003| NIGHT BUS

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AUTOBÚS NOCTÁMBULO

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ISABELLA YA SE ENCONTRABA AHORA MISMO CON LA CABEZA DANDO VUELTAS COMO UN TROMPO

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ISABELLA YA SE ENCONTRABA AHORA MISMO CON LA CABEZA DANDO VUELTAS COMO UN TROMPO. No paraba de sostenerse firmemente en la barra de la cama, rezando de miles de idiomas diferentes hasta que de la nada el autobús noctámbulo frena una frenada de golpe provocando que la pobre se de cara contra el suelo.

—A partir de ahora no subiré nunca más uno de estos —dijo Isabella adolorida, y se pone de pie lentamente para ver por la ventanilla del vehículo, en eso se da cuenta que se encontraba en un barrio de muchas casa totalmente iguales para ella.

Decide no darle mucha importancia solo toma asiento otra vez en el borde de la cama para tomar tranquilamente su chocolatada, aprovechando que el bus que se encuentra estacionado o algo por el estilo. En eso escucha al Stan hablando con alguien repitiendo lo mismo que le dijo a Isabella antes de irse.

—¿Qué hacías ahí? —dijo Stan, abandonado los buenos modales.

—Me caí —contestó Harry.

Cuando la pelirroja logra escuchar una voz familiar de la nada escupe el liquido que estaba tomando de golpe, para ponerse de pie de un salto con las pupilas dilatadas.

«No, no puede ser él, debe ser que mi mente me esta jugado muy feo. Tranquila Isa, solo fue tu imaginación, si, solo fue eso nada más» —pensó Isabella tomar asiento de nuevo sin dale mucha importancia.

Harry al subirse al autobús se queda mirando viendo que no había asientos; en su lugar, al lado de las ventanas con cortinas, había media docena de camas de hierro. A los lados de cada una había velas encendidas que iluminaban las paredes revestidas de madera.

Un brujo pequeño con gorro de dormir murmuró en la parte trasera, sin embargo, Harry nota que hay otra persona más y ve que se encuentra sentada a la última cama del bus. Donde nota que tiene una larga cabellera rojizo dándole la espalda, pero al notar un listón totalmente familiar sus pupilas de dilataron al saber quien era esa persona.

—¿Isa? —preguntó Harry, provocando que la pobre de un salto de susto para después encontrándose sus miradas entre ellos dos.

—¿James? Cierto, recuerdo que vine aquí para buscarte —deja la chocolatada para colocarse frente de él—. Mírate has crecido hasta me estas pasando de altura, pero tu cabello sigue siendo el mismo desde los últimos dos años.

—Y que hay de vos, estas más hermosa como siempre fuiste Isa —dijo Harry sin pensar dos veces, se dio cuenta lo que dijo provocando que ambos se encuentren en una situación incomoda con los rostros colorados—. ¡Y-yo qui-quise decir que. . . bueno, estas muy bella, ¡digo! linda. . . ¡digo! 

Isabella y el prisionero de Azkaban³ [. . .]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora