El tercer año de estudios de Isabella Weasley en Hogwarts se entera que Harry se ve amenazado por la fuga de Sirius Black de la prisión para magos de Azkaban. Se trata de un peligroso mago que fue cómplice de Lord Voldemort y que intentará vengarse...
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AL DÍA SIGUIENTE, RON SEGUÍA ENFADADO CON HERMIONE. Apenas hablo con ella durante la clase de Herbología, aunque Harry, Isabella, Hermione y él trabajaban juntos con la misma vainilla de viento.
—¿Cómo está Scabbers? —le preguntó Hermione acobardaba, mientras arrancaban a la planta unas vainas gruesas y rosáceas, y vaciaban las brillantes habas en un balde de madera.
En eso la castaña ve como su mejor amiga le hace seña que no siguiera al saber como es su hermano cuando se encuentra enojado.
—Está escondido debajo de mi cama, sin dejar de temblar —dijo Ron malhumorado, errando la puntería y derramando las habas por el suelo del invernadero.
—¡Cuidado, Weasley, cuidado! —gritó la profesor Sprout, al ver que las habas retoñaban ante sus ojos.
Harry agarra por los hombros de Isabella logrando que esquivara la habas antes que le diera sus pies. Le iba agradecerle, pero cuando gira su cabeza a un costado no se dieron cuenta que sus rostros estaban casi rozando.
—M-mejor sigamos trabajando —dijo Isabella sonrojada y poniéndose recta mientras se acomoda su uniforme.
—S-si, tienes tazón —comento Harry que casi tira una maceta por los nervios.
Luego tuvieron Transformación. Isabella se encontraba hablando con unas chicas de su casa alegremente, pero de la nada escuchar un alboroto que se produjo al principio de la hilera. Ella se despide de las chicas para ir hacia donde se encuentra Lavender Brown que estaba llorando. Parvati la rodeaba con el brazo y explicaba alfo a Seamus Finnigan y a Dean Thomas, que escuchaban muy serios.
—¿Qué ocurre, Lavender? —preguntó Isabella, cuando ella, Harry, Hermione y Ron se acercaron al grupo.
—Esta mañana ha recibido una carta de casa —susurró Parvati—. Se trata de su conejo Binky. Un zorro lo ha matado.
—¡Vaya! —dijo Hermione—. Lo siento. Lavender.
—¡Tendría que habérmelo imaginado! —dijo Lavender en tono trágico—. ¿Sabéis qué día es hoy?
—Eh. . .
—¡Dieciséis de octubre! ¡«Eso que temes ocurrirá el viernes dieciséis de octubre»! ¿Os acordáis? ¡Tenía razón!
Toda la clase se acababa de reunir alrededor de Lavender. Seamus cabeceó con pesadumbre. Hermione titubeó. Luego dijo:
—Bueno, no necesariamente un zorro —dijo Lavender, alzando la mirada hacia Hermione y Isabella con los ojos llenos de lágrimas—. Pero tenía miedo de que muriera.
![Isabella y el prisionero de Azkaban³ [. . .]](https://img.wattpad.com/cover/357422505-64-k528235.jpg)