Minho busca cualquier lugar para tener relaciones con su querido esposo Jisung sin importar si sus hijos están en el mismo sitio.
─Mi-Minho a-aquí no ─habló entrecortadas veces.
─Minho aquí si ─sonrió para restregarse más en Jisung.
Solo tenían que...
─M-Minho, apenas terminamos de comer─rio más al sentir la lengua del mayor pasar por toda la extensión de cuello.
─Si pero ya no me aguantaba─comenzó a restregarse contra él y dar pequeños toques en su trasero──Además, tu me lo prometiste.
Jisung rio ante la desesperación del mayor, comenzó a darle pequeños besos en su cuello, haciendo que se le ericen todos los pelos de su cuerpo. Ellos sabían que se necesitaban del uno al otro, no podían estar separados porque ya se extrañaban.
¿Raro verdad? pero así eran ellos.
Los roces entre ellos comenzaron a hacerse más intensos, los suspiros eran un poco más audibles. Jisung quería tener cuidado, porque sus hijos estaban abajo y podían escuchar. Los besos fueron aumentando, Minho bajaba sus besos hasta la parte de la clavícula y mordía con delicadeza dicha.
─Mmmg ─apretó sus hombros y le dio un golpe, haciendo reír al mayor─ En esa zona no bobo.
Minho no escuchó y comenzó a dar jalones con sus dientes, haciendo que el menor gimiera de satisfacción. Minho sabía que Jisung era muy sensible en esa zona, después de todo, en sus trece años de novio, él pudo conocerlo de pies a cabeza.
Lo levantó con cuidado de la cintura y lo llevó hasta la cama matrimonial que ellos compartían. Comenzó a apretar el trasero del menor, poco a poco fue bajando su pantalón, dejándolo en ropa interior y le quito su camisa. Por un momento Minho se detuvo y admiro el hermoso cuerpo de su esposo, era tan mágico y hermoso, bajo para dar pequeños besos su abdomen.
─Eres tan hermoso ─paso su nariz en dicha zona─ Tengo suerte de haberte conocido.
Bajo su ropa interior, dejándolo desnudo, observo los muslos de su esposo y comenzó a acariciarlas, mordiéndolas para dejar marcas en ellas. Se levanto un poco para observar a Jisung y observo su rostro, estaba tan rojo que parecía un tomate, un tomate demasiado tentador. Sonrío enternecido y lo beso con cariño en la mejilla derecha.
─Sungie ─habló en su susurro en su oreja─ Mírame a los ojos amor─volvió a dirigir su mirada al rostro del menor y él lo miró con pena──quiero prepararte.
Jisung sonrió con timidez y negó─ No estamos para eso, mételo Honnie ─beso con cariño sus labios, haciendo roces entre sus lenguas.
Minho se quitó la ropa, quedando totalmente desnudo. Jisung observo el cuerpo desnudo del mayor y vio con pena su cuerpo, a pesar de que lo hacen casi todos los días, él siempre tendrá pena.en estas ocasiones. Cuando Minho comenzó a meterse poco a poco dentro del menor, los dos se sintieron completos.
─No me moveré hasta que te acostumbres─ Dijo repetidas veces, besos en su mejilla y se quedó abrazándolo.
Después que pasaran los minutos, Jisung agarró entre sus manos el rostro del mayor y lo vio con una sonrisa.
─Puedes hacerlo─comenzó a dar pequeños movimientos, dándole entender que tenía el permiso de moverse.
Minho sonrió y comenzó a meter y sacar su miembro de la entrada del menor, sus gemidos eran pequeños pero lo dos sabían que tenían que ser mas cuidados porque no estaban solos. Para sentir mas profundas las estocadas, Minho agarró su cintura y lo empujaba contra él, para sentirlo más hondo.
Cuando los dos sintieron que se iban a venir, juntaron sus frentes y se susurraron un "Te amo".
Cuando los dos vinieron al orgasmo, quedaron totalmente cansados, a pesar de todo, los dos seguían sintiendo esa magia cuando hacen el amor. Para ellos no era solamente sexo, era más que eso.
Ding dong
─Mierda ─hablaron al mismo tiempo.
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