3. DESPERTAR.

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D.M

Huele a licor, el aire está impregnado de cigarrillo y la música conforta el ambiente cargado a sexo. Pierdo los ojos en la mujer que baila y le doy un sorbo a mi bebida manteniéndome sin expresión mientras los hombres que me acompañan enloquecen cuando se quita el sostén.

Idiotas.

Christoph le pide a la morena de senos grandes y caderas anchas que se acerque y la puta obedece acechando en cuatro patas cuando gatea mostrándome el culo empinado dándome la espalda. El trasero no me genera nada, porque no es lo que me gusta y no soy el tipo de hombre que se anda poniendo duro con cualquiera. Pocas logran efecto en mi y ahora me he vuelto aun mas exigente con mis fustos desde que me equivoque.

La mujer le da un beso a mi acompañante que deja varios billetes en el hilo de su diminuta tanga. Algo le susurra Christoph que la chica voltea a verme y Niklas quien se encuentra a mi lado me codea justo cuando la mujer voltea a vernos con una sonrisa maliciosa.

—Viene por ti hermano—comenta en su idioma Niklas emocionado apenas la mujer se yergue dejando ver el cuerpo esbelto, las piernas largas y la experiencia en este tipo de cosas.

Contonea las caderas en lo que se acerca y da un giro sobre el tubo que yace en la tarima. La miro desde abajo cuando se planta frente a mí, bailándome, tratando de capturar mi atención tocándose los senos que tienen loco a mas de uno, pero que a mí, sus movimientos me llevan a esa noche en acapulco donde ella me bailo haciéndolo mejor que la puta que tengo al frente la cual baja quedando de rodillas entre mis muslos.

Recuerdo el momento que me la endurece entre tanto no aparto los ojos de la bailarina que con sus movimientos sexosos trae esas imágenes a mi cabeza que me excitan y enojan por igual.

Me empino la bebida que arde en mi garganta evocando ese momento amarrado en la cama donde hizo lo que quiso conmigo y yo le permití embelesado con su cuerpo, inmerso con su culo, sumergido en su hermosura ya que desde que la vi despertó las ansias de tenerla cerca de mi y me cautivo con su ternura.

La puta acaricia mis piernas mirándome con deseo mientras se muerde el labio inferior demostrándome ganas. Paso el licor por mi garganta dejando que se encarame sobre mi pero el olor a puta barata me enoja y la empujo para que se baje de mis piernas.

«Nada como su olor, su piel, su fragancia a mujer»

El grupo de hombres queda confundido con mi reacción al igual que la puta que voltea a mira a Christoph el cual se encoje de hombros, antes de empinarse la botella de coñac.

—Mueve ese culo puta—ordena Marcel—que para eso te pagamos.

Se recompone rápidamente y la confianza que tenia merma cuando se me pone de rodillas. No me desagrada, pero cuando estas en lo alto no quieres volver al piso y eso pasa una vez que follas de verdad y ya no te conformas con orgasmos vacíos.

La mujer con las manos temblorosas pasa la mano por mi dureza tocándola por encima del vaquero. El brillo en sus ojos miel lo percibo cuando capta lo que se esconde bajo su tacto y busca la manera de despuntar mi pantalón mientras se lame los labios ansiosa.

Soy un maldito narcisista, un puto ególatra que se regodea de su cuerpo y permito que saque lo que ella aguantaba pero ponía a temblar a mas de una. Los ojos se le abren con lo que tiene agarrado y no tengo como culparla, el miembro yace duro con la punta húmeda de mi propia excitación y hasta mis acompañantes se quedan quietos viendo con las copas a medio camino.

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