El Mystic se encontraba lleno -como siempre- por lo que decidieron salir a la parte trasera que consistía en un par de metros de bosque, a pesar de, el dueño seguía cobrando la entrada como si le perteneciera. Recordó el comentario pasivo que soltó Luke acerca de aquella fiesta, vaya que había demasiada gente ¡y en martes!
No pudo evitar torcer el gesto mientras el tequila calentaba todo el camino hasta su estómago, al mismo tiempo que sentía como el líquido alejaba la tensión de su cuerpo. Se sentía confundida, una sensación de incomodidad le corría por todo el cuerpo. Siempre que se encontraba en una fiesta no podía dejar de pensar en que mierda meterse ese día, sin embargo, hoy solo quería embriagarse y ya.
Cuando probo el cigarro de cannabis, comenzó a toser sintiendo un dolor agudo en pecho. Entrego el cigarrillo a Tom mientras se alejaba trastabillando, sin poder evitarlo devolvió todo lo que cargaba en su estómago, las arcadas iban acompañadas de un temblor que le recorría todo el cuerpo. Una mano comenzó a darle palmadas y una botella de cerveza apareció frente a su vista, sin dudarlo la tomo mientras levantaba la vista encontrándose con el ceño fruncido del castaño, comenzó a ahogarse ahora con la cerveza mientras escupía el contenido, apostaba a que se veía hermosa haciendo todo aquello.
- ¿Te encuentras bien? – se terminó la botella mientras hacia un gesto con la mano para restarle importancia.
-Estoy bien,
Le sostuvo la mirada por un momento, le estaba observando cada centímetro de la cara por lo que se vio forzada a apartar la mirada, sin dudarlo, comenzó a caminar hacia sus amigos dejándolo atrás.
-Si no te conociera diría que eres una novata. - se burló Tom mientras la despeinaba.
-Cállate por un momento. - ya se encontraba irritada por la brusca amabilidad que le había nacido a Luke con ella, se suponía que eran enemigos, que su "amistad" consistía en hacerse la vida imposible; que viniera con esa mierda de niño bueno con ella la ponía de malhumor, recordó el comentario que hizo esa mañana y se preguntó porque había decidido presentarse en aquella fiesta. Mich se acercó a ella ofreciéndole un shot de tequila y sonrió porque su respuesta estaba justo frente a ella.
- ¿Segura estas bien Beth?
La pelinegra arrugo el gesto ante tal apodo, pero no pudo evitar sentir una punzada de alegría en el pecho al no escuchar aquel apodo que la atormentaba.
-Te he dicho que no me gusta Mich.
-Tú y yo sabemos que te encanta, cállate.
El resto de la noche consistió en tomar tequila y combinarla con cerveza, un terrible error del cual se arrepentiría en unas horas. A pesar de las distracciones no pudo evitar durante la noche prestar atención al castaño. La forma en que bailaba, como pretendía estar haciendo algo, pero miraba a la rubia, los gestos que hacía al fumar. Entres más cosas notaba, más le confundía su actitud, así que la robaba a cualquier persona que tuviera cerca la bebida, ya había perdido la cuenta de cuantos licores había combinado, pero la hacía despabilarse.
Jason caminaba hacia ella al ritmo de la canción mientras giraba una cuerda imaginaria, se la lanzaba y luego la jalaba hacia él. No pudo evitar soltar una risa aguda, de esas que odiaba mientras le seguía el juego. La pelinegra siempre le había parecido guapa, pero sabía que estaba rodeada de sombras que requerían que tuviera a alguien a su lado, por lo que cuando se le dio la oportunidad de follarla no lo hizo, más bien la miraba como la hermana pequeña que siempre quiso. La sostuvo de la cintura riendo antes de que se tropezara y cayera.
-Creo que has tenido suficiente, gruñona.
Balbuceo algo inentendible mientras fruncía el ceño en seña de negación, pero de igual manera siguió caminando junto a él. Los demás se encontraban ya en los autos por lo que la cercaron al auto de Tom que era el encargado de abandonarla en su casa, a lo lejos divisó una figura en la parte trasera y sonrió por la melena rubia pero cuando se acercó Mich comenzó a pasarse al asiento de enfrente dejando a la vista al castaño que la miraba justo con la misma expresión que la había irritado.
-Quiero... quiero ir en el auto tuyo. - protesto mientras se aferraba con los pálidos puños a su camiseta.
-Ya no hay espacio nena, tendrás que soportar a Luke. - lo miro frunciendo el ceño y Jason le devolvió una sonrisa cómplice. - Eres mi hermana, te conozco, mosco.
Le levantó el dedo de en medio mientras se dejaba caer en el asiento dándole la espalda al castaño, subió las piernas haciéndose un ovillo para poder seguir evitando su mirada.
- ¿Te encuentras bien?
No contestó, porque no quería y porque los parpados le pesaban, cuando Tom tomó la carretera el estómago se le empezó a revolver, pero trató de ignorarlo. Una mano se posó en su hombro e inmediatamente se sentó derecha mientras lo volteaba a ver.
-Aléjate de mí.
-Solo estoy intentando ayudar
-No necesito tu ayuda. - en cuanto las palabras salieron de su boca una arcada le sacudió todo el cuerpo, un brazo paso por delante de ella y la ventanilla bajo, de un momento a otro ya se encontraba con la cabeza saliendo del auto vaciando su estómago y con el pelo milagrosamente tras sus orejas. Sintió como la fría piel de su acompañante de rosaba la piel por lo que le entró el pánico y otra arcada la atacó. Una vez que ya nada salía, volvió a sentarse, la cabeza le punzaba y el mareo no la dejaba abrir los ojos. No dijo nada cuando Luke la cubrió, tampoco cuando le limpio la cara con una tela, no dijo nada cuando sintió como la recargaba en su hombro.
Se dejó llevar mientras caía en un profundo sueño.