¿Tal vez?

77 10 0
                                    

Los días eran grises, opacos, tristes o tal vez era porque el así se sentía. Después de aquella vez las cosas habían cambiado entre Kirigan y él, no podía olvidar los besos las caricias y el cómo sus manos lo envolvían por completo.

Sentía culpa pero quería más, mucho más y se encontraba en un gran dilema, por un lado no podía olvidar a Caspian y por otro no podía evitar sentir esa atracción por el general. Sintió culpa cuando se entregó a el si , pero el placer que sintió fue algo atrayente, embriagador y quería volver a probar esa boca, sus cuerpos encajaban a la perfección y no podía evitar admirar esa aura oscura que envolvía al hombre.

Sabía que debía de buscar opciones, idear un plan para regresar con su familia, ese hombre no era el príncipe que conoció ni el Rey que vio por última vez. Pero estaba empezando a caer , poco a poco empezó a sentir algo , no diría que era amor, no lo era. Pero casi, empezaba a disfrutar de su compañía , desde que estuvieron juntos Kirigan lo trataba diferente, seguía siendo un prisionero pero tenía más libertad, exploraba aquel gigante palacio, caminaba por los inmensos jardines.

Exploraba el lugar a su antojo , las cosas estaban tranquilas y bien entre ellos, poco a poco empezó a disfrutar de la compañía del más alto, su voz la seguridad con la que hablaba era embriagante.

— ¿Te gustó el recorrido?— observó al hombre delante de él, tan majestuoso, elegante, con un gran porte. Se veía tan atractivo, habían salido a dar una vuelta en caballo y ahora caminaban un poco.

— Si me gustó, es muy tranquilo — y la verdad es que lo era, observó el bosque— Todo esto es muy lindo, pero...

— ¿Aún quieres irte?— parecía tranquilo y esperaba que lo estuviera. Caminó un poco y dejó a Kirigan atrás.

— No... No lo sé, tú no eres tan repugnante como pensé — escuchó la risa profunda de Kirigan y se detuvo.

— Gracias supongo, la verdad es que tú no eres para nada repugnante.

— Yo quiero quedarme un poco— si quería quedarse pero lo haría por otros motivos.

—¿Seguro?.

Se volteó y lo observó — Si , si quiero.

Se volteó y lo observó — Si , si quiero

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Magia Oscura Tiempos Difíciles Donde viven las historias. Descúbrelo ahora