𝗖𝗮𝗽í𝘁𝘂𝗹𝗼 𝟰: 𝗨𝗻𝗮 𝗲𝘅𝘁𝗿𝗮ñ𝗮 𝗰𝗼𝗻𝗲𝘅𝗶𝗼𝗻

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Narrador

Lamine despertó con una confusión latente que no lo había abandonado desde el día anterior. Se levantó despacio, tratando de aclarar sus pensamientos. La imagen de Emma seguía presente en su mente, aunque solo había hablado con ella una vez. La conexión que había sentido era tan intensa que le parecía imposible. Era como si se conocieran de toda la vida, pero Lamine sabía que no podía dejarse llevar. El fútbol era su prioridad, y no tenía tiempo para distracciones amorosas.

Se lavó la cara y bajó a la cocina. Sus padres estaban en una videollamada con alguien llamado Andrés o algo así, pero no prestó mucha atención. Parecía ser un empresario que vendría a Barcelona. Lamine decidió no preocuparse por esa conversación y se concentró en preparar su desayuno.

Después de comer, pasó un buen rato jugando con su hermano pequeño. Disfrutaba esos momentos de simpleza y risa. Sin embargo, pronto sus padres lo llamaron. La videollamada había terminado, y ahora necesitaban hablar con él sobre algo importante.

-Lamine, siéntate un momento -dijo su madre con una sonrisa cálida.

-¿Qué pasa? -preguntó él, sintiendo una ligera inquietud.

-Unos viejos amigos se van a mudar a la casa de al lado -empezó su padre-. Tienen una hija de tu edad y no ha tomado muy bien lo de mudarse. Queremos que la recibas bien y la ayudes a adaptarse, especialmente con el instituto.

Lamine asintió. Le parecía justo y no veía ningún problema en ayudar. Dos días después, la chica estaría allí, y él haría todo lo posible por hacerla sentir bienvenida.

Subió a su habitación, pero no pudo evitar abrir el perfil de Instagram de Emma. Aunque se decía a sí mismo que no debía distraerse, su curiosidad era más fuerte. Justo en ese momento, su teléfono sonó. Era Héctor, su amigo.

-¿Qué pasa, bro? -contestó Lamine.

-Nada, tío. Solo quería saber cómo va lo de Emma. ¿Has pensado en ella? -preguntó Héctor, directo al grano.

-Deja las tonterías, tengo que centrarme en el fútbol. No tengo tiempo para eso -respondió Lamine, tratando de sonar convincente.

-Vamos, Lamine, se nota cuando la miras. No puedes negarlo.

Lamine suspiró. Discutir con Héctor sobre esto era inútil. Después de un rato de charla sobre fútbol y otras cosas de la vida, se dieron cuenta de la hora y se despidieron.

Lamine se quedó un rato más despierto, sus pensamientos volviendo una y otra vez a Emma. Trató de borrar esas ideas de su mente y enfocarse en el fútbol, pero no era tan fácil. Finalmente, después de una batalla mental, logró dormirse, aunque la imagen de Emma seguía rondando sus sueños.

𝗛𝗼𝗹𝗮𝗮,𝗲𝘀𝗽𝗲𝗿𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗼𝘀 𝗲𝘀𝘁é 𝗴𝘂𝘀𝘁𝗮𝗻𝗱𝗼

𝗡𝗼 𝗼𝗹𝘃𝗶𝗱é𝗶𝘀 𝘃𝗼𝘁𝗮𝗿 ,𝗼𝘀 𝗾𝘂𝗶𝗲𝗿𝗼 🩷

𝘾𝙤𝙣𝙚𝙭𝙞ó𝙣 /𝙇𝙖𝙢𝙞𝙣𝙚 𝙔𝙖𝙢𝙖𝙡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora