Vicio

1. EMPEZAR DE NUEVO

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A.V

Los pensamientos caóticos no me dejan dormir y desnuda me pongo de pie alcanzando el albornoz que anudo en mi abdomen mientras observo el cuerpo del hombre que duerme profundamente después de tener sexo.

No hay nada que lo cubra y por eso detallo las nalgas firmes, las piernas gruesas, la espalda ancha ya que se mantiene boca abajo con la respiración suave. Lo observo unos segundos más y salgo con cuidado de su habitación, en busca del balcón el cual me tomo cuando corro la puerta y la brisa helada de la madrugada me golpea mientras la ciudad de Nueva York se extiende ante mí.

Ciudad que sin él, no ha vuelto a ser lo mismo y ni la vida misma para mí, siguió igual. No cabe duda de que todos tenemos un momento, una hora, una historia donde la vida se nos partió en pedazos.

Desde que el se fue mi alma vaga en la penumbra, el mundo sigue su curso pero yo a veces me he quedado suspendida en el tiempo, con la mirada perdida y los recuerdos dentro de mí.

El Empire State Building destaca en la distancia, su cima ilumina como un faro para los noctámbulos. El Puente de Brooklyn, con su elegante silueta, se ve desde mi punto y aparto la lagrima que se me escapa con la tristeza que me embarga.

Mas de dos años han pasado, años que no lo he vuelto a ver y dos años que me confirman que pese al tiempo aun no lo olvido. Sigue presente en mis pensamientos, en mis sueños, en cada rincón de mi alma y no cabe duda de que, «Lo que se aferra al alma el tiempo no borra»

No ha sido fácil el camino sin el a mi lado, con los recuerdos aferrados, con el corazón partido. Mi alma, aunque vacía, los logros y sueños realizados fueron mi aliciente. Ya no sufro como antes; el dolor de su partida se ha transformado en una fuerza que impulsa mis pasiones y proyectos.

Como modelo, he alcanzado un reconocimiento que nunca imaginé, y aunque su recuerdo aún visita mi mente, ya no duele con la misma intensidad. Mis amigos, mi familia, y especialmente mi padre, quien ha encontrado un nuevo comienzo tras la rehabilitación, han tejido una red de apoyo que me sostiene.

Estoy a punto de cumplir mi sueño de abrir mi albergue, y mi clínica veterinaria prospera. Cada día es una oportunidad para crecer, para amar, y para ser una versión de mí misma que él nunca conoció. La vida sigue, y yo con ella, siempre adelante, siempre Ava.

A veces, en la quietud de la noche, me pregunto cómo sería nuestra vida si no hubiéramos tomado caminos diferentes. Si no hubiera hecho lo que hice, romperle el corazón, si no hubiéramos dejado que nuestros enemigos se interpusieran entre nosotros, siempre me he preguntado que destino tendríamos si yo hubiese confiado en el y contarle lo que pasaba.

¿Dónde estaríamos ahora? ¿Estaríamos explorando las calles de Nueva York juntos, compartiendo sueños y risas en lugar de silencios y recuerdos?

Pero entonces recuerdo que cada elección que he hecho me ha traído hasta aquí, hasta este balcón, con vistas a una ciudad que me enseñó a ser fuerte. Aunque a veces la curiosidad me asalta, sé que no hay respuestas en los 'qué pasaría si'. Solo hay este presente, donde soy una mujer que ha aprendido a encontrar belleza en la resiliencia y a construir un futuro con las piezas de un pasado que ya no puede ser cambiado.

Me limpio la lagrima que se me escapa y como olvidarlo si cuando se fue, mi corazón eligió seguirlo.

—Ava—volteo a mirar al hombre que me habla—ven a la cama, cosita.