Prólogo

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Los estudiantes gritaban y animaban a su equipo, que jugaba contra otra escuela para ganar el campeonato. Lisa, la líder del grupo, intentaba concentrarse en el balón, que rebotaba de un lado a otro mientras sus compañeros y rivales luchaban por obtener otro punto. No podía dejar de mirar hacia las gradas, buscando con la mirada a su novia. No sabía nada de ella desde el día anterior. Lo último que le dijo antes de desaparecer fue que tenían que hablar de algo importante. Desde entonces, esas palabras resonaban en su mente.

Antes del partido, Lisa había buscado a su novia por toda la escuela, pero no la encontró en ninguna parte. Ahora jugaba con la mente dividida entre el partido y su preocupación por ella.

— ¡Lisa! — gritaron, llamando su atención.

Lisa cayó al suelo mientras todos soltaron un quejido por el fuerte golpe. Intentaba entender qué acababa de pasar, pero estaba confundida. Observó cómo su mejor amiga, Jisoo, se acercaba a ella preocupada.

— ¿Estás bien? — le pregunta Jisoo en un tono suave.

Lisa mira a su alrededor y lleva la mano a su cabeza, donde siente dolor.

— Sí... lo estoy — responde, confusa.

El entrenador llega a su lado y se agacha, preocupado.

— ¿Estás bien? — pregunta, revisándola.

— Sí, lo estoy — asegura Lisa.

Intenta levantarse, pero el entrenador la detiene. Lisa lo mira, aún más confundida.

— Creo que lo mejor es que descanses — recomienda el entrenador, pero Lisa se niega.

— No es necesario, yo puedo seguir — insiste.

— No, Lisa. Te estoy ordenando que descanses, hazlo — dice el entrenador con firmeza.

Lisa bufa y se levanta del suelo, quejándose. Se sienta en las gradas, observando el partido con enojo. Vuelve a perderse en sus pensamientos, recordando el motivo por el que terminó en el suelo. Una vez más, intenta buscar a su novia entre el público, pero no obtiene respuesta. Da un largo suspiro, cansada, y empieza a jugar con sus dedos.

— Lisa, psst, oye — llama alguien en voz baja.

Ella desvía la mirada de la cancha y se encuentra con una de las mejores amigas de su novia.

— Lamento molestar, pero Jennie me dijo que te buscaría — informa Nayeon en un susurro.

— ¿Dónde está ella? — pregunta, preocupada.

— Solo sal de la cancha, está afuera en el pasillo — responde Nayeon, señalando.

Lisa mira hacia la puerta que da al pasillo, sintiendo miedo. Sale de la pista, buscando con la mirada a su novia. Se detiene al encontrarla apoyada en la pared, con la mirada en el suelo. Nerviosa, se acerca a ella.

— Hola, Nini — Jennie levanta la mirada.

Lisa frunce el ceño al notar los ojos rojos de Jennie. Se acerca  a ella y le acaricia suavemente la mejilla.

— ¿Qué sucede, Nini? ¿Estuviste llorando? — pregunta Lisa, preocupada —. ¿De nuevo problemas con tus padres?

Jennie la mira, buscando qué decir. Sus ojos se llenan de lágrimas y sus labios tiemblan, quebrándose en el pecho de Lisa.

Lisa se queda congelada cuando su novia la abraza, escuchando sus sollozos sin entender qué está pasando. Suavemente, rodea a Jennie con los brazos y le acaricia el cabello.

— Ya, tranquila — le murmura.

— Lisa... yo... nosotras... — Jennie no sabe qué decir.

Lisa la aleja suavemente, toma sus mejillas y se inclina un poco para quedar a su altura.

— Tranquila, nena. Respira — le dice con cariño.

Jennie asiente, tratando de calmar su llanto. Muerde su labio inferior y baja la mirada. De su bolsillo saca algo que cubre sus manos. Lisa observa cada movimiento con atención.

— Lisa, yo... — la mira a los ojos.

Jennie coge la mano de Lisa y le pasa el objeto con delicadeza. Lisa abre la mano lentamente, con los nervios a flor de piel. Sus ojos se abren de par en par y su corazón se acelera al ver las dos líneas rojas.

— Estoy embarazada, Lisa — anuncia Jennie.

Lisa parpadea varias veces, dejando caer varias lágrimas. Mira a Jennie, que la observa con miedo.

— Nini, yo... — intenta pensar en qué decir.

— Mis papás me matarán, Lisa, lo harán — dice Jennie entre sollozos —. Somos jóvenes, Lili. Ni siquiera sé trabajar. ¿Cómo haremos con esto? — se limpia las lágrimas —. Sé que dije que soñaba con tener hijos contigo, pero no ahora, Lili.

Lisa asiente levemente. Respira hondo y mira a Jennie con determinación.

— Te apoyaré en la decisión que tomes, Nini — afirma con seguridad.

Jennie baja la mirada hacia la prueba de embarazo y muerde su labio. Cierra los ojos y comienza a llorar.

Lisa hace un puchero y la abraza, aferrándose a ella.

— Te amaré sin importar lo que decidas, Nini. Lo prometo — susurra, dejándole un beso en la cabeza.

Al entrar a la cancha, Lisa tiene la mirada perdida. Se acomoda en las gradas, ansiosa, observando a su alrededor. No podía creer que Jennie estuviera embarazada de ella. Jennie le había jurado que tomó sus pastillas, pero ahora no sabía qué había pasado. La imagen de miedo en los ojos de su novia la atormenta, el miedo de que la deje...

— ¡Lisa! — llama su entrenador.

Ella levanta la mirada.

— Entra — ordena.

Lisa baja la vista y abre suavemente la mano, observando la prueba de embarazo. Sus labios se presionan en una línea delgada.

Se levanta de la banca, guardando la prueba en su maleta, y se dirige a la pista con determinación. Empieza a jugar, recordando cuánto ama a esa chica. Con seguridad, le quita el balón a su rival y corre rápidamente al otro extremo. Se detiene al ver la canasta alta, escuchando los gritos de sus compañeros animándola a que dispare.

Su mirada se desvía hacia Jennie, que la observa desde la puerta. Aprieta el balón con fuerza y vuelve a mirar la canasta.

"Te amo, Jennie. Siempre lo haré," piensa antes de prepararse para lanzar.

Todo se queda en silencio mientras el balón vuela hacia la canasta. Solo necesitaba un punto más para ganar...

𝚂𝚝𝚊𝚢 𝚆𝚒𝚝𝚑 𝙼𝚎 ~ 𝙹𝚎𝚗𝚕𝚒𝚜𝚊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora