017| THE FLIGHT OF THE FAT LADY

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LA HUIDA DE LA SEÑORA GORDA

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LA MAÑANA DEL DÍA DE HALLOWEEN DONDE HARRY Y ISABELLA SE DESPERTARON A MISMO TIEMPO, que iban bajando por las escaleras, y al verse frente a frente solo desviaron sus miradas para bajar por las escaleras hacia la sala común

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LA MAÑANA DEL DÍA DE HALLOWEEN DONDE HARRY Y ISABELLA SE DESPERTARON A MISMO TIEMPO, que iban bajando por las escaleras, y al verse frente a frente solo desviaron sus miradas para bajar por las escaleras hacia la sala común. Pero se chocaban sus hombros cuando quisieron bajar al mismo tiempo.

—Ve tú —dijeron.

—Gracias —respondieron y se chocan de nuevo.

—Perdón —dijeron.

No dijeron nada solo bajaron para desayunar donde ambos se encontraban nerviosos, pero tratan de disimular.

—Les traeremos un montón de golosinas de Honeydukes —le dijo Hermione, compadeciéndose hacia ellos.

—Si, montones —dijo Ron, Por fin habían hecho las paces él y Hermione.

—No os preocupéis por nosotros —dijo Harry—. Ya nos veremos en el banquete. Divertíos.

Los compañeros hasta el vestíbulo, donde Filch, el conserje, de pie en el lado interior de la puerta, señalaba los nombres de una lista, examinando detenida y recelosamente cada rostro y asegurándose de que nadie salía sin permiso.

—¿Se quedaran aquí, Potter y Weasley? —gritó Malfoy, que estaba en la cola, junto a Crabbe y a Goyle—. ¿No se atreverán a cruzarse con los dementores?

 —Púdrete Malfoy —gritó Isabella llevándose en los brazos a Harry, yendo por las escaleras de mármol.

—No es necesario que me defiendas de él, ya sabes como es —dijo Harry al notar los humos de enojo que se salía por la cabeza de la pelirroja.

—Él debe entender que nadie se mete con mi familia —dijo Isabella hasta que llegan a la torre de Gryffindor.

—¿Contraseña? —dijo la Señora Gorda despertándose sobresaltada.

«Fortuna Maior» —contestó Isabella. 

El retrato les dejó pasar y entraron en la sala común. Estaba repleta de chavales de primero y de segundo, todos hablando, y de unos cuantos alumnos mayores que obviamente habían visitado Hogsmeade tantas veces que ya no les interesaba.

—¡Harry! ¡Isa! ¡Hola, Harry! ¡Hola Isa!—Era Colin Creevey, un estudiante de segundo que sentía veneración por Harry y nunca perdía la oportunidad de hablar con él—. ¿No iban a Hogsmeade? ¿Por qué no? ¡Eh! —Colin miró a sus amigos con interés—, ¡si quieren pueden venir a sentarse con nosotros!

Isabella y el prisionero de Azkaban³ [. . .]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora