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NO TENGO PALABRAS PARA DEFINIR mi estado emocional actualmente. Soy un lío de sentimientos, y de lágrimas también
me aferré a papá quien me envolvió en sus brazos y acarició mi cabello para luego depositar un beso en mi frente
— hija, ya esta. Somos bicampeones —consoló
se mostraba tranquilo pero sabía que él estaba igual de sorprendido y preocupado que yo. Pero necesitaba ser él quien nos mantuviera de pié, tanto a mi como a Benja
el más pequeño también se encontraba reprimiendo el llanto pero con los ojos aguados. Papá chasqueó la lengua y lo unió al abrazo, donde finalmente explotó en lágrimas
Messi llorando
el retiro del Fideo
el gol de Lautaro
la lesión de Messi
lo que sufrimos para poder entrar al palco
todo ese esfuerzo para poder verlos ser bicampeones y saltando de alegría, totalmente eufóricos
apenas se nos lo permitió, bajamos a la cancha a saludar a todos los jugadores. Claramente mi padrino fue al primero que abracé, hecha un total desastre por las lágrimas
— me asustaste, tio —sollocé en su hombro
— ay Lola... —soltó una suave risa y acarició mi espalda— Ya estamo' bien. Ganamo' y hay que disfruta'
asentí y me separé lentamente limpiandome las lágrimas. A los segundos unos brazos me envolvieron y me levantaron del piso casi sin esfuerzo, apenas reaccione que era Julián me aferré a su abrazó
— ganamos Lola, somos campeones —soltó emocionado
la alegría que estaba llenando el estadio por parte de los argentinos era inmensa y se notaba desde lejos. La cara de los jugadores estaba iluminada ante la alegría que les causaba. Algunos cantaban y saltaban, otros reían y otros, como yo, lloraban
perdonen, les juro que no suelo llorar tanto pero los nervios me habían consumido completamente y está era mi forma de liberarme
apenas sus ojos conectaron con los míos, se acercó riéndose y me abrazó tiernamente
— no llores, maricona. Ya todo terminó —me consoló De Paúl— Dejamos al Fide en lo alto, como se merece. Incluso al capi —acarició mi cabeza— Dale, Lo. Quiero que vengas a cantar con nosotros y no podes si estas llorando
— me asustó Rodri —admití, haciendo referencia a Leo
suspiró
— a mí también. Pero míralo ahora, él esta bien, esta feliz... Nosotros lo hicimos feliz —me limpió las lágrimas— Te quiero ver contenta a vos también, te lo mereces
formé un pequeño puchero y me obligué a dejar de llorar para poder festejar con todos los chicos. Incluso papá y Benja estuvieron metidos en la ronda
