Kim JunMyeon un aristócrata noble de buena cuna, nacido en las riquezas está próximo a cumplir sus 20 primaveras y está listo para contraer matrimonio. Todos los caballeros nobles estarán dispuestos a ofrecer el cielo y las estrellas para el joven D...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
JunMyeon luego de salir con su corazón destrozado y desilusionado fue en busca de su cuñado, mintió con mucha gracia un malestar, y que quería retirarse. Jongin no pregunto mucho solo vio su rostro pálido y ojos rojos, sabia que su hermano estuvo llorando, pero ninguno de los mayores hizo preguntas en el camino de vuelta a casa.
El joven doncel se sintió aliviado al entrar a las paredes segura de su hogar, paso rápido por el primer salón rumbo a las escaleras, ignorado las preguntas y miradas preocupadas de Jongin y cuñado.
—Solo necesito descansar y estaré bien—Dice al filo de las escaleras, no dejando muy contento a Jongin. El moreno se preguntaba ¿Qué había sucedido?
—Algo le paso, estaba perfectamente bien hace media hora atrás, no debí haberlo perdido de vista —Jongin se encontraba furioso consigo mismo, imaginado los peores escenarios en su mente, pues claramente luego de haber pasado veinte minutos se había percatado de la ausencia de su hermano, se sentía un completo inútil, no podía cuidar bien de su hermano pequeño y ahora este se encontraba claramente mal, con claros signos de haber estado llorando.
—No te mortifiques, lo mejor es darle su espacio por ahora y mañana podrás hablar con el cuando este más tranquilo, creo que necesita espacio —Kyungsoo acaricia los hombros tensos de su esposo, también sintiéndose muy preocupado por su cuñado.
—Hablare con Minseok, se que es tarde. Le diré que le lleve un vaso de leche, eso siempre lo calma cuando esta triste. Tal vez, necesita un amigo—Jongin se levanta.
—Es buena idea.
A los pocos minutos Minseok subía en pijamas con un vaso de leche en bandeja y muy preocupado, por lo que, le había contado Jongin, algo no muy bueno le paso a su amigo. Golpeteo la puerta y no recibió respuesta, no creía que estuviera durmiendo, podía escuchar sollozos tras la pared. Abrió la puerta e ingreso, viendo un cuerpo pequeño y tembloroso en la cama tapado con una sábana.
—Jongin, no quiero hablar, por favor vete —Dice con voz entrecortada JunMyeon.
—No soy tu hermano cariño —Habla el empleado dejando el vaso de leche caliente en la mesita de noche. Prende rápidamente las velas para iluminar un poco el oscuro lugar.
El doncel más joven se descubre rápidamente el rostro y abraza el cuerpo de su amigo.
—Oh Hyung, soy tan idiota —Solloza con un poco más de fuerza el peli-castaño, el empleado simplemente lo estrecho entre sus brazos, dejando que su amigo soltara toda la tristeza, sin preguntar nada.
—Shh, solo libéralo cariño, estoy aquí pase lo que pase —El corazón de Minseok se estruja en su pecho, sabia que ese llanto y dolor tenia un culpable y era Oh Sehun, estaba completamente seguro aun cuando JunMyeon no le contaba nada.
Después de varios minutos que parecieron eternos el doncel más joven logro calmarse, bebió de la leche tibia y sintió un poco de calor en su frio cuerpo, con vergüenza conto todo lo sucedido a Minseok, desde que llego a la casa del conde con un corazón esperanzado, hasta que salió destrozado.
