ᴍÍʀᴀᴍᴇ -ʀɪʟᴇʏ x ᴛɴ (ᴏᴍᴇɢᴀᴠᴇʀꜱᴇ)

ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 5

Narrador

Dos meses habían pasado desde que Riley y Tn se conocieron. Durante ese tiempo, las dos chicas se volvieron cercanas, pero no todo fue color de rosa. La competencia de hockey se acercaba y con ella, la presión y las expectativas aumentaban, especialmente para Riley.

La competencia era hoy, dónde tendría que estar con el equipo que le fue asignado hace un mes para competir en equipo y ganar pidiendo solo un equipo entrar a las Firehaws.

El gimnasio estaba lleno de energía y tensión. Era el día del partido de evaluación, donde Riley y sus compañeras de equipo se enfrentarían a otro equipo de aspirantes. Solo un equipo de ellas tendría la oportunidad de entrar en el equipo de las firehaws . La entrenadora coach había dejado claro que todas debían dar lo mejor de sí mismas, y solo un equipo destacaría como el mejor.

Riley respiró profundamente mientras ajustaba sus patines y se aseguraba de que su equipo estuviera en perfecto estado. Sentía una mezcla de nervios y determinación. Valentina, como capitana, estaba junto a ella, dando las últimas instrucciones.

Valentina:-Riley, sé que puedes hacerlo. Confía en tus habilidades y juega con el corazón. -dijo, dándole una palmada en el hombro.

Riley asintió, enfocándose en el juego. El silbato sonó y las jugadoras se lanzaron al hielo. El primer periodo comenzó con un ritmo frenético. Riley tomó el disco con destreza, esquivando a sus oponentes con rapidez. Se movía con agilidad, buscando una oportunidad para anotar.

Comentarista: -¡Riley Andersen tiene el disco! Mira cómo se mueve, parece imparable. -anunció el comentarista con emoción.

Riley pasó el disco a una de sus compañeras, quien lo devolvió rápidamente. La química entre ellas era evidente, y el equipo trabajaba como una unidad. Riley vio una brecha en la defensa del equipo contrario y se lanzó hacia la portería.

Riley: -¡Ahora! -gritó, pasando el disco a Grace, quien estaba en una posición perfecta para disparar.

Grace tomó el pase y disparó con precisión. El disco voló hacia la portería, pero el portero contrario lo detuvo en el último segundo. El público soltó un suspiro de decepción.

Grace-¡Buen intento, Riley! Sigamos así. -animó, dándole una mirada alentadora.

El segundo periodo fue aún más intenso. El equipo contrario jugaba con fuerza, y una de las jugadoras, una chica alta y robusta llamada Jenna, se convirtió en un obstáculo constante para Riley. Jenna era rápida y agresiva, y no dudaba en usar su físico para bloquear a Riley.

Jenna: -¿Crees que puedes ganarnos, Andersen? -dijo, empujándola con fuerza contra la barrera.

Riley se recuperó rápidamente, sin dejarse intimidar. Sabía que no podía permitirse perder la concentración. Con una rápida maniobra, esquivó a Jenna y tomó el disco de nuevo. Esta vez, se dirigió directamente hacia la portería, usando su velocidad para superar a la defensa.

Comentarista: -¡Riley vuelve al ataque! ¿Podrá anotar esta vez?

Riley se acercó a la portería, viendo al portero listo para detener su tiro. Con un movimiento rápido, fingió disparar a la derecha y, en el último segundo, cambió de dirección, enviando el disco hacia la izquierda. El portero no pudo reaccionar a tiempo.

Comentarista: -¡Gol de Riley Andersen! ¡Qué jugada magistral!

El público estalló en aplausos y gritos. Riley sonrió, sintiendo una ola de alivio y satisfacción. Sus compañeras la rodearon, felicitándola por el gol.

Grace y Bree-¡Eso es, Riley! Así se hace. -dijeron,abrazándola.

El tercer periodo fue el más desafiante. El equipo contrario estaba decidido a empatar y su juego se volvió aún más agresivo. Riley tuvo que esforzarse al máximo, usando toda su habilidad y resistencia para mantenerse en el juego.