024| THE FIRE SAETA

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LA SAETA DE FUEGO 

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—¡Vaya! —dijo Ron—

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—¡Vaya! —dijo Ron—. Pero, según nos has dicho, Hagrid, Buckbeack no es malo. Seguro que lo considera inocente

—Hermano, ¿te estas escuchando? Estamos hablando del mismo Lucius Malfoy, él nunca lo verá inocente.

—Tu hermana tiene razón, no conoces a los monstruos que hay en la Comisión para las Criaturas Peligrosas. . . —dijo Hagrid con voz ahogada, secándose los ojos con la manga—. La han tomado con los animales interesantes.

Un ruido repentino, procedente de un rincón de la cabaña de Hagrid, hizo que Harry, Isabella, Ron y Hermione se volvieran. Buckbeak, el hipogrifo, estaba acostado en el rincón, masticando algo que llenaba de sangre el suelo.

—¡No podía dejarlo atado fuera, en la nieve! —dijo con la voz anegada en lágrimas—. ¡Completamente solo! ¡En Navidad!

Harry, Isabella, Ron y Hermione se miraron. Nunca habían coincidido con Hagrid en lo que él llamaba «animales interesantes» y otras personas llamaban «monstruos terroríficos». Pero Buckbeak no parecía malo en absoluto. De hecho, a juzgar por los habituales parámetros de Hagrid, era una verdadera ricura.

—Tendremos que presentar una buena defensa, Hagrid —dijo Hermione sentándose y posando una mano en el enorme antebrazo de Hagrid—.Estoy seguro de que puedes demostrar que Buckbeak no es peligroso.

—Si quieres puedo enviar una carta a los señores Scamander's, ellos se que podrán sacar una buena solución —comento Isabella.

—¡Dará igual! —sollozó Hagrid—. Lucius Malfoy tiene metidos en el bolsillo a todos esos diablos de la Comisión. ¡Le tienen miedo! Y si pierdo el caso, Buckbeak. . .

—Si le pedimos ayuda Tina de New York, ella trabaja en el Magicongreso —sugirió Isabella tratando de ayudarlo.   

—Muchas gracias por tratar de hacer algo, pero no creo que eso funcione.

Se pasó el dedo por el cuello, en sentido horizontal. Luego gimió y se echó hacia delante, hundiendo el rostro en los brazos.

—¿Y Dumbledore? —preguntó Harry.

—Ya ha hecho por mi más que suficiente —gimió Hagrid—. Con mantener a los dementores fuera del castillo y con Sirius Black acechando, ya tiene bastante.

Isabella, Ron y Hermione miraron rápidamente a Harry, temiendo que comenzara a reprender a Hagrid por no contarle toda la verdad sobre Black. Pero Harry no se atrevía a hacerlo. Por lo menos en aquel momento en que veía a Hagrid tan triste y asustado.

Isabella y el prisionero de Azkaban³ [. . .]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora