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BAJÉ RÁPIDAMENTE A LA RECEPCIÓN del hotel, no sin antes avisarle a Julián que me iba. Allí me encontré a Rodrigo con sus dos hijos, Fran y Bauti
al verme, me brindó una tierna sonrisa y les dijo algo a ambos pequeños quienes dirigieron su mirada a mí
me muero de amor con lo que son
— hola —saludé cuando estuve lo suficientemente cerca— cómo estan?
— hola Lola. Fran, Bauti, ella es Lola, una amiga de papá —me presentó— Saluden
— hola —dijeron casi al mismo tiempo sonrientes
— bueno, vamos? —preguntó el mayor
lo miré intrigada y se levantó del asiento y dejó un beso en mí mejilla a modo de saludo
— les dije que los iba a llevar a una heladería, te molesta acompañarnos? —me preguntó bajito
— no, no. Para nada. Es que estoy re desarreglada —bufé
— estas re linda así, no digas pavadas —sonrió y se giró a ver a sus hijos quienes estaban entretenidos jugando— Vamos, vamos. No se transpiren que mamá me va a retar
caminamos juntos hacia la salida. Los niños iban unos pasos más adelante mirando sorprendidos las vidrieras o los autos mientras nosotros charlabamos un poco, como hacíamos normalmente
— qué hiciste hoy? vi que Juli te preparó un desayuno —hizo referencia a mi historia de instagram (cap anterior)
— si, me acompañó al gimnasio y desayunamos juntos. Después fuimos a su habitación, porque estaba re cansado, asi que mientras dormía yo seguía desayunando —le conté— Y ustedes? qué hicieron?
— anduvimos viendo tiendas, les compré algunos juguetes, los lleve a almorzar —contó resumidamente— Paseamos básicamente, conocimos un poco de Estados Unidos
— que bueno. A la noche sabes cómo van a dormir estos chiquitos? —me reí
— ojalá
— tenes unos nenes re lindos, son parecidos a ella —sonreí tiernamente admirandolos
— no es obvio que heredaron mis ojos claros? —ironizó— Pero si, de verdad que son hermosos mis bebés
— tan jóvenes y son papás... —dije sorprendida
— si, al principio estaba cagado hasta las patas, era un bebé todavía. Pero cuando nació Fran... se convirtió en mi todo. Después vino Bauti, y mi corazón se llenó de amor. Ellos son mi mundo, mi conexión a tierra. Lo único importante que tengo y necesito
noté aquel sentimiento tan profundo en su voz, aquel amor tan sincero que le tenía a sus hijos, a sus chiquitos
— es muy lindo que hables así de ellos. Son muy afortunados de tener un papá como vos —halagué
— si, no se. A veces se cansan de mi intensidad pero es porque no los veo tan seguido. Aunque yo se que me aman, o eso creo
poco tiempo después, llegamos a la heladeria y ordenamos. Aproveché su distracción y pagué todos los helados yo, recibiendo algunas quejas del mayor
nos sentamos en una de las mesas de afuera y quedé enfrentada a ambos niños, quienes tomaban su batido felices
— esta rico? —curioseé
ambos asintieron
— cuántos años tenes Lola? —preguntó Fran
— uh, estoy medio vieja. Tengo veintiséis. Y ustedes?
Bauti miró a su papá y luego a mi
— tengo así —levantó tres dedos
— y yo tengo cinco —contestó Fran
— ah, estan re grandes
Bauti asintió
— y qué haces acá? sos novia de algún futbolista? —curioseó la niña
— Fran —advirtió Rodrigo
— no, esta bien —me metí— Vine con mi papá, él también jugó para la selección. Nada más que ahora esta retirado por un problema en el corazón
— y esta bien? —se metió Bauti curioso
les sonreí divertida
— si, esta muy bien. Diría que esta incluso mejor que yo —les conté
charlamos un ratito más, tratando de conocerlos y ellos a mí, hasta que terminaron el helado y decidimos volvernos
Bauti se colocó a mi lado, caminando tranquilo y frotó sus ojitos algo cansado. Acaricié su cabecita delicadamente y limpié algunos restos de helado alrededor de su boca
— qué pasó Bau? —le pregunté
— tengo noni —contestó
lo alcé en brazos y apoyó su cabecita en mi hombro. Llevó uno de sus dedos a su boca y acaricié su espalda suavemente
— volvamos rapidito que uno anda mañoso ya —dijo haciendo referencia a su hijo
— pá, me llevas en los hombros? —pidió Fran
él, sin dudarlo, la levantó y la sentó sobre sus hombros robándole una risa
había tenido una hermosa tarde compartiendo con esa familia tan dulce y buena. Ambos eran igual de tiernos, pero debía admitir que Bauti me robó el corazón, aunque Fran también era muy encantadora
