaptado alguna forma de vida según cómo se sentía. Digamos, hay una chica llamada Laura que, desde joven, por más que su madre intentara vestirla como niña, los vestidos no le gustaban. El rosa le fastidiaba. Prefería usar shorts y salir a jugar fútbol con los niños de su calle. Cuando cumplió diez años, empezó a rechazar por completo cualquier cosa que fuera considerada 'femenina'.

Conforme crecía, su madre seguía comprándole vestidos y ropa de mujer, pero Laura insistía en usar jeans y camisas. Cubría sus pechos en cuanto comenzaron a desarrollarse, usando vendajes para aplanarlos. Hacía ejercicio con el afán de ser más fuerte, levantando pesas y corriendo diariamente. Sus zapatos eran siempre deportivos, sin importar la ocasión, y buscaba aquellos que le ayudaban a verse más alta. Nunca le gustaron los hombres y, con el tiempo, se dio cuenta de que era lesbiana. No solo se vestía y comportaba como un chico, sino que también se sentía como uno.

Durante su adolescencia, Laura se planteó la posibilidad de someterse a una mastectomía para deshacerse de sus pechos y, eventualmente, consideró la transición completa para convertirse en hombre. Estaba tan convencida de que su identidad verdadera era la de un hombre, que en su mente ya se visualizaba con una apariencia masculina: vello facial, voz grave, y una constitución física más robusta.