De noche, ambos chicos traían sus capas rojas encima de sus túnicas. Caminaban por las laderas de Esparta, la hierba les llegaba hasta las rodillas, algunas hojas rajaban levemente sus pantorrillas.
Después de estar caminando desde el medio día, por fin habían llegado.
Johnny, se tiró al pasto, cerró sus ojos y respiro fuertemente, se sentía exhausto pero había valido la pena. Cuando abrió sus ojos azules, observó las estrellas, definitivamente se veían bien, incluso mejor que en Atenas, Simon tenía razón. Severa obra de arte había hecho Nyx, la diosa de la noche y la oscuridad. Simon se acostó a su lado, también miro a las estrellas. Puntos blancos en el cielo que brillaban en el cielo oscuro, titilaban pero había un par de puntos que no titilaban y que eran más grandes que las estrellas.
Johnny le señalaba las constelaciones a Simon, además le contaba la historia y el por qué de sus nombre. Orión, Pegaso, Andrómeda, Centauro, Hércules.
-Y esa es Perseo, ¿recuerdas?, el semidios que le cortó la cabeza a Medusa- Le dijo Johnny a Simon. Simon asintió, se dio la vuelta, aún acostado, quedando de lado pero al frente de Johnny, con su brazo como almohada.
-¿Qué se sentirá ser un dios?- Preguntó Simon, mirando a Johnny a los ojos
-No lo sé... una vez conocí a alguien que me contó que los dioses nos envidian- Respondió el omega
-¿Por qué lo harían?, tienen poder, ofrendas, templos-
-Una vez, un filósofo en Atenas me dijo: los dioses nos envidian y nos envidian por ser mortales, aunque cualquier instante puede ser el último todo esto es más hermoso porque viene la muerte, nunca serás mas hermoso que ahora, jamás podremos repetir las cosas, jamás podremos repetir cierto abrazo, beso, mirada, amor, comida y por eso nos envidan porque vivimos los momentos como si fuesen los últimos- Aseguró Johnny. Simon se quedó pensativo ante las palabras del muchacho. Los "Cri-cri" ocasionales de los grillos lejanos rompía el silencio de la noche.
-Ese tipo es el hombre más inteligente de toda la humanidad, a la mierda con Arquímedes- Finalmente habló Simon, el omega sonrió.
Siguieron contemplando las estrellas, el frío y la brisa nocturna hacía que la hierba alrededor se meciera, rozando levemente con la piel de los chicos. Johnny permitió que el alfa lo tomara de la mano.
Después de contemplar el cielo en silencio, se levantaron lentamente, listos para probar su destreza. Habían traído un par de espadas con la intención de tener una pelea, obviamente no con intensiones de dañar al otro. Johnny había traído un arco, con el interés de cazar pero en ningún momento del camino se les apareció alguna liebre, conejo o cabra.
Desvainaron sus espadas, el estuche de cuero que protegía el filo de la espada cayó al césped sin hacer ningún ruido, como si fuera una pluma.
Tanto el alfa como el omega se pusieron en posición de defensa e iniciaron. Sus movimientos eran fluidos, esquivaban los ataques del otro con la facilidad de quien ya anticipa cada gesto. Su "pelea" parecía más una danza, con giros, entradas, salidas, sus cabezas girándose, su miradas encontrándose, sus pies nunca estando quietos. Sus espadas dibujaban arcos en el aire, y sus cuerpos giraban como si fueran parte de una misma coreografía. Ambos tenía una sonrisa en sus rostros. La determinación pero a la vez cierta conexión se podía distinguir en los ojos del alfa, mientras que los orbes azules del omega revelaban admiración y desafío.
El polvo se levantaba alrededor de ellos, sus movimientos eran cada vez más fuertes, más apasionados. Simon sentía como su corazón se agitaba, como aquel día en Atenas cuando estaba peleando contra Soap o como la primera vez que vio a Johnny en la cena. Experimentaba una gran emoción, honestamente ni el sabía por qué. El alfa percibía ciertos movimientos del omega... eran, ¿familiares?. Simon poco a poco hacía memoria.
Johnny percibió que el aroma de Simon, el olor a mirra se intensificó más y sus colmillos salieron a la luz, se distinguían cada vez que el alfa tomaba bocanadas de aire.
Simon dio un giro, esquivando un ataque de Johnny e igual como en Atenas, Johnny encuentra una abertura, y su espada toca el brazo de Ghost, marcando el final del combate.
Y esa fue la cereza del pastel, ese fue el movimiento con el que Simon finalmente terminó de atar cabos. Johnny era Soap.
El alfa sonrió, arrojó su espada al suelo, a diferencia del estuche de cuero la espada si sonó al impactar contra la tierra. Johnny también hiso lo mismo.
Simon se acercó a Johnny, colocó una mano en su cintura, la otra en su mejilla. Sorprendentemente el omega no se alejó. -¿Tenias en tus planes decirme que eras Soap?- mencionó Simon, bajo su cabeza y miró fijamente los ojos de Johnny.
Johnny se asustó, desvió su mirada de la de Simon, apretó sus labios y tragó saliva. Sus piernas flaqueaban por un momento, después de unos instantes habló. -Eso te molesta-
-Para nada- La mano de Simon acarició la mejilla del omega...
No tenia inspiración y tenia como un bloque o no sé, además tenia demasiados trabajos, proyectos del cole mas cursos en las tardes (casi no tenía tiempo) ;(
este cap lo escribi varias veces y esta fue la "versión" que me gusto, se que es corto el cap, trateré de terminar esta historia pronto, ps tengo en mente otro tipo de historia
encontré esta foto de Simon, no sé cual es el artista pero es simon ver. medusa
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Pregunta seria, alguien lee los capítulos con las canciones del inicio?
