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DESPERTÓ ATURDIDA. LA CLARIDAD DEL DÍA le lastimaba en los ojos cuando se acostumbró pudo abrirlos con normalidad dándose cuanta de que se encontraba en su habitación.
"¿En qué momento vine a mi habitación?"
Recordaba muy bien lo que había pasado la noche anterior como también recuerda como su padre le pedía perdón y luego... ya no recuerda nada.
Se quejó al sentir el dolor en su cuerpo, le dolían los huesos y todas las articulaciones, se reincorporó suavemente para que no le doliera tanto.
—Nunca la había visto tan molesta.— la preocupada voz de Emmett.
—¿Molesta?— podía apreciar lo exaltada que aún se encontraba Rosalie.— Estaba furiosa.—
—Nunca había sentido mi cuerpo quemar de tal manera. Sentí como si me arrancaran las extremidades.— Se sintió culpable al escuchar la ahogada voz de Jasper.
—Todo por un simple pe...—
—Está despierta.—
Después del aviso del lector, solo bastaron segundos para tener a Carlisle y Emmett a su lado.
—¿Te sientes bien?— asintió en dirección al rubio.—Tus latidos ahora sin normales al igual que tu respiración.— le checo los ojos.— la dilatación de tu pupila es normal. Al parecer estas bien.— le sonrió quedito.
—Me duele el cuerpo.—
—Es normal. Ayer tuviste un gran arranque de ira; tu cuerpo estaba tenso, hiciste más fuerza de lo que acostumbras es por eso que tu cuerpo duele. Te daré alguna pastilla para el dolor.—asintió en su dirección.— Los espero abajo.—
—¿Cómo está Embry?— El azabache la miró, su hija mantenía su vista clavada en el suelo.
—Él está bien, se quedo preocupado. Ayer vino junto a toda la manada, estaban preocupados, deberías llamarlos.—
—Lo haré luego, gracias.—sonrió.
Estuvieron varios minutos en silencio hasta que Rosalie llamó al vampiro. Aislinn se dio un baño para relajarse, al terminar llamó a su lobo y a Paul, aunque ambos mandaron a buzón les dejó un mensaje donde les decía que se encontraba bien y preguntando por el bienestar de ambos.
Bajo hasta la sala encontrándose con Edward y Bella en el camino. Carlisle, Emmett y Jasper se encontraban mirando las noticias de lo sucedido en Seattle, estaban preocupados.
