006| WHY DO MEN NEVER UNDERSTAND ANYTHING?

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¿POR QUÉ LOS HOMBRES NUNCA ENTIENDEN NADA?

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VOLVIERON POR LA CALLE ABARROTADA DE GENTE HASTA LA TIENDEA DE ANIMALES MÁGICOS

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VOLVIERON POR LA CALLE ABARROTADA DE GENTE HASTA LA TIENDEA DE ANIMALES MÁGICOS. Isabella no podía borrar su felicidad al tener su propia lechuza que aparte, tampoco quería alejarse de la pelirroja. En eso llegaron cuando salía Hermione, pero no llevaba ninguna lechuza: llevaba firmemente sujeto el enorme gato de color canela.

—¿Has comprado ese monstruo? —preguntó Ron pasmado.

—Es precioso, ¿verdad? —preguntó Hermione, rebosante de alegría.

—Es verdad es una dulzura, Mione. Por cierto mira que me regalo James —dijo Isabella al ver como la lechuza hacia una pose de diva, mientras Hermione soltaba unas risas al ver la animada lechuza dando vueltitas.

—Es bellísima, parece que Harry se nota que le gustas mucho Isa —lo último lo susurro bajo para la pelirroja que sentía un estallido de colores embalsamando su rostro pálido.

El pelaje canela del gato era espeso, suave y esponjoso, pero el animal tenía las piernas combadas y una cara de mal genio extrañamente aplastada, como si hubiera chocado de cara contra tabique. Sin embargo, en aquel momento en que Scabbers no estaba a la vista, el gato ronroneaba suavemente, feliz en los brazos de Hermione. 

En cambio la lechuza que Harry le compro para Isabella poseía una hermosa capa emplumada acolchonado, con un toque de manchas marrones oscuro. La ave no paraba de dar saltitos de felicidad en el hombro de la pelirroja, mientras que encima de su cabeza se encontraba Pinkie recostado comodante. 

—¡Hermione, ese ser casi le deja sin pelo!

—No lo hizo a propósito, ¿verdad, Crookshanks? —dijo Hermione.

—¿Y qué pasa con Scabbers? —preguntó Ron, señalando el bolsillo que tenía a la altura del pecho—. ¡Necesita descanso y tranquilidad! ¿Cómo va a tener con ese ser cerca?

—Eso me recuerda que te olvidaste el tónico para ratas —dijo Hermione, entregándole a Ron la botellita roja—. Y deja de preocuparte. Crookshanks dormirá en mi habitación y Scabbers en el tuyo, ¿qué problema hay? El pobre Crookshanks. . . La bruja me dijo que llevaba una eternidad en la tienda. Nadie lo quería.

—Provechito —dijo Isabella dejando que Hermione que la cargue entre los brazos de la pelirroja, y Crookshanks pasaba su cabeza con delicadeza en el pecho de Isabella sin parar de ronronear.

—Me pregunto por qué —dijo Ron sarcásticamente, mientras emprendían el camino del Caldero Chorreante. Encontraron al señor Weasley sentado en el bar leyendo El Profeta.

Isabella y el prisionero de Azkaban³ [. . .]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora