Capítulo 7

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Mich caminaba de un lado a otro de la habitación, solo lograba ver como sus pies se detenían en un extremo de la habitación para después ir hasta el otro extremo y hacer y lo mismo. Luego de aquel encuentro con el castaño por la mañana decidió largarse y su mejor amiga fue detrás de ella en cuanto salió de clases. Se masajeo el cráneo con las yemas de sus dedos mientras cerraba los ojos, no sabia si estaba mareada por tener la cabeza suspendida de la cama o porque su amiga no paraba de dar vueltas.

-Me estas causando más ansiedad, Elizabeth. - se detuvo frente a ella y la pelinegra se levanto sintiendo un mareo instantáneo. Rodo los ojos recostándose sobre la cama, nunca le había pasado por la cabeza la cantidad de flujos que había ahí, se levantó y la tomó de los hombros para detenerla. Al parecer habían tenido su típica discusión de la semana, esta vez Tom no había cedido fácilmente, por lo que su mejor amiga se encontraba preocupada. - ¿y si me deja?

-No lo hará, pero si no dejas de comportarte como una niña malcriada tal vez lo haga.

Aprovecho que se lanzaba a la cama para bajar a la cocina, tomo dos vasos de la alacena y se tomo la libertad de servir whiskey en ambos, coloco un par de hielos, colocó la botella entre sus costillas y el brazo y subió las escaleras motivada a alegrarle la tarde a su despechada amiga. Le coloco el vaso helado en el abdomen haciendo que levantara la vista y mostrara una sonrisa cómplice.

-Siempre sabes.

Después de cuatro vasos la música estaba a un volumen lo suficientemente alto como para apenas escucharse a gritos. La rubia la había vestido y viceversa, ahora parecía una barbie sacada de una revista con aquel vestido rosa que le cubría apenas el trasero; sonrió al ver su creación, la rubia bailaba animadamente vestida con un vestido negro y los ojos cubiertos de sombra gris. Se acercó a ella con los vasos llenos de nuevo y la rubia aprovecho para abrazarla del cuello mientras bailaban juguetonamente. A pesar de que ya se encontraba un poco mareada no estaba a dispuesta a seguirle el juego en su cambio de roles. Le coloco el vaso en la mano mientras caminaba en dirección a la puerta que llevaba mas de dos minutos avisando que alguien había llegado.

No supo porque, pero la piel se le erizo mientras un temblor le recorría el cuerpo, se abrazó a si misma mientras le sostenía la mirada al castaño. Se quedo esperando a que dijera algo, pero solo paso por su lado chocando hombros. Se encogió de hombros ante su bipolaridad y cerro la puerta de un portazo mientras escuchaba un ruido soro y el grito de su mejor amiga, se quedó quieta mientras veía a Luke correr a toda velocidad escaleras arriba.

Frente a el se encontraba Mich con su personalidad, pero con la apariencia de la pelinegra lo que lo confundió un poco, espero un momento antes de acercarse para ayudarla a levantarse. Cruzo los brazos en su pecho mientras veía como ayudaba a su mejor amiga de una manera delicada. Se rio ruidosamente a propósito mientras se acercaba a ellos para quitarle el vaso y tomárselo todo.

-Ella esta bien, no te necesitamos.

-Al parecer si, no se si estas demasiado ebria para darte cuenta que se golpeó la cabeza y tú no puedes ni cuidarte a ti misma en ese estado.

La había visto en un peor estado, pero no quería dejarlas solas, le sostuvo la mirada a Elizabeth y se sorprendió ante su fuerza cuando lo empujo por los hombros, se acercó a él con la intención de empujarlo una vez más, pero la sostuvo de ambas muñecas inmovilizándola; el miedo remplazo la ira en su rostro y comenzó a intentar zafarse del agarre mientras se quejaba.

-Luke

Tom se encontraba en el umbral de la puerta dándole aquella mirada que le sugería que parara. Debilito el agarre, pero no la soltó, la pelinegra lo miro por ultima vez antes marcharse escaleras abajo. Miro una ultima vez a la rubia que tenia la irada puesta en Tom mientras le temblaba el labio.

-Se golpeó la cabeza

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¿Alguna vez haz estado en un lugar húmedo? Tu piel se siente pesada, el sudor recorre tu cuerpo, pero, es un sudor diferente, como si fuera invisible, pero sabes que ahí esta; te cuesta respirar porque el aire se siente demasiado pesado para hacerlo.

Elizabeth se removió incomoda en el sofá, mientras miraba de reojo al castaño en espera de cualquier cosa que hiciera. Habían pasado unos minutos desde que Tom había llegado, primero habían sido gritos, después susurros y seguido los gemidos y las risitas. No planeaba irse, hacia un frio de mierda y no tenía ganas de caminar, por lo que escuchar por unos minutos más aquellos sonidos de placer era mejor que salir.

Trago saliva escuchando los quejidos de Mich y Tom, comenzaba a darse cuenta de que no tendría una oportunidad con la rubia. Siendo completamente honestos, había ido con intenciones de ganarle el lugar conquistando a su chica en un momento vulnerable – algo muy bajo, a decir verdad- pero claramente esa solo había sido una más de sus peleas tontas. Se levantó del sofá y camino hacia la puerta con intenciones de largarse antes de que un impulso le ganara y subiera las escaleras a darle una golpiza a su amigo.

- ¿Por qué no te unes? Veo que tienes un gustito por mi amiga. - no se giró, tampoco se sorprendió de que la pelinegra supiera de su pequeña inclinación hacia la rubia; lo que le irritaba es que se metiera en los asuntos de los demás con tal libertad. Nada, nada de lo que le hubiera sucedido en su pasado podría justificar ese tipo de actitudes para él. – Nadie te juzga, simplemente deberías de dejar de ser un cobarde y hacerte pasar por el héroe solo para estar cerca de ella.

Le sostuvo la mirada mientras se acercaba a grandes zancadas a ella, coloco la mano en el reposa brazos y se inclinó hacia ella dejando escasa distancia entre sus rostros. Su mandíbula se movía rápidamente mientras miraba de un ojo a otro. Noto un olor conocido y supo que no estaba del todo sobrio y por eso lo había puesto tan furioso dos veces en la misma noche.

-Ya va siendo el momento de que te mantengas alejada de mis asuntos Elizabeth. - alzó las cejas provocándolo mientras se le dibujaba una sonrisa en el rostro. - y se que estas borracha, pero tambien se que no necesitas estarlo para ser una cabrona, deja de lado tu actitud de "ruda" porque al menos yo no te creo ni una mierda.

-Cállate

-Haces que sea más notable que has llevado una vida de mierda y te escondes detrás de una cara de póker y de comentarios agresivos hacia las personas que quieres, no es más que una máscara...

-Cállate

-para evitar que las personas se acerquen a ti.

Sintió el calor acentuándose en su mejilla, la pelinegra se encontraba con los puños apretados y el entrecejo fruncido; tomó su chaqueta y salió dando un puertazo. Había dado en el clavo, no se sentía orgulloso de haberse puesto de esa manera frente a una mujer, porque, aunque fuera una niña malcriada, merecía respeto.

El pecho le subía y le bajaba rápidamente, su pulso corría con fuerza que incluso podía sentirlo en su cuello, caminó de un lado a otro por un momento hasta que sintió como el líquido de su estomago - que consistia en el whiskey de la noche- subía hasta su garganta, corrió hasta el baño y logro vaciar su estómago en el escusado. Las lágrimas recorrían sus mejillas y se molestó al saber que no era solo por el ardor que sentía en la garganta.

Luke. (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora