Narra Emma:
Al día siguiente, llamé a mi amiga Clara para ir al centro comercial. Necesitaba contarle todo lo que pasó en la noche del evento y lo que me estaba pasando con Lamine. Ella aceptó de inmediato, así que estuvimos un rato hablando de cómo estábamos y poniéndonos al día. Era refrescante tener una conversación ligera después de todo el drama reciente.
De repente, mi padre tocó la puerta. "Emma, necesito hablar contigo," dijo con un tono serio que me puso en alerta. Mi padre siempre es el alma de la fiesta, el tipo de persona que hace reír a todos con su buen humor. Verlo así me preocupó de inmediato. Me despedí rápidamente de Clara y colgué el teléfono, sintiendo una mezcla de curiosidad y ansiedad.
Bajé las escaleras y vi a mi madre sentada en el sofá, esperándome. La atmósfera en el salón era tensa, lo que solo aumentaba mi nerviosismo. Me senté frente a ellos y nos quedamos en silencio por un momento. Sus miradas serias me hicieron sentir como si el mundo entero se hubiera detenido.
Finalmente, mi padre rompió el silencio. "Emma, nos vamos a mudar a Barcelona," anunció, cada palabra cayendo como una losa sobre mí. "Tengo negocios allí y acabo de enterarme de que un viejo amigo vive en la ciudad. Quiero retomar el contacto con él."
No podía creer lo que estaba escuchando. Tenía toda mi vida aquí, mis amigos, mi colegio, y ahora, por la estupidez de un viejo amigo de mi padre, tendría que empezar desde cero en Barcelona. La rabia comenzó a arder dentro de mí.
"¿En serio? ¿Todo esto por un amigo tuyo?" grité, incapaz de contener mi frustración. "Sabes lo que me gusta este sitio. No es justo."
Mis padres intentaron calmarme, pero no quería escuchar nada más. Subí corriendo a mi habitación y cerré la puerta de un portazo. Me dejé caer en la cama, las lágrimas comenzando a rodar por mis mejillas. No podía dejar de llorar, el dolor y la impotencia se apoderaron de mí hasta que, poco a poco, el agotamiento me venció y me quedé dormida.
Desperté horas después con los ojos hinchados y la mente aturdida. No podía dejar de pensar en lo que significaba mudarse a Barcelona. Todo lo que conocía y amaba quedaría atrás. Me sentía traicionada por mis propios padres, aquellos en quienes siempre había confiado. La idea de empezar de nuevo en un lugar extraño me llenaba de terror.
Esa noche, me quedé mirando el techo de mi habitación, tratando de imaginar cómo sería mi vida a partir de ahora. Sabía que tendría que hablar con Clara , pero no tenía fuerzas para hacerlo en ese momento. Mañana sería otro día, y tendría que enfrentar la realidad de alguna manera.
𝗛𝗼𝗹𝗮𝗮𝗮,𝗲𝘀𝗽𝗲𝗿𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗼𝘀 𝗵𝗮𝘆𝗮 𝗴𝘂𝘀𝘁𝗮𝗱𝗼.
𝗡𝗼 𝗼𝗹𝘃𝗶𝗱é𝗶𝘀 𝘃𝗼𝘁𝗮𝗿 𝗼𝘀 𝗾𝘂𝗶𝗲𝗿𝗼 🩷
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𝘾𝙤𝙣𝙚𝙭𝙞ó𝙣 /𝙇𝙖𝙢𝙞𝙣𝙚 𝙔𝙖𝙢𝙖𝙡
Lãng mạnEmma, una joven de 16 años, lleva una vida aparentemente perfecta como hija de un influyente empresario. Su padre, además de ser un magnate exitoso, es el mejor amigo del entrenador del Barcelona. Esta estrecha relación les permite acceder a eventos...