Jeon Jungkook un alfa dueño de las empresas más reconocidas de Corea Del Sur, casado con Kim Taehyung un Omega diseñador de modas muy prestigiado .
Park Jimin un omega el mejor instructor que vive en Francia, novio de Min Yoongi un muy buen chef.
La...
Jungkook llegó a casa después de un largo y agotador día de trabajo. El peso del cansancio se notaba en sus hombros, pero la visión de su hogar siempre lograba aliviar parte de su estrés.
Al abrir la puerta, se encontró con el silencio habitual, solo roto por el suave sonido del televisor en el fondo.
Taehyung estaba sentado en el sofá, su mirada perdida en la pantalla pero sin realmente prestarle atención.
Jungkook lo observó por un momento antes de dejar caer su maletín y dirigirse hacia él.
Jk:Hola, amor -dijo con una sonrisa cansada, inclinándose para besar a Taehyung en la mejilla pero este se sobresaltó ligeramente, y forzó una sonrisa.
Th:Hola, kook. ¿Cómo estuvo tu día?
Jungkook: estresante pero ahora que estoy en casa contigo, todo parece mejor -respondió Jungkook, sentándose a su lado y tomando su mano.
Taehyung sintió una punzada de culpa. La calidez de la mano de Jungkook debería haberlo reconfortado, pero en su lugar, solo le recordó la distancia que sentía entre ellos. Su corazón latía por alguien más.
Th: yo también me siento así kook -murmuró Taehyung, apretando ligeramente la mano de Jungkook antes de soltarlo y levantarse-. ¿Te preparo algo de comer...?
Jk:No, estoy bien, solo quiero descansar un poco -dijo Jungkook, recostándose en el sofá y cerrando los ojos.
Taehyung lo observó por un momento antes de dirigirse a la cocina. Mientras preparaba una taza de cafe, sus pensamientos volvían una y otra vez a esa persona que ocupaba su mente.
El amor que sentía por Hoseok era real, pero confuso. No podía evitar preguntarse qué significaba todo esto y cómo había llegado a esta situación en la que se sentía como un adolescente hormonal
De regreso en la sala, Taehyung dejó la taza de cafe en la mesa frente a Jungkook y se sentó a su lado. La tensión en el aire era palpable, ambos sabían que había algo no dicho, algo que necesitaba ser hablado
Th: Kook toma tu café y vamos a descansar, quieres ?
Jk: está bien amor gracias -toma el cafe-
𝙈𝙄𝙀𝙉𝙏𝙍𝘼𝙎 𝙏𝘼𝙉𝙏𝙊 𝙀𝙉 𝙁𝙍𝘼𝙉𝘾𝙄𝘼
La alarma sonó temprano en el departamento que compartían Jimin y Yoongi.
Jimin, aún adormilado, se estiró antes de levantarse. Tenía una conferencia y no podía permitirse llegar tarde.
Caminó sigilosamente hacia el baño, intentando no despertar a Yoongi, pero el este ya estaba despierto, observando a Jimin con ojos entrecerrados.
Yg: Buenos días -dijo en un tono que intentaba ser casual pero que dejaba der ser fuerte y sería
Jm:Buenos días -respondió, forzando una sonrisa. La atmósfera en su hogar se había vuelto pesada en los últimos meses.
Lo que comenzó como una relación apasionada y llena de amor, ahora estaba plagada de celos y malentendidos.
Jimin se apresuró en prepararse, mientras Yoongi se levantaba y comenzaba a preparar el desayuno.
La cocina era el refugio de Yoongi, el lugar donde podía controlar todo a su antojo. Pero en su relación con Jimin, ese control se había vuelto un completo problema para su relación, además de sus celos.
Yg: ¿Vas a tener otra conferencia hoy? -preguntó , tratando de sonar desinteresado, pero Jimin conocía ese tono.
Jm: Sí, tengo una conferencia con uno de los empresarios más avanzados -respondió Jimin, evitando ver a los ojos de Yoongi.
Yg:¿Quién es? -preguntó su voz ahora con una nota de desconfianza.
Jm: Es solo un empresario, Yoongi. No tienes que preocuparte -dijo Jimin, sintiendo cómo la tensión se incrementaba. La escena se repetía casi todos los días y eso empezaba a disgustarle.
Yoongi siempre quería saber con quién estaba Jimin, a dónde iba, y cada vez que Jimin trataba de calmarlo, solo parecía empeorar la situación.
Yg:Es fácil para ti decirlo. No sabes lo que es ver a la persona que amas rodeada de otras personas todo el tiempo -respondió, con sus ojos oscuros reflejando una mezcla de dolor y enojo.
Jm:Yoongi, tienes que confiar en mí. Nunca te he dado razones para dudar -dijo, acercándose a él y tomando sus manos.
Yg:Lo sé, pero no puedo evitarlo -murmuró, apartando la mirada-. Solo... ten cuidado, ¿sí?
Jm:Siempre lo hago -respondió suavemente, besando la frente de Yoongi antes de salir apresuradamente de la casa.
La jornada de Jimin transcurrió con normalidad, pero su mente no podía dejar de volver a Yoongi y a la creciente desconfianza que los estaba consumiendo a el a su relación.
Los empresarios notaron su distracción, pero Jimin se esforzó por mantener la concentración.
Al terminar la conferencia, Jimin se dirigió a su última conferencia del día. Mientras ajustaba su uniforme, una llamada de Yoongi apareció en su teléfono. Dudó por un momento antes de contestar.
Jm:¿Sí, Yoongi? -dijo Jimin, tratando de sonar casual
Yg:¿Ya terminaste?
Jm:Estoy a punto de empezar la última conferencia -respondió, sintiendo el peso del cansancio en su voz.
Yg:Está bien. Te veré en casa -colgando abruptamente.
Jimin suspiró, guardando su teléfono. La conferencia transcurrió sin problemas, pero su mente seguía atrapada en los pensamientos sobre Yoongi y cómo solucionar lo que estaba mal entre ellos.
Al llegar a casa, Jimin encontró a Yoongi en la cocina, preparando una cena elaborada. El aroma era delicioso, pero la tensión en el aire era sumamente fuerte.
Jm:Hola -dijo Jimin, colgando su abrigo y acercándose a la cocina.
Yg:Hola -respondió Yoongi sin mirarlo-. La cena está casi lista.
Jm: Huele delicioso -dijo Jimin, tratando de romper el hielo.
Se sentaron a cenar en un silencio incómodo, cada uno perdido en sus propios pensamientos. Finalmente, Yoongi rompió el silencio.
Yg:Jimin, tenemos que hablar- Jimin sintió un nudo en el estómago, temiendo lo que vendría.
Jm:Lo sé. Esto no puede seguir así -dijo, su voz llena de tristeza.
Yg:No quiero perderte, pero no sé cómo dejar de sentirme así -admitió, sus ojos finalmente encontrándose con los de Jimin.
Jm:Tenemos que encontrar una manera, Yoongi. No podemos seguir lastimándonos de esta forma -dijo Jimin, alcanzando la mano de Yoongi.
El apretó la mano de Jimin con fuerza, como si temiera que soltarla significaría perderlo para siempre. Ambos sabían que el camino hacia la recuperación sería largo y difícil, o simplemente no funcionaría...
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