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Secretos Bajo la Luna
Sweet Venom - ENHYPEN

La segunda noche en la playa comenzó tranquila, con el grupo disfrutando de una cena sencilla y compartiendo historias alrededor de la fogata. Las risas y el buen humor eran contagiosos, y todos parecían estar en su mejor momento.

Después de la fogata, cuando todos se retiraron a sus habitaciones, Jake esperó pacientemente. Sabía que si quería pasar tiempo a solas con Jangmi, tendría que ser discreto. Esperó a que la casa se sumiera en un silencio profundo antes de moverse sigilosamente por el pasillo.

Llegó a la habitación de las chicas, y con cuidado abrió la puerta. Jangmi, que estaba medio dormida, se sobresaltó al ver la figura de Jake en la entrada.

— Jake, ¿qué haces aquí? —susurró, intentando mantener la calma.

Jake sonrió, su voz suave y juguetona.

— Solo quiero divertirme un poco. —respondió, entrando y cerrando la puerta detrás de él.

Jangmi se sentó en la cama, preocupada.

— No podemos, Jake. Yunjin está en el baño y las demás pueden entrar en cualquier momento.

Jake se acercó y se sentó a su lado, tomando su mano.

— Solo quería verte. —dijo, su mirada llena de deseo.

Antes de que Jangmi pudiera responder, la puerta del baño se abrió y Yunjin salió, envuelta en una toalla. Jake rápidamente se deslizó bajo la cama, conteniendo la respiración.

— ¿Todo bien, Jangmi? —preguntó Yunjin, sin notar la presencia de Jake.

— Sí, solo tenía calor. —respondió Jangmi, intentando sonar convincente.

Yunjin asintió y se dirigió a su cama, dejándose caer con un suspiro.

— Buenas noches. —dijo, apagando la luz.

Jangmi esperó unos minutos hasta asegurarse de que Yunjin estaba dormida antes de darle una señal a Jake para que saliera de debajo de la cama. Jake, riendo silenciosamente, se levantó y le dio un beso rápido a Jangmi antes de salir de la habitación.

Esa madrugada, Jangmi se despertó de un sueño intenso. Había soñado con Jake, sus cuerpos entrelazados y su respiración acelerada. Incapaz de volver a dormir, decidió ir a la cocina a tomar un vaso de agua.

Al llegar a la cocina, se sorprendió al ver a Jake, que también parecía agitado.

— ¿Qué haces aquí? —preguntó, sintiéndose repentinamente consciente de la tensión entre ellos.

Jake se acercó, sus ojos brillando con una mezcla de deseo y curiosidad.

— No podía dormir. —dijo, su voz baja y ronca—. Tuve un sueño... contigo.

Jangmi sintió un escalofrío recorrer su espalda.

— Yo también. —admitió, sintiendo que su corazón latía con fuerza.

Antes de que pudiera decir algo más, Jake la tomó suavemente por la cintura, atrayéndola hacia él con un movimiento fluido y seguro. Sus labios encontraron los suyos en un beso que fue más que un simple encuentro de labios; fue un momento de rendición, de conexión profunda que les hizo olvidar todo menos el calor del otro.

Jake la levantó con gracia y la sentó en la encimera de la cocina, su cuerpo presionando el suyo en un abrazo apasionado. Las manos de Jake exploraban con urgencia cada curva de su cuerpo, mientras que las de Jangmi se aferraban a sus hombros, su mente nublada por el deseo que compartían.

La pasión entre ellos crecía con cada segundo que pasaban juntos en la penumbra de la cocina. Jake acariciaba su cabello con ternura, sus labios buscando los de ella con un hambre que solo podía ser satisfecho entre sus brazos.

Después de un rato que pareció tanto un instante como una eternidad, se movieron hacia la sala contigua, donde continuaron su danza íntima en el sofá. Sus cuerpos se entrelazaron en amor y deseo, sus corazones latiendo al unísono en la noche silenciosa.

El tiempo se detuvo para ellos mientras exploraban los límites de su deseo mutuo. Ninguno de los dos podía pensar con claridad, solo podían sentir el calor del otro, el roce de sus pieles y el eco de sus suspiros entrecortados.

Mientras tanto, en la penumbra del pasillo, Ningning los observaba con una mezcla de sorpresa, celos y resentimiento. Había salido de su habitación en busca de agua y se había encontrado con esta escena prohibida entre Jake y Jangmi. A pesar de su deseo de intervenir, decidió regresar en silencio a su habitación, planeando meticulosamente cómo podría usar esta información a su favor más adelante.

Para Jake y Jangmi, ese momento en la cocina y la sala fue un testimonio de la fuerza de su amor y deseo mutuo, un oasis de intimidad en medio del desafío de mantener su relación en secreto. A pesar de los riesgos y obstáculos que enfrentaban, sabían que cada momento juntos valía la pena, cada beso robado, cada caricia furtiva, cada suspiro compartido.

Después de un tiempo que les pareció tanto un instante como una eternidad, se separaron lentamente, sus cuerpos aún zumbando con la electricidad de su encuentro. Jake acarició su mejilla con ternura, sus ojos encontrando los de ella con una mezcla de amor y gratitud.

— Esto fue increíble. —dijo Jake, acariciando su mejilla.

— Lo fue. —respondió Jangmi, sintiendo una oleada de felicidad.

Sabían que tenían que regresar a sus habitaciones antes de que alguien más los descubriera. Se dieron un último beso antes de dirigirse en silencio a sus respectivas habitaciones.

La mañana siguiente, el grupo se despertó temprano para un día lleno de actividades en la playa. Jake y Jangmi se comportaron como siempre, pero sus miradas y sonrisas furtivas no pasaron desapercibidas para Ningning.

Mientras todos se preparaban para salir, Ningning se acercó a Jangmi.

— Pareces estar de muy buen humor hoy. —comentó, con una sonrisa que no llegaba a sus ojos.

Jangmi sintió una punzada de incomodidad, pero mantuvo la calma.

— Es un día hermoso. —respondió, evitando su mirada.

Ningning asintió, su sonrisa volviéndose más afilada.

— Sí, lo es. —dijo, su voz cargada de insinuaciones.

© StrawberryMoonlightt
Ya casi se acaba...

So High School - Sim JakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora