ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 2

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Tn

A la mañana siguiente, me desperté temprano. La luz del sol se filtraba por las cortinas y llenaba la habitación con un brillo cálido. Me estiré y me levanté, lista para enfrentar el primer día en mi nueva escuela.

Después de vestirme con mi nuevo uniforme, bajé las escaleras y encontré a mis padres en la cocina.

Maritza: -Buenos días, cariño. ¿Lista para tu primer día? -preguntó, sirviendo el desayuno.

Tn: -Sí, aunque estoy un poco nerviosa -respondí, tomando asiento.

Josué: -Es normal estar nerviosa, hija. Pero sé que lo harás bien. Eres fuerte y capaz -dijo, dándome una sonrisa alentadora.

Terminamos de desayunar y mis padres me llevaron a la escuela. El edificio era grande y un poco intimidante, pero también estaba lleno de vida y energía. Me despedí de mis padres y entré, tratando de recordar las instrucciones sobre el aula A en el pasillo 4.

Entré a la escuela con un nudo en el estómago. El edificio era grande y lleno de estudiantes que se movían rápidamente por los pasillos, cada uno con su propio destino. Sostuve mi mochila con fuerza y traté de seguir las instrucciones que me dieron: aula A, pasillo 4.

Mientras caminaba, miraba a mi alrededor, intentando memorizar los puntos de referencia. De repente, sentí un golpe fuerte y me tambaleé hacia atrás. Mis libros cayeron al suelo, y antes de que pudiera reaccionar, vi a una chica con una expresión de sorpresa en su rostro.

Riley: -¡Lo siento! No te vi venir. Mi nombre es Riley Andersen. -dijo apresuradamente, agachándose para recoger mis libros, mientras sus mejillas se tornaban rojas.

Tn: -Un gustó conocerte Riley, mi nombre es Tn Morales. Igual no te preocupes, yo tampoco te vi -respondí, ayudándola a recoger mis cosas.

Nos levantamos y me di cuenta de que la chica frente a mí tenía una sonrisa cálida y amigable. Su cabello rubí claro estaba recogido en una coleta alta con su flequillo a la izquierda, y sus ojos azules brillaban con una chispa de curiosidad y amabilidad. Era, sin duda, una de las chicas más hermosas que había visto.

Mi lobo interior se interesó lo supe porque estaba saltando de la felicidad. ¿Acaso yo... me había enamorado de ella a primera vista? Es linda, y más cuando se sonroja. Cálmate, Tn (tu apellido), debes buscar tu salón.

Tn: -Gracias, linda... -oh, diablos, se me había escapado. Me sonrojé.- Disculpa.

Dije mientras me iba rápidamente. Fui cobarde, pero ¿se sentirá acosada por lo que le dije? Seguí buscando el pasillo 4 hasta que lo logré. Entré al aula, tratando de calmarme y enfocar mi mente en el nuevo entorno.

Entré al aula, tratando de calmarme y enfocarme en el nuevo entorno. El aula A estaba llena de estudiantes, algunos hablando en pequeños grupos, otros sentados en sus asientos, mirando sus libros o sus teléfonos. Encontré un asiento vacío cerca del centro y me dejé caer en él, tratando de procesar lo que acababa de suceder.

Mi corazón aún latía con fuerza después del encuentro con Riley. Nunca había sentido algo así antes, una atracción tan inmediata y poderosa. Mi mente estaba llena de preguntas y emociones confusas.

Justo cuando estaba a punto de sumergirme en mis pensamientos, la puerta del aula se abrió y entró Riley. Sentí un escalofrío recorrer mi espalda. Ella me vio y sonrió, y me di cuenta de que se dirigía hacia mí.

Riley: -Hola de nuevo -dijo con una sonrisa tímida mientras se sentaba en el asiento vacío a mi lado-. Parece que seremos compañeras de clase.

Tn: -Hola -respondí, tratando de mantener la calma-. Sí, parece que sí.

Riley: -Espero que no te haya molestado lo de antes -dijo, su voz suave y sincera-. A veces soy un poco torpe.

Tn: -No te preocupes, de verdad. Fue un accidente -respondí, devolviéndole la sonrisa.

La profesora entró en la clase y comenzó a hablar, pero me resultaba difícil concentrarme. Mis pensamientos seguían volviendo a Riley y a lo que había sentido cuando la vi. Traté de enfocarme en la lección, tomando notas y participando en las discusiones, pero mi mente seguía vagando o más bien mi atención siempre estaba en Riley.

Durante el recreo, salimos al patio y me encontré caminando junto a Riley. Era fácil hablar con ella; su personalidad era cálida y acogedora.

Riley: -Entonces, ¿de dónde vienes? -preguntó mientras caminábamos.

Tn: -Nos mudamos desde una pequeña ciudad en el campo -respondí-. Mi padre tiene un trabajo que nos hace mudarnos mucho.

Riley: -Debe ser difícil cambiar de escuela tan seguido -dijo con empatía-. Espero que te guste aquí en San Francisco.

Tn: -Gracias. Estoy segura de que me gustará -respondí, sintiendo un poco de esperanza en mi corazón.

Riley: -¿Tú juegas hockey? -le preguntó a la castaña.

Tn: -No juego, pero me encanta verlo. ¿Por qué la pregunta?

Riley: -Verás, aquí en esta escuela existe un grupo popular llamado las Firehawks. Todas las miembros de ahí son fantásticas, excepto la capitana Valentina Ortiz, ella es la mejor y... guapa -mencionó lo último con un sonrojo mientras sonreía.

Sentí una punzada de celos al escuchar el tono de admiración en la voz de Riley al hablar de Valentina. Traté de ocultar mi incomodidad y mantener una expresión neutral.

Tn: -¿Las Firehawks? Suena impresionante. Cuéntame más sobre ellas.

Riley: -Las Firehawks son el equipo de hockey femenino de la escuela. Son conocidas por su habilidad en el hielo y su espíritu de equipo. Entrenan duro y siempre están dispuestas a dar lo mejor de sí mismas en cada partido. La capitana, Valentina Ortiz, es increíble. Tiene una técnica impecable y una visión estratégica del juego que la hace destacar. Además, es muy querida por todos, no solo por su habilidad, sino también por su personalidad.

Cada palabra que Riley decía sobre Valentina parecía aumentar la sensación de celos dentro de mí. No podía evitar sentirme insegura.

Tn: -Vaya, suena como un grupo al que me encantaría conocer.

Riley: -Sí, son geniales. Valentina en particular es una inspiración para muchas de nosotras. Aunque no juegues, seguro te encantaría verla en acción. Yo juego Hockey y dentro de un mes las Firehawks buscarán nuevas jugadoras para reclutar y yo intentaré unirme a ellas -dijo Riley, su entusiasmo evidente en su voz.

Tn: -Me encantaría. Gracias por contármelo, Riley -respondí, esforzándome por sonar genuinamente interesada.

Mientras caminábamos juntas a nuestro segunda clase, no pude evitar preguntarme si Riley sentía algo más por Valentina. La forma en que hablaba de ella, con tanta admiración y calidez, me hacía pensar que quizás había algo más.

Continuará....

¿Qué les pareció? ¿Necesito mejorar o está aceptable? Sé que es muy pronto para sentir celos, pero díganme, ¿ustedes no sentirían lo mismo? Gracias por leer y nos vemos pronto.

ᴍÍʀᴀᴍᴇ -ʀɪʟᴇʏ x ᴛɴ (ᴏᴍᴇɢᴀᴠᴇʀꜱᴇ)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora