Llegamos a emergencias, y tanto Frien como Serrantino, salen de inmediato del auto. Frien me ayuda a salir tomando mi mano, mientras Serrantino va en busca de una enfermera para que me atienda. No tarda mucho, aparece con una de ellas quien trae una silla de ruedas para que tome asiento.
- Del uno al diez ¿puede decirme el nivel de su dolor?
Con voz calmada y tono profesional me hace la pregunta.
- Ocho.... creo que lo que comí me ha caído mal...
Respondo sin pensarlo.
- Muy bien la ingresaremos para que la revise de inmediato el doctor.
Las mujeres ruedan la silla con rapidez hasta ingresar al área de emergencias. Tanto Frien como Serrantino quedan afuera en espera por mi.
Una ves dentro, todo ocurre demasiado rápido para mi. Las preguntas del doctor, su chequeo, los estudios que me hacen, y luego, la noticia que me dan.
Todo eso me ha caído como un balde de agua fría. Como un trozo de hielo que me rasgan la piel causadome heridas que jamás sanare. Me siento perdida, en estado de shock, abrumada y sin saber que hacer.
- ¿Estas lista?.
Me pregunta la enfermera con una sonrisa apacible
<<¿Estoy lista? No creo estarlo jamás, pero es lo que se debe de hacer>>
- Si...
Respondo con el nudo en la garganta. No puedo evitar dejar salir mis lágrimas mientras veo como la enfermera me coloca la mascarilla para anedtesiarme. Reflexiono en todo lo que una vez dije, lo que sentí cuando supe que podría haber una posibilidad. Mi corazón se conmueve y mi conciencia me culpa una y otra vez.
<< Jamás lo dije en serio, solo estaba enojada >>
Es lo último que pienso para dejarme llevar por la anestesia.
Despierto desorientada, la luz blanca me encadila muchísimo, pero logro recomponerme. Como puedo me siento en la camilla y llamo la atención de la misma enfermera que me resibio cuando ingrese.
-¿Cuanto tiempo ha transcurrido?
Le pregunto con voz quebrada. He vuelto a la realidad, por un momento en mi conciencia creí haber estado en un sueño, pero no. La mujer me se me acerca, me quita los parches de mi pecho y me da una leve sonrisa.
- Tres horas, o tal vez cuatro.... esto es un procedimiento rápido, pero el despertar de la anestesia no tanto. Muchos pacientes tardan hasta un día en despertarse.
-¿Puedo irme a casa?
Es lo único que deseo en este momento.
- Lo ideal sería que te quedes a despertarte bien de la anestesia, pero no puede retenerte si deseas irte con tu esposa. Creo que deberías de hacerlo, ha estado muy impaciente allá afuera preguntando por ti cada dos minutos. La señora Jensen se nota que la ama muchísimo.
<< Frien >>
- Ella no es mi esposa, es mi amigo... - aclaro y ella se apresura a disculparse - Me vestiré para salir.
La enfermera me ofrece mi ropa, esa linda y costosa qué compre para estar a la altura de la noche,pero lo que deseo ahora es meterme bajo mi cama y olvidarme de todo el mundo. Le agradezco y me levanto un poco débil, pero lo hago. Camino al baño de esta fría y desolada habitación y me quito la bata médica frente al espejo mientras las lágrimas ruedan por mis mejillas. Con manos temblorosas me vuelvo a vestir, me coloco mis tacones y salgo del baño para irme de aquí de una vez por todas.