Mis manos manejadas, cómo llevadas por hilos de plata, mi mirada al horizonte, mis brazos y cadera bien sujetos por manos nuevas... Manos que me asquean.
Aún con toda la situación, aún sabiendo mi lugar en este ambiente y que, en retrospectiva, me "gane" estar aquí, yo no puedo evitar odiar este mundo.
Soy el centro de atención, soy la gran mujer, la enamorada del rey, la nueva favorita. ¡Cómo odio esto!, ¡Volví a ser un premio!... El premio del hombre equivocado.
Si él me viera como algo hermoso, si este hombre terrible fuera desechado y reemplazado por él, este escenario sería el lugar de mis sueños.
Mi cuerpo puede estar aquí metido soportando el martirio al que someten mi nombre, un vals en alta sociedad dónde yo soy la dama de honor, pero mi mente y mi corazón están ahora en mi lugar seguro. Cómo extraño estar ahí.
. . .
"-!Alma mía¡ !princesa de mis anhelos!, ¿Dónde estás que no te encuentro?- se escuchaba gritar a lo lejos un hombre grande y corpulento que se acercaba a la entrada de habitación, hablando con voz gruesa pero tierna usando drama excesivo no común en él.
-¡¿Que paso estrellita?!, ¡¿Te sientes muy solita?!- devolvió ella el grito con el mismo drama, siguiendo la corriente de su ser amado.
-Oh mi reina, me siento tan solitario...- sonrió tierna la ver al hombre acercarse -me hacen falta tus besos y tus abrazos- la abrazo por la cintura apegándose a su cuerpo, con mucha fuerza..."
Sali de mi ensoñación al sentirme sujetada con una fuerza nueva y brusquedad, pronto sintiendo un cálido aliento sobre mi cuello, sensación que hace años me daba placer, pero ahora me generaba nauseas.
-No importa cuánto te resistas mujer, lograre hacerte mía contra viento y marea- se me revolvió en estomago y se incrementó mi asco al sentir besos sobre mi piel.
Todo el baile había sido tocada y manipulada al placer de este esperpento, ¡Ya basta por favor!
-El único al que pertenezco... Murió hace muchos años- ahora recuerdo, caigo en cuenta de mi verdad.-Tu rechazo no me hiere...-
Este hombre habla y habla, pero yo solo pienso en él, mi amor, mi luz, mi estrella.
No importa cuantas veces sufra un reinicio.
Cuántas veces pierda mi sentir hacia aquellos que más me han amado.
Cuánto me allá perdido en la marea del tiempo.
Él siempre está aquí, es la única constante.
Mi hombre, mi esposo, mi amor, mi estrella... Morgan. Mi primer esposo, mi primer amor.
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Borradores (En Edición)
Fiksi PenggemarLos textos que mas les gusten tendran su propia historia.