6. París es el rey del amor

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La llegada de Hermione a París se produjo con un cielo soleado y unas vistas impresionantes. El resto del viaje en barco transcurrió sin contratiempos, y finalmente aceptó su nombre y quiso practicar para acostumbrarse a él, así que pidió a los hombres que la ayudaran. Vlad pensó que era una petición perfectamente razonable, pero Hermione vio que la verdadera reacción inicial de Dimitri era una mueca. Se le borró la sonrisa.

Su recuperación fue rápida, por suerte, e inclinó la cabeza hacia ella en señal de acuerdo.

Eso era todo, supuso.

—No hemos sido del todo sinceros contigo, Hermione, —mencionó Vlad mientras caminaban tranquilamente por las calles de París. Hermione se preparó para una revelación desgarradora, pero en vez de eso, recibió una rama de olivo. Dimitri se les adelantó mientras aminoraban un poco el paso—. Al principio no estábamos seguros de tu designación, pero en primer lugar quería confesarte que ahora creo de verdad que eres Hermione Granger.

—¿Y, en segundo lugar? —presionó Hermione.

Se acercaban a una cafetería, para la que Dimitri se había puesto a la cola. Vlad tenía que hacerlo rápido si quería intimidad. El ruido de la gente y los coches aumentaba a cada paso que daban hacia el centro de la ciudad.

Vlad le puso una mano cálida en el brazo y se detuvo frente a ella.

—Dimitri y yo... bueno, no exactamente... pero es lo mismo... asistimos a Hogwarts contigo y...

—¿Qué? —Hermione rio incrédula ante el tartamudeo de Vlad—. ¿Hogwarts? ¿Habéis crecido conmigo, los dos?

Pero Vlad seguía divagando.

—Por favor, no le digas a Dimitri que te lo he contado, le será mucho más difícil confiar, creer, ya que bueno, él era muy íntimo...

—¡Vlad! ¡Granger! —Dimitri llamó desde el principio de la cola—. ¿Qué queréis?

Se apresuraron a acercarse a él para no montar una escena, pues ya les estaba gritando entre una multitud de muggles. Vlad pidió la bebida de café más dulce que jamás había oído y Hermione pidió un simple té con miel y leche. Dimitri parpadeó mirándola, con los ojos nublados, antes de asentir una vez y volverse para pagar al camarero. Vlad le guiñó un ojo antes de acariciar el hombro de su amiga e ir al otro extremo a esperar sus bebidas.

—Entonces... ¿Granger? —preguntó Hermione a Dimitri, cruzando las manos a la espalda y meciéndose sobre los talones.

—Es como te llaman muchos magos y brujas, —respondió estoicamente.

—Mmmmmm. ¿Y lo sabrías porque...?

Dimitri le dedicó una sonrisa burlona, sin duda intentando ocultar sus verdaderas emociones, y Merlín, lo hacía muy bien.

—Como dije, mi trabajo es saber. Para que salgas de esta.

—Claro. —Hermione se encogió de hombros—. ¿Qué más sabes de mí, Dimitri?

Vlad siguió esperando las bebidas y Dimitri caminó hasta apoyarse en el edificio de ladrillos blancos, inclinando el sombrero sobre los ojos para protegerlos del sol.

—Pregúntame lo que quieras, princesa.

—¿Mi nombre completo?

—Pfft, Hermione Jean Granger.

—¿Cumpleaños?

—19 de septiembre de 1979.

—¿Mi clase favorita?

—Aritmancia. Granger. Hemos hablado de todo esto los últimos días. —Dimitri se asomó por debajo de su sombrero—. Pregúntame algo más desafiante.

Anastasia - Dramione (Traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora