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Volví a la mesa, sintiendo un par de ojos posarse en mí, sabiendo perfectamente de quién eran

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Volví a la mesa, sintiendo un par de ojos posarse en mí, sabiendo perfectamente de quién eran. Me dirigí a mi lugar junto a Jimin, como si nada hubiera pasado. Él se encontraba hablando amenamente con las personas de la mesa, su risa y su voz llenando el espacio, una burla silenciosa que solo yo podía percibir

Seguí comiendo, pero de nuevo sentí la mano de Jimin escabullirse hacia mi pierna. Esta vez la tomé disimuladamente, apartándola. Lo cual pareció sorprenderle, pero no se detuvo ahí y volvió a colocarla, esta vez apretando mi muslo. Estaba a punto de hacer algo hasta que la voz de Seokjin me devolvió a la realidad

—Jeongguk, ¿todo bien? —dijo, algo que me sorprendió totalmente, pues no entendía a qué se refería

—Sí, ¿por qué? —respondí con duda, mientras sentía cómo Jimin subía más su mano, reprimiendo una risa

—Oh, pensaba que había pasado algo, ya sabes, por la llamada. ¿Tienes algún problema con tu agenda? —dijo algo preocupado, mientras sentía cómo la mano de Jimin subía más, acariciando mi pierna a su paso

—Para nada, siento mucho preocuparte, pero debía hablar con Namjoon —mentí, y sentí cómo la mano de Jimin iba subiendo e inmediatamente la detuve, quitándola

Él me sonrió, y luego continuó hablando con los demás. Aún tenía su mano atrapada en la mía, y volteé para verlo. Y él olo me sonrió con burla, mientras soltaba su mano, la cual volvió a colocar en mi pierna

—¿Puedes parar? —le susurré

—¿Por qué? Si te gusta —dijo con un fingido puchero

—No te entiendo, ¿sabes? — dije, algo irritado por su juego

—¿Y para qué quieres hacerlo? —dijo con una sonrisa

—Porque me intrigas —respondí

—Me halagas, Jeon —respondió, mientras acariciaba mi pierna. Estaba a punto de contestar cuando un sonido nos distrajo y vimos a Seokjin viéndonos fijamente. Sentí cómo Jimin quitaba su mano para aceptar lo que Seokjin le ofrecía

Continuamos la cena, y Jimin seguía con la misma actitud, lo que me hacía sentir una mezcla de frustración y deseo. Todos se fueron despidiendo poco a poco. Me iría con Seokjin y Jimin, pues estábamos hospedados en el mismo hotel. El transcurso al hotel fue tranquilo, ya que Jimin iba al lado de Seokjin todo el tiempo. Una vez llegamos al hotel, este desapareció por los pasillos, dejándonos solos. Antes de que Jimin pudiera avanzar más, lo jalé y nos metí en el ascensor

—¿Ahora qué quieres, Jeongguk? —dijo, cruzándose de brazos mientras yo lo tenía aprisionado

one of your girls; km auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora