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-¡Vamos boludo! ¡Sos re trolo! ¡Deja de hacer eso!- hablo el castaño menor, estaba enojado, ya que su mejor amigo le estaba ganando en el UNO, el azabache le tiraba más cuatros, y cartas de reversa a cada segundo, provocando que se enoje el castaño.
El azabache se reía mientras gritaba "UNO" Y dejaba la última carta, notando que era otro más cuatro, haciendo que el castaño tire todas las cartas.
-¡sos un tramposo, con vos ya no juego más!- exclamó el castaño mientras gruñia, se levantó y se fue a sentar al sofa, el azabache lo siguió y se sentaron juntos.
-dale boludo, solo es un juego, no te enojes- hablo burlonamente mientras se aguantandose las ganas de reírse.
-naaaa, sos re gil, te queres reir, ¡andate a la concha de tu hermana!- grito enojado y ofendido el más pequeño, haciendo que el mayor se ría de él.
Los dos empezaron una batalla, jalandose el cabello y haciendose rasguños, hasta que se dieron cuenta que tiraron un florero y pararon de pelear, haciendo que el menor quedé encima del mayor. La tensión entre estos era incómodo, un ambiente de incomodidad invadía el lugar, sus miradas conectaron, sin darse cuenta, se quedaron mirándose por más de quince minutos, hasta que el castaño sintio un bulto chocar contra su entrepierna, su mirada se apartó del azabache y fue dirigida a la entrepierna, viendo aquella erección tan particular, haciendo que ambos se queden en total silencio.
-no sabía que te excitaba los hombres, guachin - se burló el castaño mientras se reía. El azabache estaba claramente colorado y avergonzado, ya que hace días que tenía sueños raros con el castaño, donde los dos hacían cosas individuas o el castaño se la chupaba hasta atragantarse.
-¡deja eso, Gil, salite de aquí pelotudo de mierda!- grito el azabache avergonzado y humillado, queriendo que el castaño salga. El menor no obedeció y comenzó a saltar encima, provocando gruñidos y quejas del más alto.
Saltaba y saltaba, como si estuviera montando a un toro o caballo, lo cual era humillante para el azabache. Paso minutos así, haciendo que el pantalón del azabache se manche y moje, ya que estaba tirando sus fluídos, miro aquel pantalón de su mejor amigo y tuvo una idea, metió su mano derecha al pantalón del menor de estatura. Pero, en vez de sentir algo colgando, sintió una vulva.
-¿rodri?- hablo secamente el azabache, provocando escalofríos en la piel del castaño. Rápidamente se alejó del azabache.
-¿por que me tocas? ¿¡Por que me tocas pelotudo!?- grito enojado el castaño, quería llorar, ya que la persona que quería había descubierto su secreto.
Ahora si el ambiente era muy incómodo, ninguno hablaba, estaban callados, no se miraban, ninguno volteaba a mirar al otro.
-entonces... Tienes una vagina, ¿Verdad?- hablo el azabache mientras se acercaba al castaño. Limpio las lágrimas del pequeño.
