𝚂𝚝𝚊𝚢 𝚆𝚒𝚝𝚑 𝙼𝚎 ~ 𝙹𝚎𝚗𝚕𝚒𝚜𝚊

1.

14 años después:

La alarma vuelve a sonar, despertando a Lisa. Ella da un leve quejido mientras la busca a tientas. Al coger algunas cosas, las tira al suelo, enojada. El constante ruido del reloj amenazaba con reventarle los tímpanos. Cuando por fin lo encuentra, le da un fuerte golpe, apagándolo.

Permanece unos segundos quieta, disfrutando del tranquilo silencio. Al abrir los ojos, la luz del sol ilumina la habitación a través de la cortina. Da un largo suspiro y se levanta de la cama con pereza. Estira su cuerpo mientras bosteza, frota sus manos sobre sus ojos y se pone sus pantuflas de gatos. Arrastrando los pies, se dirige al baño para cepillarse los dientes. A pesar de llevar 15 años de pareja con Jennie y 11 años casada, nunca le gustó levantarse sin cepillarse, una pequeña costumbre que ambas tienen.

Coge su cepillo de dientes, luchando por mantener los ojos abiertos. Cepilla sus dientes con torpeza, evitando golpear el cepillo contra ellos. Se mira al espejo y se encuentra con su reflejo: un desastre, con el cabello corto y despeinado, grandes bolsas debajo de los ojos, el rostro pálido y los ojos pequeños. Da un largo suspiro y escupe la pasta dental. Se enjuaga la boca con un poco de agua y la escupe, eliminando los restos de pasta.

Sale del baño y se dirige al armario para sacar su ropa limpia. Lo deja en la cama y coge sus zapatos, perfectamente lustrados. Se detiene al observar cómo su esposa se remueve en la cama, abrigándose con las cobijas. Luego, sigue alistando todo para bañarse y prepararse para comenzar su día.

Cuando sale del baño, nota que su esposa ya no está. Supone que debe estar abajo, preparando el desayuno. Rápidamente, se viste y termina de arreglarse para salir de casa.

Escucha a su esposa silbar mientras está en la cocina. Se acerca a ella, arreglándose la chaqueta. Se detiene al oírla cantar suavemente mientras prepara la comida. Una sonrisa se escapa de sus labios mientras se acerca a ella.

— Buenos días — dice Lisa.

Jennie la mira.

— Buenos días — contesta, un poco tajante.

Lisa se queda mirándola. Da un largo suspiro y se cruza de brazos.

— Jennie...

— ¿A qué horas llegaste anoche? — pregunta Jennie, cortándola de golpe.

Lisa asiente levemente y toma aire antes de responder.

— Estaba con Mina y los chicos en... — Lisa no puede terminar de hablar cuando

Jennie la interrumpe.

— Bebiendo, ¿verdad? — dice Jennie, cruzándose de brazos.

Lisa voltea los ojos y niega con la cabeza. Se dirige hacia su maleta de cuero y la coge.

— ¿No me vas a responder? — pregunta Jennie mientras la observa — Lalisa...

— Tengo que irme — responde Lisa sin mirarla.

— Claro, siempre tienes que irte cuando tenemos que hablar — dice Jennie, soltando una risita sarcástica.

— No quiero pelear, Jennie — responde Lisa, cogiendo sus llaves.

— Nunca quieres pelear, no quieres hacerlo. Me estoy cansando, de esperar a que te decidas hablar, pero cada día es lo mismo — se queja Jennie, siguiéndola.

— Solo no quiero pelear, Jennie. Estoy cansada de ello — va a abrir la puerta, pero Jennie la detiene.

— ¿Crees que yo no? — pregunta, mirándola a los ojos — Solo te estoy preguntando qué estabas haciendo.