Anastasia - Dramione (Traducción)

5. Pues quiere al fin amar

El autobús en Alemania llevaría a Anastasia, Dimitri y Vlad directamente al barco que zarpaba hacia París. Habían decidido retomar la enseñanza una vez ocupados sus asientos y colocado el equipaje a sus pies. Crookshanks, sin embargo, decidió que era el momento perfecto para arrastrarse por encima de los tres, haciendo cabriolas desde el regazo de Anastasia hasta los hombros de Dimitri y terminando en los brazos de Vlad, solo para levantarse cuando el autobús se topaba con un bache y volver a hacerlo. Era bastante molesto intentar concentrarse en los nombres y los acontecimientos de su vida anterior.

Dimitri gimió de frustración cuando la cola de Crookshanks le dio en la cara por quinta vez.

—A ver, en tercer año, le diste un puñetazo en la cara a un bravucón Slytherin.

Anastasia ocultó un grito ahogado tras la mano, un poco avergonzada de que aquello fuera de dominio público. Prefería que sus puñetazos a chicos molestos fueran menos conocidos. Aquel Slytherin se lo merecía, si es que había sentido la necesidad de darle una buena paliza.

Pero Dimitri seguía hablando:

—Tus amigos intentaron detenerte, pero él era una escoria.

Anastasia se cruzó de brazos con cara de suficiencia. Lo sabía.

Vlad también se ahogó en una carcajada, dirigiendo a Dimitri una mirada de lo más peculiar antes de añadir algo más a su historia.

—En cuarto curso eras el único miembro del P.E.D.D.O.

—Siempre adoraré el P.E.D.D.O. —añadió Anastasia automáticamente.

Vlad enarcó las cejas mirando a Dimitri, se inclinó hacia él y le susurró.

—Lo ha dicho como una bruja que también piensa eso de verdad.

Dimitri se sacudió los pensamientos de la cabeza, eso parecía. Si es que realmente tenía alguno en la cabeza.

—Está quinto año.

—Luego sexto, —añadió Vlad, cansado de todo lo que habían hablado hoy.

Anastasia esperaba que casi hubieran terminado.

—La guerra y después, ¿a descansar? —Rogaría por una cama en este estado de agotamiento en el que se encontraba.

Pero ambos magos le lanzaron una mirada de exasperación.

—¡No sin antes recordar!

Cree que todos gimieron ante esa revelación.

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Caminar desde la parada del autobús hasta los muelles de carga tuvo que ser el viaje más agotador que Draco había hecho en su vida. Si a Anastasia no le aterrorizara convenientemente volar en escoba, él habría sacado las suyas de su maleta encantada y los habría llevado volando hasta allí uno por uno. Al menos una cosa podía sacar de la larga caminata. Más memorización.

Draco ya estaba cansado de guardar las apariencias de ser llamado Dimitri y Vlad por Anastasia, así que esta siguiente parte de aprenderse todos los nombres podía ir de dos maneras... podían revelar quiénes eran, o borrar por completo a Draco Malfoy y Theodore Nott del pasado de Hermione Granger.

Como Dimitri sabía que no volvería a ver a esa bruja después de llevarse el dinero de la recompensa de Potter... se inclinó por lo segundo. Al diablo su moral. Al diablo con sus sentimientos hacia la doble de su amor. Por lo que a él le importaba, que se jodiera todo. El sol comenzaría a ponerse pronto y necesitaban abordar ese barco.