So High School - Sim Jake

17 *

Aún Así
Stay With Me - Sam Smith

La lluvia caía pesadamente, empapando las calles y envolviendo la ciudad en un manto gris. Jangmi caminaba sin rumbo, perdida en sus pensamientos y emociones. La confrontación la había dejado desorientada, pero también determinada a encontrar respuestas. Sin saberlo, sus pasos la llevaron hacia un lugar que compartía muchos recuerdos: la casa de Jake.

Jake también estaba fuera, caminando bajo la lluvia en un intento de aclarar su mente. Los recuerdos de Jangmi lo asediaban en cada rincón, y el peso de sus propias decisiones lo estaba aplastando. Había intentado alejarse de ella para protegerla, pero en su intento solo había causado más dolor.

El destino quiso que sus caminos se cruzaran esa noche. Al doblar una esquina, Jake vio a Jangmi a unos metros de distancia, caminando sola bajo la lluvia. Sin pensarlo dos veces, corrió hacia ella.

— Jangmi. —llamó, su voz apenas audible sobre el ruido de la lluvia.

Jangmi se detuvo y lo miró, sus ojos reflejando una mezcla de sorpresa y dolor. Sin decir una palabra, Jake la abrazó, empapándose aún más en el proceso. Por un momento, ambos se quedaron en silencio, dejando que la lluvia lavara sus lágrimas.

Finalmente, Jangmi se apartó, sus ojos buscando respuestas en los de Jake.

— Lo siento, Jangmi. —dijo Jake, su voz temblando—. No quería hacerte daño.

— ¿Qué quieres de mí, Jake? —preguntó ella, su voz quebrándose—. ¿Por qué volviste?

Jake tomó aire, sus ojos fijos en los de ella.

— ¿Aún tengo una oportunidad contigo?

Jangmi se quedó en silencio por un momento, sus pensamientos luchando por encontrar una respuesta. Finalmente, dejó salir lo que había estado guardando.

— De verdad te odio. —dijo, su voz llena de dolor—. Eres un idiota que juega con los sentimientos de la gente.

Ambos comenzaron a llorar, dejando que las lágrimas fluyeran libremente. Pero a pesar del dolor, había algo más en sus ojos, algo que había estado enterrado bajo capas de confusión y miedo.

— Aún así... —continuó Jangmi, su voz suavizándose— cada vez que estoy contigo me siento bien, libre, segura, feliz... Entonces, esta vez, no te vayas. Esta vez, quédate a mi lado.

Jake la miró, sintiendo una oleada de esperanza y amor.

— Te elijo a ti, Jangmi. —dijo, su voz firme y sincera—. Siempre fuiste tú. Jangmi, quiero ser tu novio. Permíteme ser tu novio.

Jangmi lo miró, sus ojos llenos de lágrimas y esperanza. Asintió lentamente, una sonrisa tímida asomando en sus labios.

— Está bien, Jake. —dijo, su voz suave pero decidida—. Esta vez, no te vayas.

Se abrazaron de nuevo, más fuerte que antes, sintiendo que el peso del mundo se desvanecía a su alrededor. La lluvia continuaba cayendo, pero en ese momento, solo existían ellos dos.

Esa misma noche, regresaron al apartamento de Jake. La atmósfera estaba cargada de emociones no dichas, de promesas silenciosas y de un amor que finalmente habían aceptado.

Sin decir una palabra, se movieron con naturalidad, como si cada gesto fuera un acuerdo tácito. Jangmi se acercó a Jake y lo besó suavemente, sintiendo una conexión que nunca había experimentado antes. Jake correspondió el beso, sus manos temblando ligeramente mientras la abrazaba con ternura.

La sensación de sus labios sobre los de ella era cálida, reconfortante, pero también ardiente, llena de deseo contenido. Jake deslizó sus manos por la espalda de Jangmi, sintiendo la curva de su columna, la suavidad de su piel bajo la ropa mojada. Jangmi respondió con igual fervor, sus dedos enredándose en el cabello de Jake, tirando de él más cerca, profundizando el beso.

Jake la levantó suavemente, llevándola a la cama, donde la depositó con cuidado. Se quedaron mirándose, ambos respirando con dificultad, sus corazones latiendo al unísono. Jake comenzó a desabrochar la camisa de Jangmi, sus dedos temblando ligeramente con la mezcla de excitación y nerviosismo. Jangmi lo observó, sus ojos llenos de amor y confianza, permitiéndole continuar.

Cada prenda de ropa eliminada era un paso más hacia la intimidad, un acto de vulnerabilidad y entrega. Jake dejó que sus manos exploraran la piel de Jangmi, descubriendo cada rincón, cada curva, como si fuera la primera vez. Jangmi hizo lo mismo, sus manos acariciando la piel firme y cálida de Jake, disfrutando de la sensación de estar tan cerca de él.

Se unieron en un abrazo apasionado, sus cuerpos encajando perfectamente el uno con el otro. Jake la besó de nuevo, sus labios moviéndose con urgencia, sus manos recorriendo su cuerpo con una mezcla de delicadeza y deseo. Jangmi arqueó la espalda, dejando escapar un suspiro de placer mientras sentía la calidez de Jake contra ella.

— Te amo, Jangmi —susurró Jake, sus labios rozando su oído, enviando escalofríos por su columna.

— Yo también te amo, Jake —respondió
Jangmi, su voz temblando con emoción.

Cada movimiento, cada caricia, cada susurro era una declaración de amor y compromiso. Sus cuerpos se movían al unisono, encontrando un ritmo que era tan antiguo como el tiempo, tan natural como respirar. La intimidad entre ellos era profunda, cada momento lleno de una conexión que iba más allá de las palabras.

Finalmente, alcanzaron el clímax juntos, sus cuerpos temblando en un éxtasis compartido que los dejó exhaustos y satisfechos. Se quedaron enredados en los brazos del otro, sus respiraciones lentamente volviendo a la normalidad.

— Nunca más nos separemos —murmuró Jake, su voz un susurro suave en la oscuridad.

— Nunca más —respondió Jangmi, su beso en su frente una promesa silenciosa de amor eterno.

Pasaron la noche enredados, compartiendo secretos y sueños, prometiéndose que nunca más dejarían que el miedo los separara. La tormenta afuera era solo un eco distante mientras ellos creaban su propio refugio de amor y confianza.

Con cada caricia y cada beso, sellaron su promesa de estar juntos, de enfrentarse a cualquier cosa que la vida les lanzara. Y mientras la lluvia finalmente cesaba, Jake y Jangmi se quedaron dormidos, seguros en el conocimiento de que se habían encontrado y que, esta vez, no dejarían que nada los separara.

© StrawberryMoonlightt